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Sentía mis nervios crecer, parecía que todos esperaban que Jung fracasara y después de comenzar a escuchar todas esas risas supe que tal vez me había equivocado.

Camine hasta la tela y me asome un poco viendo que estaba nervioso, escuche una risa tan escándalosa y irritante que solo solté un bufido mientras lo miraba.

-¿Y ahora que quieres?

- ¿Porque tanta fe en el?

- Eso no te incumbe.

-¿Que viste que te pone así?

Susurro en mi oído y solamente lo aparte, estaba loco, por un momento me hacía dudar de que el fuera parte de mi familia pero luego recordaba a mi madre y a su esposo y sabía que si era posible.

-¡Ahora!

Le grite a Bam Bam y el enseguida puso la canción, comenzó a cantar pero podía notar como temblaban sus manos mientras sostenía el micrófono, solo rezaba porque todo saliera bien y no se desmayara.

Vi como cerraba los ojos y fue el momento exacto en que pude notar como algo cambiaba en el, su voz salió y fue como si me regresarán a la primera vez que lo escuche.

Lo mismo que me había cautivado ahora lo hacía nuevamente con la diferencia de que esta vez lo tenía frente a mi, su voz comenzó a sonar cada vez más dejando en blanco a todos.

Sonreí orgulloso mientras me retiraba y mire hacia Seokjin, tenía la mirada perdida y la boca abierta, parecia como si hubiera visto algo asombroso, y así era.

Su voz no sonaba como de costumbre, en los ensayos parecía que era otro y ahora, aquí frente a todas esas personas era alguien más.

Sentía como mi corazón latía a más no poder con cada verso que decía, esta sensación ya la conocía, ya no era extraña para mí ni mucho menos era horrenda como pensaba.

Era especial.

Verlo frente a todos cantando, siendo el mismo, demostrando quien era realmente me había hecho tomar el valor necesario, ese valor que había estado buscando en estas semanas que estuve junto a él.

Cuando llegó al coro sentí un hormigueo en todo mi cuerpo, y fue como si me mostrará el recuerdo de aquella vez, aquella noche que me quede en su habitación en la que lo reclame como mío

Todo esos recuerdos parecían comenzar a atacarme dejándome sin habla pero sin apartar la mirada de el.

La canción término y vi como todos se ponían de pie y comenzaban a gritarle, los aplausos sonaban más fuerte que cuando canto Seokjin, todos gritaban con euforia que siguiera deleitandolos con su voz.

Me asome para que pudiera verme y así fue, note sus ojos llorosos y como miraba de vez en cuando a todos los presentes, estaba igual que yo, ambos sentíamos lo mismo en ese momento.

Destendi mi mano invitandolo a que regresara conmigo y el al instante lo entendio, en el momento en que su temblorosa pero cálida mano tomó la mía lo ayude a estar a lado mío.

Todos seguían gritando pero note como Hoseok parecía estar en shock aún, le sonreí mientras escuchaba murmurllos detrás nuestro, era Seokjin.

-¿C-como hiciste eso? Y-yo-

- Es momento de que aceptes la derrota.

Le dije mientras Seokjin seguía manteniendo su cara de asombro, era obvio que todos estuvieran así, porque nadie creería que Jung, aquel chico que solo se pasaba con la mirada en los libros, el que recibía golpes diariamente y siempre era defendido por su mejor y única amiga, el que siempre dejaba que se burlaran en su cara, nadie podía creer que aquella persona era la misma que el día de hoy les había cerrado la boca a todos, que poseía una voz única y que su modo de demostrarlo fue en un estúpido concurso cantando una canción demasiado homosexual y prohibida en diversos lugares.

𝓛𝓪 𝓸𝓬𝓪𝓼𝓲𝓸𝓷 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓪𝓶𝓪𝓻𝓷𝓸𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora