Eri jamás había querido regalos para navidad, antes de que su madre desapareciera y su abuelo la dejara, recibió muchos regalos, pero, ya hasta se olvidó de cuántos fueron. Dejo de importarle si le regalan una muñeca o un castillo, dejo de importarle algo como eso.
Y comenzó a querer como único regalo, todas las navidades, una familia que la quiera y la ame de verdad.
Ahora Eri, observando ese gran arbolito de navidad que llega casi al techo de la mansión, muy decorado y brillante, mirando todos los regalos que habían debajo de este. Una parte de ella se emociono mucho, pero quitó su atención de los obsequios al escuchar un regaño de su papá Kacchan a su padre Izuku.
-¡Pero Kacchan!¡La decoración está bien así! - Gritó Deku, intentando mantener el equilibrio y evitando que se cayera él con su prometido.
Kacchan estaba sentando en el hombro de Izuku dando unos retoques finales a la decoración, mientras el peliverde agarra fuerte sus piernas.
-¡Si te quedarás quieto, ya hubiera terminado!¡Solamente no te muevas tanto, nerd!
-¡Kacchan!
-¿Y si yo los ayudo? - Preguntó Eri con una sonrisa, Kacchan y Deku se miraron.
- Eri... Está bien, creo que puedes ayudarme - Indicó Katsuki - Izuku, súbela.
- Si, amor. Ven, Eri - Dijo Izuku estirando su brazo hacia Eri, la pequeña fua agarrada de la cintura con fuerza, ella tomo impulso para llevar dónde su papá Kacchan quien la sentí en sus hombros dándole un ángel de porcelana.
- Ponlo ahí - Señaló Katsuki con dulzura a Eri que sonrió alegre alzando sus brazos para poner la decoración donde le dijeron. Saco su lengua intentando acomodarlo bien, al terminar, Kacchan y Deku aplaudieron.
-¡Bien hecho, Eri!
-¡Si!
Eri jamás había pasado una navidad con risas y abrazos, solamente regalos gigantes, para después, no tener nada. Hasta ahora, dónde solamente había una gran sonrisa en su rostro mientras era alzada en el aire por Izuku.
Nunca se había sentando en una gran mesa llena de deliciosa comida, con sus nuevos padres sentados a su lado comiendo gustosos. Un Katsuki orgulloso de ver la caras llenas de asombró y alegría de su familia, ya que había preparado la mayoría de la comida navideña.
Luego de la cena la familia empezó a cantar y bailar junta, los empleados, guardias y sirvientes se unieron a la pequeña Eri que canta, después de un rato, empezaron a jugar juegos de mesa esperando ansiosamente a las 12 de la noche.
Eri repetía en su mente, que esa fue su mejor navidad, que no importa los regalos, su verdadero regalo estaba en la pareja de un hombre peliverde y un hombre rubio que bailan mientras se miran con amor. Esa noche, fue la mejor navidad de su vida.
De repente, Izuku había tomado el micrófono que antes tenía Eri cantando, el patrón de la mansión empezó a cantar suavemente a su prometido, quien no podía dejar de reír burlón. Deku canta e incita a Kacchan a bailar con él al mismo tiempo, un acto que todo el mundo en la mansión veía con ternura.
Jamás habían visto a su jefe así, tan contento y romántico, antes de que llegarán Katsuki y Eri a la vida de Izuku. En la mansión no se celebraba la navidad a menos que la señora Inko viniera de visita, no se decoraba la mansión de emotivos navideños. Era un día común y corriente.
Pero, esa navidad, el amo de la casa ordenó que cada rincón de la mansión fuera decorada de navidad, los empleados y sirvientes por primera vez que llevan trabajando para Izuku, se sintieron felices y muy emocionados empezaron a decorar todo.
Así que, quienes trajeron el verdadero espíritu navideño a la mansión, el verdadero regalo de esta navidad, fue el amor de Katsuki por Izuku y el cariño de Eri.
Gracias a ellos, la navidad había vuelto.
Y las doce de la noche marco, Eri a pesar que estaba parpadeando con sueño salto del sofá para ir al arbolito, dónde Katsuki e Izuku la estaba esperando. Empezaron a leer los nombres de los regalos, la mayoría eran para Eri.
- Este es para... ¡Para tí, papá Kacchan! - Indicó Eri extendiendo una caja forrada en un papel naranja brillantes y un moño verde. Katsuki abrió sus asombrado.
-¿Para mí? - Preguntó este mismo señalándose a sí mismo, Eri asintió. Kacchan aún extrañado, tomo el regalo entre sus manos sin notar la atenta mirada de su prometido.
El cenizo con cuidado rompió el papel envoltorio, viendo primeramente unos libros de cocina y de otros géneros, pero lo que más llamo su atención fue una cajita pequeña que al abrirla encontró unas llaves con un control remoto.
- ¿Y esto que es? - Indicó para sí mismo, presuonando un botón del control remoto. Se oyó un ruido y unas luces parpadeando detrás del arbolito.
Eri fue la primera que se levantó y salió corriendo graciosa con sus medias de Santa Claus, sus pequeños pues sonando en el suelo -¡Una motocicleta! - Gritó ella, provocando que Katsuki se levantara de golpe sin poder creerlo.
No podía creer lo que sus ojos estaban viendo, era una puta motocicleta, una de esas que corre a máximas velocidades con alta capacidad y vaya que era hermosa. Katsuki se tapo la boca totalmente asombrado, volvió a presionar el botón para estar seguro.
Lo miro que hizo fue mirar a Izuku que estaba detrás de él con una sonrisa cómplice - Feliz navidad, Kacchan - Dijo, con una gran sonrisa a su novio que seguía en shock, incluso cuando le dió un pequeño beso en su cien.
-¿¡Donde compraste esta moto!?¡¿Y para mí!?¡Joder, Izuku!¡Esto es... Asombroso! - Gritó Katsuki de la euforia, estaba seguro que iba saltar de la emoción. Si, sabía conducir una motocicleta pero, nunca saco la licencia.
Eso no importa, el rubio sin esperar más probó su nueva motocicleta, se lo to en ella, la encendió y la manejo en vueltas sobre la gran casa, gritando de la euforia. Izuku solamente podía sonreír orgulloso de ver feliz al amor de su vida, con una sonrisa en su rostro, era la que más desea en el mundo.
Ver su sonrisa para siempre.
Kacchan agarró a Eri la monto delante de él, ella rió fuerte cuando el rubio empezó a conducir en vueltas otra vez. Era una imagen que a Izuku jamás se le iba borrar de su mente. Hace años, sus navidades era simplemente quedarse mirando la luna, preguntándose cómo se sentiría tener una linda navidad como en las películas.
Pues, ahora tiene la respuesta.
Es pura felicidad y amor. Eso es la navidad.
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Bar Verde - [Dekubaku][FINALIZADA]
FanficUn joven cenizo es invitado a un bar por sus amigos para, o como dicen por ahí, "ahogar las penas" de su primera relación fallida, sin saber que el destino tenía buenos planes apenas se emborrachara y dejara salir su dolor a florecer y a ¿Meterse en...