Planeando el baile

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Narra América:

Acabo de llegar a la escuela, no paso ni siquiera una hora de que llegue, y vi a Lupita, esta amenazando a Alonso, iba a acercarme, pero en eso, ella se acerco a mi.

-Hola América. -Lupita me saludo.

-Hola... -Saludé. -¿Que hacías con Alonso? No son celos, es curiosidad.

-Ouh, nada, tranquila, somos amigos, es todo, así que no te preocupes por mí. -Lupita Sonrió.

-No, tú no me preocupas, me preocupa él.

-Awww, que ternura -Tomo mis mejillas con ambas manos. -Creeme, Alonso no es lo que tu crees. -La castaña se rió.

-Sueltame. -Le quite las manos. -¿Porque dices que Alonso no es lo que creo que es? ¿Sabes algo que yo no?.

-Ahm... No, simplemente que no lo es, y pronto te darás cuenta. -Lupita continuó su camino.

Después de esos breves minutos hablando con Lupita, me dirigí hacia Alonso, no se veía de humor, aun así me acerque a él.

-Hola mi amor, están planeando el baile sé qué aun faltan 4 meses, pero quieren saber si iremos vestidos iguales.

-Encargate de eso tú, al final siempre haces lo que te da la gana. -Alonso dijo enojado.

-Amor es importante, además necesito saber que demonios hablabas con Lupita, creo que dejaré el baile de lado, cuentame, porqué ella te estaba amenazando... -Lo miré.

-¡Deja de espiarme por una puta vez en tu vida! Ni siquiera quiero ir a ese estupido baile, estoy harto de todo, de Lupita, de la escuela, del baile, de ti! Quiero que me dejen en paz, no sé porque deje que me inscribieran aquí, maldita sea la hora en la que te conocí. -Alonso estaba rojo del coraje.

-Alonso, debes calmarte, esta bien, te daré tu espacio, pero calmate. -Trate de tranquilizarlo.

-¡No me digas que hacer, me caga que me digan que hacer, yo haré lo qué me plazca! Y si quiero gritar, gritaré, no me importa quién este, haz acabado con la poca paciencia que tenía, me haz agotado, no te soporto, todo el tiempo buscas algo nuevo para quejarte, primero con mi cabello, lo cambiaste, y te lo pase, mi ropa, la cambiaste y no dije nada, pero aborrezco con ganas que me digan que hacer, no soy un puto niño! -Alonso tomo aire.

-Que lindos modales tienes Alonso, ¿Con esa boca besas a tu mamá? Deberías lavarte la boca con jabón. -Dijo Lupita mientras caminaba hacia nosotros.

Alonso se fue dejandonos solas en el patio.

-Ahora no Lupita, contigo hablaré después, tengo que hablar con él.

Apresure el paso para poder alcanzar a Alonso.

-Espera por favor, sé que no me soportas, pero Lupita me dijo que tú no eres lo que yo creo y quiero saber porque ella dijo eso, si al principio del curso ella no te conocía.

Alonso se detuvo en seco y con un tono burlón y con enojo me dijo.

-Porque soy demasiado para ti, porque eres pobre y alguien como yo jamás, se fijaría en ti, y no me hagas hablar más.

Cuando me dijo eso, sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo. Había visto a Alonso enojado, pero jamás a este grado, sus ojos de pronto se tornaron de un color que nunca había visto. Por un momento sentí que ese no era Alonso, pero estoy segura que no lo sentía, y solo lo dijo para que lo dejara en paz, le daré su espacio, unos días, para que se calme un poco y después hablaremos más tranquilos, tal vez siente mucha presión de mi parte, pero dejaré de presionarlo tanto con todo.

Lo mejor será qué me vaya a mi casa, después de todo, Alonso esta molesto y no voy a llegar a nada con él. Camine con la cabeza agachada todo el trayecto a mi casa.

Abrí la puerta y corrí por las escaleras hasta mi habitación. Cerré la puerta, me aventé a la cama y cerré los ojos, podía imaginarme perfectamente la habitación de Alonso, el vitral que tenía como reemplazo de la ventana, que cuando el sol le pegaba, los rayos de colores llenaban de luz todo el lugar, recordaba la esponjosa cama, y todo lo que tenía regado por diferentes rincones.

Puedo verlo recostado, con esa ropa de colores bastante brillantes, unos ojos azules, tan azules que podrías confundirlos con el mar, lo sigo recordando con su cabello rubio, le caía perfectamente por el rostro, y cuando lo veías caminar por la escuela, parecía despreocupado, relajado, pero a la vez silencioso y misterioso.

Alonso era el sueño de cualquier mujer, tiene todo lo que deseas, pero es un chico de cuidado, pues su temperamento es cambiante, un día puede estar riéndose contigo y al día siguiente no eres nadie para él.

Así es Alonso Villalpando.

Alonso's Castle (ALONSO VILLALPANDO Y TU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora