Estaba demasiado tranquilo. Desde su lugar en el banco del piano, Beomgyu podía escuchar a los aprendices jugando afuera, el sonido apagado de su risa filtrándose por la ventana. La habitación estaba cargada con la sensación de que debería estar en otro lugar diferente a donde estaba, pero aún no había podido escuchar a los otros chicos lo suficiente como para saber cómo encajar.
Abrió la tapa del piano, pero rápidamente la volvió a cerrar.
Ojalá supiera realmente cómo tocar esto , pensó. Tal vez entonces no sería tan extraño que solo esté sentado aquí.
Hacía frío en Seúl cuando llegó al edificio Bighit esa mañana. No por primera vez, deseó haber escuchado a su madre cuando le dijo que trajera su pesada chaqueta. En cambio, solo tenía su suéter, y jugueteó con las mangas cuando le presentaron a los otros chicos. Se preguntó si alguno de los otros no era de Seúl o tenía un dialecto como él. Se preguntó cuánto tiempo le tomaría ponerse al día con sus habilidades.
Una puerta se cerró al final del pasillo, y la cabeza de Beomgyu se disparó ante el sonido. La puerta estaba abierta y vio que el instructor de baile se acercaba para saludar a quien fuera que acababa de entrar.
"¡Bienvenido de nuevo, Taehyun-ssi!" dijo el instructor cálidamente.
Un niño apareció con una chaqueta acolchada y una bolsa de gimnasia. El chico, Taehyun, respondió algo, pero Beomgyu estaba demasiado lejos para escuchar. Se dio la vuelta, y cuando Beomgyu vio su rostro, sus ojos se abrieron como platos.
Guau. Ahora es realmente guapo.
A Beomgyu le llamó la atención lo hermosos que eran algunos de los otros aprendices, pero había algo en Taehyun que lo hizo mirar fijamente. Tenía rasgos inusuales, pero era tan fascinante que Beomgyu no podía apartar la mirada. Tenía grandes ojos marrones profundos y labios anchos que se convertían en una sonrisa deslumbrante. Beomgyu quería acercarse, ver esos ojos de cerca.
Realmente va a ser un ídolo. ¿Cómo se supone que voy a entrenar con alguien que se ve así?
Beomgyu vio que los ojos de Taehyun se arrugaban mientras reía y notó la facilidad con la que conversaba con el instructor. Se preguntó si alguien así querría ser su amigo.
"Oye, eres Beomgyu, ¿verdad?"
Beomgyu se sobresaltó y se giró para ver que uno de los otros aprendices había entrado en la habitación por la puerta trasera. El otro chico era muy alto y recordaba haberlo visto pasar el rato con un niño más pequeño con una camiseta de Mickey Mouse antes.
El chico cruzó la habitación y le sonrió.
"Soy Soobin", dijo. “¿Qué haces sentado solo al piano? ¡Deberías venir a pasar el rato con todos!”.
Beomgyu no pudo evitar devolverle la sonrisa. Había algo tan cálido en este chico alto, como si de alguna manera irradiara bondad.
“Sí, soy Beomgyu”, dijo, poniéndose de pie. "¿No crees que les importará si me uno?"
"¡No claro que no! Ven afuera conmigo. Deberías conocer a mi amigo Kai”.
Beomgyu comenzó a seguir a Soobin hacia la puerta trasera. Miró hacia atrás para intentar ver a Taehyun por última vez, pero ya se había ido.
¿Quién es él?
Taehyun se sentó en el piso de la sala de práctica, girando su botella de agua en sus manos y tratando de no mirar al aprendiz al otro lado de la habitación.
Él es tan familiar. ¿Ha estado aquí todo el tiempo y nunca me di cuenta antes?
No había muchos aprendices en Bighit, y estaba seguro de que se habría fijado en este chico si lo hubiera visto antes. Había algo en él que era extraño para Taehyun, como si lo hubiera conocido antes en un sueño.
Yeonjun estaba sentado a su lado mientras esperaban que el instructor de baile comenzara su lección, por lo que Taehyun se inclinó y le dio un golpecito en el hombro.
“Yeonjun, ¿quién es ese chico de ahí?” Taehyun susurró, señalando al chico de cara redonda sentado junto a Soobin al otro lado de la habitación.
“Nuevo aprendiz”, respondió Yeonjun en voz baja. “Creo que su nombre es Beomgyu. Vino antes cuando estabas en taekwondo”.
“Él es muy guapo”, dijo Taehyun.
"Sí. Aunque creo que es bastante tímido. Solo ha hablado realmente con Soobin hasta ahora”.
En ese momento, el instructor de baile entró en la habitación y llamó a los alumnos a ponerse de pie. Estaban aprendiendo una nueva coreografía ese día y Taehyun se había perdido la primera lección. A medida que avanzaba la clase, sabía que debería estar prestando atención, pero parecía que no podía evitar que sus ojos se desviaran hacia el nuevo alumno.
Beomgyu. tengo que hablar con el
Después de una hora sólida de aprendizaje, los alumnos se quedaron solos para practicar. Todos se separaron, algunos encontraron espacio para practicar solos, otros revisaron la nueva coreografía en parejas. Taehyun aprovechó la primera oportunidad que pudo para acercarse a Beomgyu.
El nuevo aprendiz había encontrado un lugar al frente de la habitación junto al espejo. En el reflejo, Taehyun vio que Beomgyu se tensaba a medida que se acercaba.
“Hola, soy Taehyun”, dijo. "Eres nuevo, ¿verdad?"
Beomgyu sonrió un poco, sin mirarlo a los ojos. “Sí, soy Beomgyu. Acabo de empezar esta mañana.
Así de cerca, Taehyun realmente podía mirarlo. Sus ojos brillantes eran grandes y redondos, y tenía una linda nariz y cabello oscuro y esponjoso. Su corazón dio un brinco cuando esos ojos finalmente se encontraron con los suyos.
"¿Quieres practicar juntos?" preguntó Taehyun.
“No lo sé”, dijo Beomgyu, tirando de sus mangas. "No he bailado así mucho antes".
"Esta bien. Te ayudaré y podemos aprenderlo juntos”.
Beomgyu asintió y los dos se sonrieron el uno al otro. El pecho de Taehyun se tensó y miró hacia abajo mientras su sonrisa se hacía más grande.
Espero que él también quiera que seamos amigos.
