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¿Que pasaría si nunca hubiera aceptado beber en aquel bar verde?

Se pregunta Katsuki, cuando despierta en los cálidos brazos de Izuku ambos acostados en las suaves sábanas blancas como siempre abrazándose uno al otro. El pecoso apoyado en su pecho mientras Kacchan juega con sus rizos imaginándose cosas en la mañana.

Entonces, la pregunta apareció ¿Que hubiera pasado exactamente?

Posiblemente, Katsuki no se despertaría en los brazos de Izuku sino en su cama de la pensión en medio de los cuadernos y sus ojos ojerosos después de estudiar, dudando si es necesario su presencia me clases.

Pero al final, se levanta con pereza y camina en las aburridas paradas para hacerse de comer, luego lavarse e irse a la universidad. Dónde aburrido observa de reojo a su ex con su nueva novia, al cenizo le daría rabia y simplemente se concentraría en las clases.

Sería la misma rutina todos los días, luego se iría a trabajar para pagar sus cuotas de su carrera y no para comprar un cuaderno de gatitos decorado con flores rositas que a cierta infante le encantaría. Se devolvería a su pensión con comprarás de comida luego de su pago semanal.

Y se quedaría haciendo tareas, hasta que sus ojos se cierren del cansancio. Nada de noche de películas, nada de noches observando a la gente emborracharse, nada de noches romaticas bajo la luz de la luna. Una vida aburrida. Hasta su graduación. Donde su vida seguiría siendo aburrida.

Entonces, Katsuki no se puede imaginar un aburrido futuro sin Izuku. Ya que Izuku ponían esa pizca de electricidad en su vida, solamente con su presencia era suficiente.

El cenizo sintió como su prometido iba despertando a medida que acomoda entrelazando sus piernas y se acerca más al cuello del cenizo.

— Buenos días, Kacchan — Dice Izuku besando el cuello del amor de su vida.

Katsuki tiene mucha suerte y cada vez que ve a su prometido, lo confirma. Por los santos dioses, Izuku es el hombre más guapo que ha visto en su vida, no importa si su cara es muy de bebé con esas pecas en su rostro.

Cuando se pone serio deja de ser un bebé, y por alguna razón a Katsuki le excita. Cosa que no debería, pero lo hace. Kacchan sabe que es muy afortunado, no cualquier persona tiene el privilegio de ver a Izuku, un cuerpo musculoso lleno de cicatrices, sus manos llenas de venas sobre salientes y callosas, y ni hablar lo que tiene entre las piernas.

En solo pensarlo Katsuki se eriza y por alguna razón se emociona, además de que, sabe que Izuku ha tenido parejas sexuales pero confirmo con toda la mansión que nunca ha tenía una pareja sentimental que le abra su corazón y le de paso a su vida. Incluso en sus cosas personales y su propia casa, mucho menos pedirle matrimonio.

Solo Katsuki fue el verdadero privilegiado.

Y no iba mentir que se enamoró de Izuku, es más, suspira profundamente mientras piensa en él con una mano sosteniendo su cara tonta y una sonrisa boba en sus labios. Kacchan estaba ayudando a Eri con una tarea, tenía que presentar una manualidad hecha a mano así que, Katsuki se sentó en la sala con muchos materiales con Eri para hacer la tarea.

Pero el pensamiento de Izuku en su mente lo está a distrayendo mucho.

— Papá Kacchan, ¿Se ve bien?

—¿Cómo me dijiste? — Preguntó Katsuki al por el "papá" de Eri, fue lo único que lo saco de su burbuja. Eri jugó con sus manos nerviosa.

— Hoy en clases la profesa explicó los tipos de familia y como es una familia... Me di cuenta de que tú y... Papá Zuzu me cuidan mucho, como una familia... Entonces, por eso... — Comentó la pequeña cerrando sus ojitos con fuerza mientras su cara se pone roja. Katsuki entendió y sonrió alborotando la cabellera de la niña.

Bar Verde - [Dekubaku][FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora