XXXVI. Ternura parte I

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Wei WuXian no supo qué hacer con las consideraciones que se les proporcionó.

Para Lan WangJi pareció ser algo normal la atención de Lan XiChen y Nie MingJue, pero para Wei WuXian no. De esta manera yació de pie en una esquina apreciando la escena conmovedora entre ambas hermanas Lan y se convirtió en parte del papel tapiz.

Wei WuXian conoció la excentricidad y el lujo en su amistad de larga data con Huaisang. Pero fue breve e inmersa en la fanfarria. Con Lan WangJi era diferente, como si ella estuviese acostumbrada al lujo más que a la vida ordinaria, pero jamás realzó una experiencia por sobre otra. Es por ello que se sintió extraña cuando se le incluyó en los planes que involucraron a Lan Zhan, y fue toda una alienígena para adaptarse a aquello que fue natural para Lan WangJi.

De esta manera empacó sus cosas y fue despojada de su habitación y pertenencias, siendo lanzada a una suite de lujo en uno de los hoteles de los Nie. Bien, los Nie eran dueños de muchos importantes edificios, aún así los Lan tenían un imperio aún más aterrador. Wei WuXian solo pudo ver desde la ventana del rascacielos y escuchó a Nie Huaisang lanzar un vitoreo de asombro ante el buen gusto en la habitación que claramente él eligió en la reserva.

Tras instalarse, a espera de que en su hogar las reparaciones estuviesen listas, se preparó para ir al trabajo y se despidió de Lan WangJi con un beso. Lan XiChen le dio una de esas falsas y espeluznantes sonrisas que denotaron cordialidad y calidez; entonces, huyó.

Wei WuXian se dedicó a ayudar con el papeleo durante la primera mitad del turno, y agilizó el servicio en la barra durante la tarde. Cuando tuvo un momento para descansar, se dejó caer en su escritorio y dio una revisión rápida a la hoja de cálculo en su pantalla. Encendió su teléfono y leyó los mensajes de Lan WangJi, encontrando un recuento de actividades mediante imágenes. Al parecer Lan XiChen le había llevado a comprar algunos cambios de ropa e hicieron una parada en esa gran librería del distrito comercial.

Lan Zhan tomó captura a una bolsa de papel de una tienda popular, y sin dar descripción del contenido asumió que le había hecho un regalo. Sus mejillas se sonrojaron por el acto de la joven y actuó de manera estúpida el tiempo restante.

En un último juego de fotografías anexó su experiencia en el spa de su residencia temporal y lo relajante que pareció todo en compañía de XiChen.

Llorando como un mocoso odioso, Wei WuXian se lanzó sobre Nie Huaisang como el otro solía hacer en su juventud: "¡Esos Lan son tan ricos! ¡No es justo, Nie-xiong!, ¡Lan Zhan se emparejó con una pobre!"

"¡Hey!, ¡Somos socios de negocios!, ¡¿Cómo es que eso te hace pobre?!"

Wei WuXian sorbió su nariz y se permitió jugar la ficha de ser una pobre dama empobrecida. Huaisang dio golpecitos en su espalda y se hastío. Al parecer era divertido para él arrojarse a brazos de otros y llorar, pero no que otros se arrojaran a él en busca de consuelo. Tal vez era alguna especie de fijación o capricho, Wei WuXian no tuvo manera de saberlo. "La hermana de Lan Zhan tiene una de esas tarjetas de lujo".

"¡Tú te negaste a la tarjeta platino cuando te la ofrecí!"

"¡Ese no es el punto Nie-xiong!", se quejó durante un tiempo. Finalmente se cansaron de jugar a los idiotas y volvieron al frente por algún bocadillo antes de continuar con los reportes bimestrales.

Wei WuXian no se mostro ansiosa por volver a la habitación, deseosa de dar tiempo de calidad a XiChen y su hermana. Parecian estarlo haciendo bien en su ausencia. Lan Zha parecía feliz compartiendo espacio con su hermana. Y fue toda una pena que solo pudiesen ser cercanas una vez que Lan QiRen desprecio a Lan Zhan.

Todo lo bueno en la vida me lleva a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora