Todo lo bueno en la vida me lleva a ti

XIII. Entendimiento parte IV

"¿Cómo es que Wei Ying conoció a sus amigos?", inquirió con evidente curiosidad.

Wei WuXian dejó su cubierto flotando a medio camino de su boca y sonrió. Pronto, el tazón con sopa picante quedó en el olvido. Y Lan WangJi colocó algunas raciones de carne en el plato de su enamorada.

Wei Ying se lanzó contra la silla, y pensó con evidente nostalgia. Lan WangJi no pudo evitar sonrojarse. Con la llegada de la primavera, las temperaturas se volvieron más cálidas, y el uso de enormes abrigos pasó a sudaderas y chaquetas menos voluminosas. Wei WuXian tuvo la manía de no usar sujetador. Aunque no lo necesitaba, aún así, con algunos motimientos casuales, su chaqueta podia correrse a un lado y revelar las formas ocultas en las prendas de algodon negro.

Dio algunos golpes con su dedo, cerca del lunar con su boca y entonces sonrió: "Bueno, Huaisang y yo nos conocimos en el primer año de escuela secundaria. Nos hicimos bastante unidos. Siempre ha tenido esa personalidad extravagante y ridícula; pero es un buen tipo, también es carismático y gracioso. Simplemente, ¿ocurrió?", se encogió en hombros. "No lo sé. Tuvimos buena química. Además recuerdo que solía salvarle el trasero cuando los chicos de otros grados lo molestaban por ser... si, ya sabes como es Huaisang. A las personas en general no les gusta cuando alguien se comporta fuera de la norma", reflexionó. Wei WuXian dio un sorbo a su bebida, y WangJi se encontró asintiendo a sus palabras.

De hecho, entendía el razonamiento. Ella misma había experimentado actos de rechazo al ser quien era. Lo que sea que eso significara.

"No mentiré. También me golpearon cuando adolescente. Fue una época muy complicada. Tuve mucha ira embotellada. ¡Finalmente era yo! ¡Era feliz!, pero la gente me tachó como anómala. Incluso hubo chicos de mí curso que me golpearon".

"Wei Ying...", pronunció con evidente preocupación. No era agradable que te golpearan, bajo ninguna excusa. Lan WangJi sintió su corazón apretarse. Sus dedos buscaron la mano de su novia inconscientemente. Wei WuXian dio una sonrisa cálida, demostrando que aquello ya era asunto pasado.

"No hay mucho de qué preocuparse. Creo que a ellos les dolió más el orgullo debido a que una chica los venció", soltó una carcajada jocosa, y añadió una broma personal en que, incluso antes de hacer su cambio, había sido su madre quien le había enseñado a defenderse de los matones. "¡Solo estaba en el jardín de infantes! ¿Quién demonios iba a acosarme? ¿El niño del balancín? Creo que en realidad yo fui descarada al tomar el almuerzo de esos niños porque mí madre me preparaba bocadillos incomibles".

Lan WangJi se relajó. Escuchó las historias de Wei WuXian y supo que no había tanto por lo cual preocuparse. Como cualquier adolesencte, ella había tenido problemas, pero fue su personalidad radiante y resiliencia la que le ayudó a superar las adversidades.

"¿Los chicos dejaron de molestarte?"

"En realidad no", Wei WuXian tomó un puñado de uvas del tazón del buffet y las empujó, con evidente travesura, a la boca de Lan WangJi. Ella aceptó la fruta, la cual estalló dulce en su paladar. "Me siguieron molestando; como nadie parecía hacer nada, mis padres me cambiaron de escuela. Pero seguí en contacto con Huaisang estos últimos años. A Wen Qing la conocí en la universidad mientras estudiaba medicina".

Lan WangJi recordaba el nombre de Wen Qing, y su hermano Wen Ning. Eran amigos cercanos de Wei WuXian. Solían salir a cenar o pasar el rato en las contadas ocasiones en que la médico tenía algunos días libres de la guardia nocturna. Wei WuXian hablaba de Wen Qing con afecto, no de alguna manera en que Lan Zhan se sintiese insegura, sino como una vieja conocida a quien podría considerar una hermana o mejor amiga. Desafortunadamente, Wen Qing se encontró como la encargada de la clínica de su familia, dedicada a la medicina, por lo que su tiempo de convivencia se redujo bastante en los últimos años.