I. Decisiones parte I

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El cambio de estación ya ha hecho acto de presencia.

La tarde es gélida, cala en los huesos, es tan dolorosa que irrita la piel sensible. Lan WangJi lo sabe. Por ello utiliza una mascarilla para protegerse del frío.

En realidad, lo hace para evitar el smog, la contaminación del aire y sus alergias.

Como ya es de esperar en Gusu, el cielo se bloquea en un tormentoso gris. Supone que lloverá, sin embargo, no ha revisado el pronóstico meteorológico para confirmarlo.

Piensa: 'No tengo un paraguas a la mano'. La primera parte de la mañana fue luminosa y cálida. Perfecta para tomar el sol bajo el viento invernal. Adecuado para beber una taza de té y escuchar música clásica.

Ahora, el tiempo refleja la tempestad en su interior. Es algo gris y monótono. Como la estática del ruido blanco, y violento como una colisión.

Lan Zhan se aparta del punto donde ha estado esperando los últimos veinte minutos, y se inclina sobre la barandilla desde la cual se aprecia el río correr.

El río ha crecido bastante a raíz de las lluvias recientes. La corriente es turbia, congelada. No puede evitar preguntarse qué ocurriría si cayera.

'Quizá me ahogue'.

'Tal vez me hunda con la basura del fondo', razona.

Cree que es un fin demasiado tortuoso.

No puede evitar estremecerse.

Lan WangJi se aferra al asa de mano, y aprieta la decoración de su bolso para tranquilizarse.

Sabe que es imprudente pensar en esas cosas. Desagradable. Horrorizante. Indebido.

Da una respiración profunda, pero el ruido blanco continúa zumbando en su mente, hasta que el sonido se disocia.

Se limitó a mirar a la nada una vez consiguió calmarse. A un punto fijo y aburrido más allá de la corriente.

Siente los párpados pesados y las palmas de sus manos hormiguean.

Cree que si pudiese ver su reflejo, encontraría nada más que un par de cristales rotos. Como el ámbar opaco. Sin brillo. Sin vida. Sin valor.

"WangJi", se le llama con benevolencia. Es una voz familiar, alguien que conoce bien.

No puede evitar sentir su corazón asentarse en el pecho, y el calor subir por su rostro pálido.

Corrige su expresión, de una muñeca sin alma a ningún gesto en absoluto. Una mirada totalmente plana y aburrida.

Su hermana le sonríe. Los hombros caen en alivio, y estira su mano, con una manicura en colores sobrios, para que WangJi la tome.

Y así lo hace.

Como una polilla a la luz. Lan Zhan se aleja de toda clase de escenario caótico de muerte e intrusión, y regresa al lugar seguro.

Su hermana le abraza, pero ella se queda quieta. Lan Zhan no es buena para abrazar a otros. No le gusta iniciar el contacto, detesta que cualquier persona la toque.

Pero no su hermana. Ella es amable. Nunca se aferra demasiado tiempo, no aprieta y no le obliga a corresponder. Lo cual está bien. Sin embargo, puede sentir la ansiedad en cada contacto, y Lan Zhan se siente miserable porque su hermana mayor merece tranquilidad en su día a día.

Lan XiChen se disculpa.

Lan WangJi no cree que haya hecho algo malo.

'Un abrazo nunca está mal'.

Todo lo bueno en la vida me lleva a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora