XVIII. Distanciarse parte III

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Lan XiChen tuvo que hacer una pausa entre mordiscos, pues el comentario jocoso de Nie MingJue le provocó una risa, a lo que temió sufrir un percance por no masticar su comida de manera adecuada.

La sonrisa de su prometido fue luminosa y radiante; sus hombros se sacudieron con evidente diversión, y apartó su vista por un instante para cortar un trozo de filete. Era una de esas tardes en las cuales sus agendas coincidieron para tener un momento compartido. Y habían liberado espacios entre sus citas para encontrarse.

"Da-ge, no digas esas cosas en público", apenas contuvo su buen humor.

Nie MingJue contuvo la voz ronca, e hizo un gesto vago con la mano. "¿Por qué no?"

Su atención fue captada por el brillo del identificador de llamadas. Su telefono vibró y se encendió, Nie MingJue contuvo el gesto, en caso de que fuese algun tonto de la oficina tratando de arruinar la atmósfera romántica que se estaba desarrollando ahí.

"Si es la oficina, diles que estás en tú descanso".

Nie MingJue solía apagar su teléfono, lo que resultaba en un sin fin de llamadas urgentes por parte de su asistente, pero nunca, ninguna situación fue tan apremiante para interrumpir el tiempo de calidad con su amada.

Lan XiChen frunció el ceño, y se giró hacía su prometido. "No, es Huaisang".

"Qué rayos, ¿ahora en qué problema se metió?", inquirió mientras bebía de su copa de vino.

Lan Huan estaba igual de confundida, así que oprimió aceptar y posó el móvil contra su oreja.

"... Saozi", dijo el menor de los hermanos Nie.

"Huaisang, me llamas durante el almuerzo, pero dime, ¿en qué puedo ayudarte?"

La seriedad en el tono de su cuñado le indicó que algo no iba del todo bien. No ahondó a profundidad en los detalles pero dijo lo suficiente para levantar las alarmas de Lan XiChen, quién encontró urgente volver a casa para valorar el estado de su hermana menor.

"Espera", detuvo MingJue. El contenido en el bolso de Lan Huan cayó al suelo. Esto llamó la atención del resto de comensales. El hombre se arrepintió por sobresaltarle, y se agachó sobre las pertenencias para colocarlas en el bolso de su novia.

Lan XiChen, se dejó caer de rodillas en el piso, e ignoró las arrugas en su traje o la suciedad que podría adherirse a sus medias.

Nie MingJue tomó el teléfono y llamó a Huaisang al otro lado de la línea en búsqueda de orientación.

Cuando Huaisang dio los pormenores de la situación, torció la boca con un gesto desagradable, y entendió el porqué del nerviosismo paralizante en XiChen.

Intercambiaron algunas palabras en lo que sintió fueron horas. Finalmente, se dio término a la llamada, y Nie MingJue la tomó del brazo y le guió con amabilidad al exterior.

"¡Escuchaste lo que ocurrió!"

"Si, A-Huan, Huaisang me lo contó todo".

"¿Por qué está ocurriendo esto?", dijo con mortificación, el hombre le guió entre el gentío rumbo al estacionamiento, y XiChen apresuró el paso pese a los zapatos altos, frente a la necesidad de ver a WangJi.

"Huaisang dijo que se encargará del resto".

"¿Cómo es posible?"

"Hay que confiar en él", esto no tranquilizó a Lan XiChen, que se sintió impotente mientras tomaba lugar en el asiento del copiloto. "No creo sensato el que conduzcas. Dime, XiChen, ¿a donde debería llevarte?"

Todo lo bueno en la vida me lleva a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora