IV. Decisiones parte IV

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Lan Huan no pudo evitar la creciente preocupación en su interior, y el malestar en la boca del estómago.

Revisó su móvil un par de veces durante el discurso del tío abuelo, recibiendo la amargura de su shufu. Comprendiendo la evidente descortesía, decidió activar el modo silencio y se enfocó en la reunión que estaba tomando lugar.

Para su desgracia, no tuvo éxito. Su cerebro apenas registró las palabras de sus familiares, e imitó aplausos y risas para evitar levantar sospechas sobre el comportamiento anómalo. Sus pensamientos giraron alrededor de su meimei, y el evidente dolor que provocó la frialdad de su tío.

WangJi mantuvo el semblante sereno, pero sus ojos brillaron como estrellas, con humedad que delató un llanto contenido. Sus dedos se apretaron contra la tela del abrigo y se mostró menos resplandeciente que al inicio del encuentro.

Supo que las asignaciones fueron nada más que una excusa, así que habiendo concluido la reunión con su tío, y socios, llamó a la vieja aya que administraba la casa y preguntó por su hermana.

Se le había informado sobre sus nulas intenciones de tomar la cena, a lo que XiChen encontró un poco de paz mental solo después de que el ama de llaves le informará que Lan WangJi estaba en su habitación, tocando música, enfocada en sus propios intereses.

Las horas pasaron y la comida fue presentada, con motivos de celebración ante la compra de una nueva empresa que ayudaría a crecer el conglomerado y aumentaría sus números.

"A todo esto, ¿dónde está WangJi?", preguntó la esposa de su tío sexto.

"Totalmente cierto. Esta es una celebración especial, siendo que se convertirá en un elemento digno de la familia, debería estar aquí para comenzar a establecer conexiones", intervinó el tío abuelo.

Esto provocó el mal humor de shufu, ofendido ante la descortesía. El anciano se inclinó muy sutilmente en dirección de XiChen, y susurró con furia: "¿Dónde está tú hermana? ¿Olvidaste invitarla?"

"No, tio. WangJi tenía asignaciones por concluir".

Lan QiRen torció y bufó por lo bajo de manera poco digna. Lan Huan deseó añadir algo más, cuestionando a su familiar por el trato hostil. El anciano se puso en pie, corrigió su expresión y dio una reverencia corta a su ancestro. "Este QiRen se disculpa por la ausencia de WangJi, al parecer está dedicada al autoestudio y sus proyectos de escuela superior. WangJi se disculpa profundamente la falta".

El tío abuelo hizo un gesto vago con la mano, y el resto de ancianos se relajó, incluido QiRen. Pronto volvió a su sitio y los ancianos se envolvieron en su tertulia.

"Habla con tú hermana más tarde. Si estaba tan ocupada con sus deberes, no debió perder su tiempo yendo a la oficina más temprano".

Lan XiChen fijó la vista en la taza de té humeante frente a ella, y contuvo la agitación en su pecho.

"Tío, WangJi intentó hacer algo lindo por ti", murmuró, evitando que otros escucharan el contenido de su conversación. "No entiendo porqué eres tan duro con ella".

"Sé lo que piensas de mí, XiChen. Tú ya eres una mujer adulta. Comprendes la hostilidad de este mundo. WangJi es joven e inexperta. Si me ablando demasiado, la comerán viva. Crees que soy un desalmado, solo le enseño un poco de carácter", cortó.

La mayor de las hermanas Lan no supo qué hacer o decir, ansío argumentar y defender a su hermana frente a la frialdad con la cual era sometida. Pero el lugar no fue propicio, y su tío no cambiaría de parecer sin importar cuantos argumentos diera. Era la clase de anciano que mantenía una mentalidad terca.

"WangJi no es como nosotros", corrigió Lan Huan.

"Claro que no. Es como tú padre"

Dicho esto, volvieron su atención al discurso del tercer tío.


❖ ❖ ❖


XiChen se excusó de las celebraciones, señalando la reunión con socios a primera hora de la mañana. El viaje en auto fue tenso e incómodo. Shufu permaneció en una pose que se cerró al diálogo de cualquier manera. Con brazos y piernas cruzadas y la atención fija a la oscuridad fuera de la ventana.

"Shufu..."

"No vamos a continuar con el tema, pensé que había quedado claro".

"No quiero discutir", pidió XiChen.

"Entonces no te prives de ver hacía el futuro con asuntos que ya no tienen importancia".

Agotada, se dejó caer contra los asientos, dormitando el tiempo estimado que tomaba llegar hasta la finca.

Una vez ahí, separaron sus caminos. Subió las escaleras sintiéndose exhausta, y desviándose para revisar a WangJi. La puerta de la habitación permaneció cerrada, como era habitual, las luces del interior se encontraron apagadas, y no pudo evitar girar la perilla y empujar.

El exterior formó una línea estrecha que iluminó el interior. Desde lejos notó la forma dormida de WangJi. Cubierta en edredones de pluma, y la calefacción encendida proporcionó una sensación adormecedora.

Se descalzó y caminó hasta el borde de la cama, pero WangJi no reaccionó. Lan Huan le observó durante todo un minuto, acarició su cabello y le deseó una buena noche de sueño sin despegar los labios.

Entonces regresó a su anexo. Supo que era demasiado tarde, pero no pudo evitar leer los mensajes de texto de su prometido.

Mientras esperaba que la melatonina surtiera efecto, XiChen se vio devastada frente al distanciamiento que había tenido con su hermana menor. Cerrando los ojos, con la silenciosa pregunta, '¿qué puedo hacer para ayudarla?' , y sintiéndose igual de perdida. 

Todo lo bueno en la vida me lleva a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora