XXXVIII. Todo lo bueno en la vida me lleva a tí

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Lan WangJi comenzó a actuar extraño durante la noche. Wei WuXian no trató de dar segundas lecturas. Habían tenido un par de falsas alarmas en el transcurso de las últimas semanas, por lo que la ansiedad había aminorado poco a poco.

Cuando Lan Zhan se quejaba en sueños solía hacerlo porque el frío de la temporada invernal exigía una manta extra o el calor en la calefacción le resultó incómoda.

Wei WuXian hizo a un lado sus libros treinta minutos más tarde, debido a las quejas de Lan WangJi. Tomó un sitio en la cama y buscó que estaba mal, Lan WangJi se mantuvo adormilada por un tiempo; cuando la consciencia regreso a ella, notó que había echado aguas y en lugar de entrar en pánico, Lan WangJi sugirió tomar una ducha y buscar algo de ropa limpia.

Wei WuXian cedió a las exigencias de su novia, y se mantuvo a su lado. Si bien se había engañado con la idea de mantener la cabeza fría en necesidades apremiantes, frente al nacimiento de su bebé, Wei WuXian se vio al borde de la pérdida de razón.

"¿Lan Zhan, estás lista?", se mordió las uñas. Lan WangJi negó desde el cuarto de baño y Wei WuXian se apresuró a entrar para secarle el cabello. Ató su larga cabellera en un moño desordenado y Lan WangJi se enojó.

Wei WuXian le envolvió con un puñado de ropas. Una bufanda de lana gruesa, un abrigo de nieve e incluso una manta. Lan WangJi mantuvo la calma mientras Wei WuXian enloquecía por llevarle al hospital.

"¿DaJie ya ha sido informada?", preguntó sin presionarse en las escaleras.

"¡Llamaremos en el camino!"

Lan WangJi presionó algunas teclas en su teléfono, Wei WuXian le guió hasta el auto. CangSe SanRen y Wei ChangZe le siguieron de cerca, y fue su madre quien condujo hasta el hospital. Wei WuXian no podía entender cómo es que Lan WangJi podía tomarse las cosas con tanta calma, porqué no había perdido la cabeza. ¿Realmente su amada meimei podía ser tan estreñida emocionalmente que considero más importante llamar a su hermana mayor y revisar por quinta vez la maleta para el hospital?

Sin embargo, durante el descanso en una luz roja le sintió buscar sus manos y apretar con fuerza. Aún cuando el rostro no expresó nada, su corazón latió violentamente y se aferró a Wei WuXian en búsqueda de estabilidad y calma.

Wei Ying supo que debía dejar el dramatismo y apoyar a su amada en todo lo posible.

Durante un breve instante contuvo la risa al leer la expresión de Lan WangJi frente a la realización de hacer salir un niño de su .... bueno, detalles. Ella consoló con palabras reconfortantes y Lan WangJi apenas se relajó en sus toques gentiles. La separación fue más difícil de lo esperado, sus dedos se mantuvieron enganchados juntos hasta que Lan Zhan tuvo que ser intervenida.

Lan XiChen y Nie MingJue llegaron a la sala de espera. Una de las ventajas de asociarte a una médico tan prestigiada como Wen Qing o tener por cuñado político a Nie MingJue era que la seguridad y el cuidado de Lan Zhan estaría garantizado en buenas manos.

Aún así Wei WuXian se movió de un lado a otro por el espacio y Nie Huaisang le riñó ya que parecía tentada a hacer un agujero bajo sus pies. Su padre trató de tranquilizar, pero parecía igual de perturbado que aquella ocasión en la cual encontró a Lan Zhan viendo un video de parto. Por anécdotas de su madre, Wei ChangZe tuvo que hacer el trabajo sucio para el nacimiento de Wei WuXian porque en ese entonces eran un par de vagabundos que viajaban en su auto.

Tal vez ello lo desmotivó a tener más hijos. Wei WuXian no pudo saberlo.

Escuchó a su padre llamar por ella a sus espaldas, y Wei WuXian obedeció. Se sentaron uno al lado del otro. Wei WuXian reconoció la tensión en la boca del estómago y se incomodó. El nerviosismo subió y la ansiedad arañó por debajo de la piel. La palma abierta de Wei ChangZe se posó sobre la suya y le ahuecó. Fue gentil, y el toque bienvenido. Intentó tranquilizarla. Asegurar que todo estaría bien.

Todo lo bueno en la vida me lleva a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora