Lan XiChen había cuidado de su hermana desde que esta era prácticamente una recién nacida. Enfrentarse al hecho de que pronto tendría un bebé le conmovió, la aterró y trajo a ella la aprehensión en el pecho que probablemente toda madre sintió alguna vez al ver crecer a un niño.
También sintió un pinchazo de envidia, el cual ignoró y aminoró. Después de todo, su WangJi era muy afortunada. Parecía florecer como un girasol apuntando a la luz y se veía más feliz que en todos sus años de vida previos.
Lan WangJi hizo a un lado los prejuicios y las reglas. Los preceptos que tacharon las muestras de afecto como algo de lo cual sentirse avergonzada y la regulación de sus emociones un sinónimo a mantener su corazón enjaulado.
Lan Huan contuvo las lágrimas derramarse de sus ojos cuando WangJi envolvió sus delgados brazos alrededor de su cintura, su cabeza descansó contra su pecho y el vientre empujó como un obstáculo pero ninguna hizo queja de ello.
"...WangJi", arrulló.
Lan WangJi no dijo nada. Una sonrisa tímida se ocultó en sus labios y cerró los ojos. Su mano se posó sobre la parte baja de su cabello y cepilló. Olía a flores, a jabón de sándalo y té. Lan Huan se preguntó cuántos años debió esperar para sostener a su hermana como hacía en esos momentos desde el fallecimiento de su madre. Ciertamente, se sintió como en varias vidas.
No pudo evitar tararear para ella. Posarse protectora ahuecando su estómago y notar el movimiento involuntario del niño. Lan WangJi le sonrió con ojos perezosos y dijo: "Está feliz".
"Tienes razón".
Lan WangJi había llamado temprano para advertir de sus planes. El cumpleaños de Wei WuXian estaba cerca y deseaba hacer algo por su novia. A XiChen le animó saber del entusiasmo de su hermana por celebrar festividades. Después de todo, su cumpleaños nunca fue motivo de celebración, pues rememoraba la pérdida de su padre, y era la temporada en la cual su padre cobró su vida.
Así que XiChen aceptó gustosa.
Caminaron entre las grandes tiendas por un tiempo, hasta que WangJi se hizo con lo necesario para el puñado de regalos que tenía en mente. "Wei Ying siempre hace cosas lindas por mí, me gustaría darle algo bueno a cambio", dijo como única explicación.
Lan XiChen sintió un poco de nostalgia. Revisaron las prendas para el cambio de temporada y se recordó algunos meses atrás, haciendo justamente eso. En ese entonces había ofrecido a WangJi visitar la orquesta. Parecía débil, frágil, pálida y desdichada. WangJi había perdido peso y XiChen sabía que ocurría algo pero no encontraba la manera de ayudar a su hermana menor.
Ahora, con una red de apoyo y un presente más esperanzador, Lan Huan sintió que era capaz de vivir su propia vida sin remordimientos. Encontrando un poco de paz, sin mantenerse en constante ansiedad por el bienestar de su hermana. Ya que, supo que habían más personas que le amaban y estarían a su lado si lo necesitaba.
Acompañó a WangJi a la consulta con el especialista y obtuvo una copia del ultrasonido de su futuro sobrino o sobrina. Apenas contuvo su emoción y al volver a casa presentó la captura a su prometido.
"¡Mira esto, Da-ge!", comentó con emoción. "Es el bebé de WangJi, ¡Oh, aquí su cabeza! y sus pies".
"¿Estás pensando hacer un álbum con todas esas fotografías que has tomado a tú hermana?", se burló sin malicia. Lan Huan frunció el ceño con obvia diversión y asintió. Estuvo en sus planes mantener todo en orden para compartirlo con WangJi en un futuro. Recordar aquel momento agitado de su vida con más tranquilidad, y en absoluta nostalgia.
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Todo lo bueno en la vida me lleva a ti
RomanceHay una cosa que desconcierta a WangJi, una pregunta que se hace constantemente, '¿Por qué no puedo vivir una vida normal?' No importa cuánto intente cambiarse a mí misma, no puede encontrar paz en su corazon. Siempre hubo algo que le apartó de lo...