Soy yo (Pt.1)

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Narra Alonso:

Es lunes por la mañana, 8 en punto, me encontraba sentado en una banca en el patio de la escuela, de repente vi a una chica bastante linda, y viene hacía mí, esto comienza a ponerse extraño, pues nadie se me acerca ni de broma, bueno si, pero eso es otro asunto, joder, ¿Qué hago?.

Bueno demasiado tarde, ya esta frente a mí....

-Hola. -Saludó la chica. -¿Cómo estás?.

-Hola. -Dude un poco en responder. -Bien, creo, ¿y tú?.

-Muy bien gracias. -Me sonrió.

La chica me sonrió, con amabilidad y dulzura, era muy linda físicamente; era de mi estatura, cabello negro largo, tez clara, mejillas ligeramente rojas, una amplía sonrisa, labios ligeramente gruesos y rojos, usaba un vestido rojo con lunares blancos, extrañamente y para mi gusto llevaba unos converse blancos, y su perfume, era dulce, y a la vez fresco. Era agradable.

-Me alegro. -Intente sonreír pero me salió más una mueca.

-¿Seguro?. No pareces feliz, ¿Te sucede algo?. -Pregunto la chica con curiosidad.

-No lo estoy, la chica de la que estoy enamorado, no me hace caso, ya tiene a alguien más, y todo porque yo lo arruine, ahora no sé que hacer. -Concluí.

-¿Te haz preguntado si realmente ama a ese alguien? -La chica me miró.

-Sí, y si lo ama de verdad, sé qué no como a mí, y eso es lo que me preocupa. -Agache la cabeza.

-¿Y si te dijera que yo puedo ayudarte? Yo puedo hacer que ella te ame como tú quieres. -Me sonrió.

-¿Ya me viste? -Me quite el casco. -Soy un mounstro, doy asco, y nadie se me acerca, ni siquiera ella.

La chica acarició mi rostro, con tal delicadeza que parecía que con su toque podía romperme.

-Escucha Alonso, no dudes de mí, tal vez me ves como alguien muy simple, pero no lo soy, pero lo más importante, no dudes de ti, ¿Donde quedó ese chico seguro de sí mismo, el chico que con solo ver a las chicas estas caían a sus pies? -Me miro fijamente.

-Se fue... Un momento, ¿Cómo sabes mi nombre? -Detuve su mano.

-Te lo he dicho, no me subestimes, tal vez te puedo sorprender. -Sonrió.

-¿Puedo saber tu nombre? Digo solo por formalidad. -Sonreí.

-Puedes, si, pero no te lo diré, no aun, tal luego, ahora estamos en esto, yo te voy a ayudar, voy a calmar tu angustia, y todo volvera a la normalidad para ti. Pero si de alguna manera ella no te ama, tu vendrás conmigo.

-¿Ir contigo? -La miré con intriga. -¿A donde?.

-Sí, a un lugar del que ya no hay regreso, por eso debes estar seguro de hacer este trato, no porque yo quiera arruinar tu vida, sino para que pienses bien si es con ella con quién te ves en otra vida, de lo contrario América será inmensamente infeliz el resto de su vida y serás tú mismo quién acabe con tu propia vida, solo para que ella pueda ser feliz. ¿Te arriesgarías?. -La chica me miro esperando mi respuesta.

Ella me daba una opción de tener una vida con América pero si ella no me ama, no quería que fuera infeliz a mi lado, no merece eso, pero si lo hago, seria ponerla aprueba, esta era la decisión más difícil que tomaría, pero tengo que intentarlo.

-De acuerdo, lo haré, quiero hacerlo. -Dije convencido.

-Bien, ahora cierra los ojos, concéntrate y confía en mí.

-Claro. -Asentí e hice lo que ella me pidió.

Sentí como acariciaba mi rostro, muy suavemente, no había comentarios horribles de su parte, ni risas burlonas, solo podía sentir el aroma de su perfume, y de la nada sentí un poco húmeda mi mejilla, ¿Me ha besado? Sí, lo hizo. Ella me ha besado y no se quejo, no puedo creerlo.

-Ya esta, pero no abras los ojos, hasta que yo te lo diga. -Se rió.

-¿Me haz besado? -Pregunte un poco apenado.

-Sí, lo hice, espero no haberte puesto incómodo, ya puedes abrir los ojos. -Ella se aparto un poco.

-No, claro que no. -Abrí los ojos y ella me entrego un espejo.

Tome el espejo y me observe de todos los ángulos posibles, era yo, era mi cara, ahora tenía que ir a buscar a América.

-Ahora ve a buscarla, tienes un periodo de 3 días, si en el tercer día ella no te ama, vendrás conmigo, recuerdalo.

-De acuerdo, 3 días, pero ahora si dime tu nombre, a alguien tengo que agradecerle. -Sonreí.

-Eva, mi nombre es Eva, ya no hagas más preguntas. -Sonrió. -Mira allá va el amor de tu vida, ve con ella.

No lo dude, le agradecí y corrí hacía América, la tome del brazo y ella me miró.

-¿Alonso? -Me miró.

-Sí, soy yo. -Sonreí.

Alonso's Castle (ALONSO VILLALPANDO Y TU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora