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El timbre sono haciendo que la mayoría de estudiantes comenzara a correr hacia los salones, sentí como alguien pasaba a lado mío y sin imaginarmelo chocaba conmigo haciendo que tropezara y cayera al suelo.

Gruñi molesto sintiendo un ardor en mi mano y alce la mirada encontrandome con aquellos ojos similares a los de un gato y aquella piel pálida que parecía de un muerto.

- Lo lamento, no vi que estabas enfrente mío.

Dijo con burla mientras sonreía, me puse de pie y sintiendo la mirada de todos sobre mí alce mi mano tomándolo del cuello de su camisa y acercandolo asegurandome que me escuchará solo él.

- No es un buen momento para tus idioteces Min, si por mi fuera ahora mismo te partiría la cara pero últimamente tengo mejores cosas que hacer, lárgate pero no bajes la guardia.

Le di un empujón haciéndolo caer al suelo y escuchando las risas de los demás, pase a lado suyo y sin decir nada más me fui a mi salón, entre y me senté sintiéndo como me picaban la mejilla por lo que rodee los ojos y mire frente a mi.

Moonbyul parecía nunca cansarse, me miro y sonrió para después sentarse cerca mío y acercarse hasta mi oido.

-¿Donde esta tu novio?

- Hoseok esta enfermo, anoche le dió fiebre y se quedó en casa.

-¿En casa? Osea que viven juntos, Kim no te conocía esas mañas

Dijo haciendo su voz chillona mientras me movía de un lado a otro, cerré los ojos tratando de mantener la calma hasta que se detuvo y se sentó nuevamente a lado mío.

- Note... Como parecía asustarse ante la multitud de toda esa gente, he de admitir que me asombro y su voz, su voz es hermosa, no merece estar atrapada todo el tiempo con el temor del mundo exterior. Si yo tuviera una voz así trataría de hacer lo posible para que todo el mundo lo note y me saquen de una vez por todas de aquí.

- El no lo ve así, tiene miedo, mucho miedo.

- Es normal, parecía un pequeño hámster asustado y tu como el perro que eres debes de cuidarlo, este mundo está lleno de gente de mierda que espera la más mínima oportunidad para apagar esas voces de oro, no lo dejes ir Kim, porque por primera vez después de tantos años ya no estas bajo la sombra de tu odioso primo.

Se puso de pie y me sonrió para después irse a platicar con sus amigos, Hoseok se había convertido en una persona muy especial para mí porque sin darme cuenta él me había hecho cambiar cada aspecto de mi y de mi vida.

En lugar de ser recibido por golpes y el odioso aroma a licor barato y cigarros ahora me recibían con un dulce beso, unos brazos cálidos y un aroma dulce proveniente de la comida de la señora Jung.

Tenía lo que tanto había pedido.

Jamás hubiera pensado que tener a Hoseok como mi novio me haría tan feliz, porque a su lado todo parecía ser perfecto.

Las horas pasaron lentamente haciéndome odiar el día hasta que por fin escuche el sagrado timbre que marcaba la salida, recogi mis cosas y las guarde para después colgarme mi mochila y salir corriendo chocando a propósito a Min y haciéndolo caer.

Escuche como me gritaba pero nada de eso me importaba, solo quería llegar a casa y ver a Hoseok.

Sentí como alguien me detenía sosteniendo mi mano por lo que me safe y mire a la persona sintiéndome extrañado.

-¿Momo?

- Hola Kim, ¿Como esta Hoseok?

- El esta bien.

-¿Lo estas cuidando verdad?

- Siempre lo hago, tengo prisa así que ya me voy.

Le dije viendo como hacia una mueca pero decidi ignorarla, eso había sido extraño para mi, alce los hombros y sin más comencé a caminar rápido por las calles que ya sabía de memoria.

Un delicioso aroma me hizo detenerme y cerrar los ojos mientras inhalaba el dulce aroma a fresas, abri los ojos mirando una nueva pastelería y sin más entre viendo todos los postres que relucian en enormes vitrinas de vidrio hasta que uno logró llamar mi atención.

Un enorme pastel que parecía tener queso y era decorado por enormes fresas que parecían cubiertas de miel llamo mi atención, a hoseok le gustaría, mire la etiqueta viendo el precio que tenía y meti mis manos en mis bolsillos notando que no tenía suficiente dinero, baje la mirada y estaba dispuesto a irme pero senti como alguien se paraba a un lado mío.

- Por ser nuestro primer día tenemos un descuento, aunque también lo vendemos por rebanada.

Me dijo sonriendo así que asenti, el imaginar a Hoseok feliz por esto me hacía feliz a mi también.

Seguí a la encargada que amablemente me dio una rebanada para después colocarla en una charola y luego en volverla en un papel blanco con pequeñas notas musicales, perfecto.

- Gracias por su compra.

Me dijo para después despedirse, salí de la pequeña pastelería y mire en mis manos la pequeña cajita, sabía que a hoseok le encantaba la fresa, ahora sólo esperaba que tuviera un buen sabor.

Llegó hasta su casa abriendo la puerta con la llave que me había dado la señora jung hace unos días, cerré la puerta y deje mis cosas en uno de los sillones para después comenzar a subir las escaleras, estaba ansioso. Llegue hasta la puerta de su habitación tocando levemente esta logrando llamar su atención, mire sus ojos un poco adormilados y su cabello despeinado logrando sacarme una sonrisa.

- Llegaste Tae.

-¿Recien despertaste?

- No, pero no tengo ganas de salir de mi cama.

Dijo sentandose en su cama, me acerque hasta él y deje un pequeño beso en su frente sintiendo que estaba un poco caliente por lo que dude en darle el pequeño postre.

-¿Que es eso?

-¿Ah? E-esto es para ti.

-¿Para mi?

El brillo en sus ojos sería algo que jamás podría olvidar, eso y la sonrisa que tenía, algo singular porque era la primera vez que veía una sonrisa así, perfecta.

Era como si estando a su lado ambos nos sumergieramos en un pequeño mundo, en donde solo nosotros podíamos estar y uno en donde cada uno nos entendíamos y complementabamos por completo.

¿Podiamos quedarnos asi para siempre?







Bueno mis ✨ estrellitas ✨ espero les haya gustado, no se les olvide votar y comentar 😉

- Jungyuli3312💜

𝓛𝓪 𝓸𝓬𝓪𝓼𝓲𝓸𝓷 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓪𝓶𝓪𝓻𝓷𝓸𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora