Alonso's Castle (ALONSO VILLALPANDO Y TU)

Actitud arrogante

Narra América:

Eran las 8 de la mañana, decidí ir por un café antes de ir a la escuela, pasaron aproximadamente unos minutos y mi café estaba listo, pagué el liquido y salí del lugar dispuesta a llegar a la escuela.

Cuando ví a Alonso hablando con varias chicas, era un mar de chicas a decir verdad, no pude contarlas, así que lo deje pasar.

-America, espera -Dijo el chico asomandose sobre las chicas.

-¿Que pasa? -Dije sin dejar de caminar.

-Te estaba esperando.

-¿Para que? No entiendo para que me cuidas y proteges tanto, si veo que las chicas casi casi te caen del cielo.

Era verdad, si bien es cierto, los chicos de aquí no son feos, pero tampoco se ven como él, Alonso es la digna representación de estira la mano y te daré lo que quieras.

Alonso no aparentaba ser de clase media, y sí, todas aquí creen que porque es guapo, habla muy propio y se viste considerablemente bien, ellas creen que él puede sacarlas de su "Vida miserable".

-Oye, ¿En que tanto piensas?. -Chasqueo los dedos.

-En nada, me asqueo ver tu actitud arrogante con esas chicas.

-Pfff solo hago lo que me nace, no es culpa mía que todas quieran conmigo, pero mirame, soy exageradamente guapo, soy inteligente, cocino muy bien...

No lo deje terminar pues continúe mi camino, y como se podrán imaginar llegué tarde y como consecuencia me castigaron.

En eso sentí el choque de una bolita de papel contra mi cabeza, voltee hacía atrás, ahí estaba.

Tome el papel.

Nota:

Hola, fuiste muy maleducada
hace rato, pero te perdono, ¿Comemos juntos?.

-Alonso :).

-AAAAAAAAH! -Grite.

-Señorita Navarro, ¿Quiere compartir algo con nosotros?. -Hablo el profesor.

-No, lo siento. -Me senté de nuevo.

Alonso me miraba con una ceja alzada y yo solo asentí viéndolo.

La clase paso sin pena ni gloria, normal, y cuando salí todos me veían, era extraño porque antes nadie me notaba y que lo hicieran ahora era raro. En fin, me senté en la mesa donde Alonso se encontraba hablando con una chica, él le hizo una seña y esta se levanto.

-Hola -Sonrió.

-Hola -Respondí.

-No eres feliz ¿Cierto?.

-Claro que soy feliz, pero tú complicas mi felicidad.

-Lo siento, no quería incomodar. -Se levanto.

-Espera, no te vayas, lo siento, no estoy acostumbrada a esto, no convivo con nadie y que se interesen en mí, es extraño, comamos juntos. -Sonreí.

-Eres muy linda, el que no se fije en ti es porque es un ciego imbécil.

-Gracias Alón. -Sonreí.

-Alón... -El chico sonrió. -Creí que jamás volvería a escuchar ese apodo.

-Lo siento yo... No debí. -Dije avergonzada.

-No, tranquila, no hiciste nada malo, me diste un apodo, es todo.

-Dijiste que jamás creiste volver a escuchar ese apodo, ¿Quién te llamaba así?, ¿Tienes novia? Porque si la tienes no quiero incomodar...

Me levante y me fui de ahí, no le di oportunidad de decirme algo más, simplemente me fui, corrí a casa, subí las escaleras y me avente a la cama, no iría mañana, me reportare enferma, eso haré, eres una cobarde America, si eso eres.

De tanto pensar me quede profundamente dormida.