XXVIII. Cambios parte II

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La voz del operador sonó en los parlantes, indicando la llegada del tren en espera. Unió sus labios con los de Wei WuXian y la caricia fue bien recibida.

Wei Ying expresó amor en su mirada. Anhelo, devoción y afecto. Nada de eso pudo ser una mentira. Incluso cuando se apartó para abordar, sintió el tirón en la punta de sus dedos, donde Wei WuXian siguió aferrada hasta que el contacto fue roto.

Giró en dirección de las puertas del tren una vez que se hizo con un lugar entre los asientos. Observó a Wei WuXian con una sonrisa fresca, y siguió el movimiento del tren hasta que se apartó de su vista. Al cabo de dos minutos, sintió la vibración característica de un mensaje entrante. Y se animó.

[Ya te extraño, Lan Zhan 😭

Ten cuidado en tú camino a casa.

Enviame un mensaje cuando ya hayas llegado.

-Tú Wei Ying ❤]

Lan WangJi sintió que el nerviosismo acumulado en la boca del estómago en los últimos días finalmente se disipó. Había tenido gran inquietud en cómo la situación a considerar pudiese entorpecer su interacción. Imaginó silencios incómodos, miradas engorrosas, melancolía o cierta imposibilidad en hablar de manera libre entre sí. Para su fortuna, Wei WuXian era lo bastante prudente y madura para aligerar las cosas para WangJi.

Dio una contestación breve como única respuesta momentánea. Se reajustó la mascarilla, y silenció el bullicio del tren con algo de música clásica. Apoyando la cabeza contra el cristal, cerró los ojos, e inconscientemente su palma se posó sobre su estómago plano.

A mitad del viaje de regreso, recibió el correo de su hermana mayor, en este se señaló su intención de reunirse en una cena familiar, ya que había salido temprano y Nie MingJue estaría fuera en una cena de negocios. Lan WangJi intercambió mensajes cortos en lo que resto de trayecto, y dejó la conversación pendiente con la llegada a la finca. De cualquier manera su hermana no estaba muy lejos de su destino.

Hablar con su hermana era fácil, más fácil en los últimos años. Aún había mucho que no podía ser compartido; sentimientos que ocultó en su corazón por temor a sobrecargarla con su pesar, y pensamientos que solo podían ser suyos. Pero Lan Huan fue la única presencia amable en su vida, antes de conocer a Wei WuXian. Y esta sensación le proporcionó seguridad la mayor parte del tiempo.

Sin embargo, las obligaciones de la vida adulta y los compromisos abrió una brecha aún mayor que dictó la inminente separación. Algún día su hermana se casaría con Nie MingJue, se iría a vivir a QingHe con él y vivirán en su casa para estar lejos de los ancianos. Tal vez tomaría el cargo de los negocios Lan desde la sede remota en QingHe y visitaría a WangJi en celebraciones como el cumpleaños del tío o el suyo.

Subió a su habitación para refrescarse y hacer el cambio de prendas por piezas más cómodas después de un largo día de trabajo. No tenía nada en el estómago desde el escaso desayuno que tomó por la mañana y la bebida de electrolitos que Wei WuXian le había comprado por la tarde. Notó el pastel de osmanthus junto a su mesita de noche. Su novia lo había comprado, entre otros bocadillos, en su última visita, y Lan WangJi no se había sentido bien para comerlo.

Asumiendo que se encontraba mejor del estómago, rompió la envoltura plástica y dio una mordida a la masa suave. Sin embargo, después de algunos bocados la sensación extraña se extendió en ella. El sabor del pastel había sido excesivamente dulce en el paladar. De manera acaramelada y casi nauseabundo. Era demasiado fuerte, así que intento beber de su botella de agua para aminorar el disgusto. Pero el sabor no desapareció enseguida, quedando atascado en su garganta de manera poco placentera. Observó detenidamente la textura del pastel en manos. Blanda y suave, con un olor a té característico. Era el mismo bocadillo que solía compartir con Wei WuXian.

Todo lo bueno en la vida me lleva a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora