Todo lo bueno en la vida me lleva a ti

V. Decisiones parte V

Wei WuXian no esperó pasar parte de su mañana ayudando a cubrir pasteles. El novato que Wu MinZhe estaba entrenando fue noqueado por un ciclista distraído en su camino al trabajo. El chico estaba en medio de una resonancia para descartar cualquier conmoción cerebral, y la posible demanda al ciclista irresponsable.

Los hornos se mantuvieron llenos con un pedido grande y los pastelillos aguardaron pacientes por su capa de glaseado.

Wei WuXian no podía hacer demasiado para ayudar. Tenía estrictamente prohibido ingresar cosas al horno e incluso manejar bandejas. No fue del todo su culpa, la mezcla parecía odiarle. No fueron pocas las tartas que perdieron aire, se mantuvieron crudas o se quemaron como trozos de carbón. Así que se limitó al aspecto del decorado. Wei Ying era buena en eso. Tenía cierta afinidad artística, ya fuese en el dibujo, la pintura, el maquillaje y el decorado de tartas.

No se trató de una tarea complicada, y se familiarizó por sus años en el negocio. Al menos no fue un Huaisang, cuya habilidad artística se limitó a la pintura y el arte en abanicos. Aunque tuvo que darle créditos por su buen manejo administrativo. Campo en el que Wei WuXian nunca se destacó.

Contempló su última obra de arte y tomó algunas fotografías porque un trabajo tan bueno merecía ser documentado. Además, desarrolló la capacidad de crear formas adorables y enternecedoras. Como formas de espuma Latte de conejitos o tartas individuales con crema de mantequilla en rojos y rosas.

Advirtió sobre el culmino de la tarea, excusándose al frente para supervisar la barra, o en su caso, ayudar a Huaisang con su pila interminable de documentos. Wu MinZhe agradeció, señalando que las muestras estarían listas en un par de horas para que tomase algunas.

Sintiendo el golpe fresco del exterior, Wei WuXian tomó un breve descanso. Revisó el mensaje de su madre, quejándose del trato injusto de su padre, y apenas contuvo la risa. Defendió de manera inútil a su padre, y CangSe SanRen le llamó una 'hija poco filial'.

MianMian estaba sirviendo un café de goteo, y Mo XuanYu atendiendo la caja, ensimismado en su tarea. Al otro extremo, Lan WangJi conversaba con una versión mayor de sí misma, y-... Error, no era una versión mayor. Se trató de la primera joven maestra Lan, Lan XiChen. Cuñada de Nie Huaisang.

La distancia no le permitió discernir de lo que hablaban, pero ambas mantuvieron una expresión sería, y cierta rigidez en su trato. No comprendió el porqué de tan inusual encuentro. Lan XiChen no era una clienta habitual, y solía comprar algunos postres del menú vegano en sus esporádicas visitas.

Supuso que, como toda hermana mayor, dio una visita corta para encontrarse con su hermana. Sin embargo, no hubo manera de saberlo, ya que no conocía a Lan XiChen, más allá de lo que Huaisang le comentaba.

Wei Ying no pudo evitar embelesarse de la belleza pura y etérea que proyecto Lan WangJi.

No se mintió, y aceptó rápido, para sus adentros, que tuvo un gusto particular por la más joven de las hermanas Lan. Siempre fue interesante compartir espacio con Lan WangJi. Era amable y directa. Poco conversadora pero una agradable oyente. Sus expresiones se mantuvieron al mínimo, pero fue toda una revelación atraparle sonriendo a los felinos a través del cristal o la torsión de un ceño fruncido ante la inhabilidad para manejar la máquina de lattes.

Su cabello se ató en una cola de caballo baja, anudada en un listón blanco. Ocasionalmente, se enroscó en un moño apretado y lució el uniforme como haría una host de cinco estrellas. Sin arrugas en su uniforme, sin una sola hebra fuera de sitio, o esmalte descascarado.

La conversación de las hermanas Lan fue interrumpida por el sollozo miserable de Nie Huaisang que se lanzó a los brazos de Lan XiChen con nula propiedad. La mujer no pareció sorprendida. De hecho, ninguna de las dos encontró su actuar anormal o sorprendente. Casi como si estuviesen acostumbradas a los desplantes del menor de los Nie.