Capítulo 69

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Sus manos estaban entrelazadas, el ruido mañanero invadía sus oídos, los rayos del sol y la leve brisa del aire golpeaba sus rostros con gentileza, la gente a su alrededor solo les miraban sin decir absolutamente nada. 

No eran miradas desaprobatorias, claro que no, solo sonreían al ver dos parejas recién casadas, lo suponían por los anillos en sus dedos, y que están bastantes enamorados. 

Apenas terminó la fiesta decidieron ir a casa para que la luz de la luna nuevamente sea testigo del gran cariño que se tienen. Hicieron el amor bajo las sábanas y sus almas se fusionaron aún más de lo que se podía. 

Esta mañana decidieron salir a caminar juntos por la gran ciudad de Seúl. Sentían que ahora que están casados el mundo debería saberlo, porque a pesar de todo lo que ocurrió, lograron estar juntos. 

— Estoy muy feliz. -besando el dorso de su mano sin parar de caminar, Jungkook dijo. — Siento que podría morir en paz. 

El rubio sonrió a la vez en que golpeaba el brazo de su pareja. Él estaba dramatizando. — Estamos recién casados, no puedes dejarme. 

Al ver el mohín en sus labios, Jeon frenó sus pasos. Con delicadeza tomó el rostro de Jimin y lo acercó al suyo para susurrarle. — Jamás te dejaría. -besó sus labios por dos segundos. — Pero, de verdad que estoy muy feliz. 

Jimin sonrió enternecido y anonadado por la ternura de su esposo. Dios, cuánto ama al hombre que tiene al frente y es capaz de gritarlo sin miedo. 

— Lo sé, amor. -concordó acariciando sus suaves y blancas mejillas. — Le haz dicho a cada persona que ha pasado por nuestro lado que estamos casados. 

— ¿Cuándo he dicho eso? -haciéndose el desentendido y sonriendo preguntó. 

— Kook, no lo niegues. -le recriminó. Sus manos se volvieron a entrelazar y dieron inicio nuevamente a sus pasos. Sin embargo, Jimin aún no terminaba de hablar, soltando un suspiro dijo. — Pasa alguien y le dices "Es mi esposo, no lo miren" y les das una mirada como si estuvieras molesto. 

Y es absolutamente verdad. Hace menos de unos diez minutos a Jimin se le quedaban mirando, cosa que es entendible por su innata belleza, y Jeon no encontraba mejor solución que decirles aquello junto con una mirada amenazante. 

Nadie podía ver a su rubio. 

— Quiero que todos sepan que eres mi esposo, cariño. No quiero que te miren. ‐abultando sus labios confesó. A Park solo le daba risa por el comportamiento que estaba teniendo. Son celos, pero de los sanos. — Eres demasiado hermoso para esta sociedad. 

Jimin carraspeó avergonzado mirando hacia otro lado. Su corazón se aceleró y su cuerpo se debilitó, todo por las palabras tan lindas y cursis que Jeon le decía. Y aunque debería estar acostumbrado a eso, porque el pelinegro cada vez que podía se lo decía, no podía. 

Jeon aún lo colocaba nervioso. 

— Y-Yo debería estar celoso. -titubeando dijo, la mirada de Jungkook cayó en él. — Porque cada chica que pasa babea por ti y te miran con deseo.

Jeon sonrió esta vez y sin pensarlo tomó sus caderas para acercarlo y como consecuencia sus torsos chocaron ante la fuerza que fue ejercida. Todo se estaba volviendo íntimo para ellos mismos.

— Cariño, sabes que soy solo tuyo y de nadie más ¿Verdad? -Jimin subió sus brazos alrededor del cuello de Jungkook y solo para molestarlo, hizo un sonido cuando frunció sus labios. Parecía pensarlo, como si no estuviera seguro de eso. Es por eso que Jeon alzó su voz y dijo: — ¡Estoy con Park Jimin! ¡Él es mi esposo! 

Please love me ୧ (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora