¹Guarida del diablo || Hyunlix✔

Cap 08

—Entonces, dime, hermano... ¿lo adquiriste para Hyunsoo o para ti? Hago una pausa en medio de ponerme mi corbata y me giro para encontrarme con la mirada burlona de Hyesook.

—¿Importa? —No tengo idea de cómo olfateó mi interés en nuestro empleado nuevo, pero no me sorprende.

Mi hermana siempre ha sabido leerme mejor que nadie.

Se apoya en el marco de la puerta de mi vestidor, donde me estoy cambiando para la cena.

—Supongo que debería haberlo esperado. Es bonito, ¿no? —Mucho. —Le doy la espalda deliberadamente. Hyesook vive para hacerme enojar, pero esta noche no lo logrará. Tampoco va a avergonzarme para mantenerme alejado de Felix.

El chico me intriga demasiado para eso.

—Sabes que pasó toda la tarde con Hyunsoo, ¿verdad? —Hyesook se adentra más en mi armario y toma mi corbata negra delgada, la cual no pude atar bien.

Resistiendo el impulso de alcanzar una diferente solo para fastidiarla, le quito la corbata y me la pongo con movimientos practicados. —Sí, lo sé.

Hay cámaras en la habitación de mi hijo y pasé mi tarde viéndolo jugar con su tutor nuevo. Terminaron de construir el castillo en el que estaba trabajando Hyunsoo, se comieron la fuente de fruta y queso que llevó Mark, luego jugaron un juego de manitas, donde Felix lo persiguió por su habitación y por el pasillo, haciéndolo reír tanto que soltó risitas resopladas. Después, Felix le leyó algunas de sus historietas favoritas; las que estaban en inglés, no las traducciones al coreano que Hyesook ingresó de contrabando para para ganarse la simpatía del niño. Mientras hablaba, Hyunsoo pareció fascinado con su hermoso profesor joven, algo de lo que no puedo culparlo.

Mataría para que el se siente a mi lado y me lea con esa suave voz ligeramente ronca, para sentir su mano jugar con mi cabello de la forma en

que jugó tan casualmente con el de mi hijo cuando se acurrucó junto a el como si lo conociera de toda su vida.

—Es bueno con él —continúa Hyesook a medida que termino de abrocharme el cinturón y alcanzo la chaqueta de mi traje—. Muy bueno. —Me di cuenta.

—Pero, aun así, vas a follártelo. Justo como lo haría él.

Mantengo mi tono nivelado.

—Nunca clamé ser diferente.

—Pero puedes serlo. Hyunjin... —Pone su mano en mi brazo, y cuando me encuentro con su mirada, dice en voz baja—: Nos fuimos. Vinimos aquí. Esta es nuestra oportunidad de empezar de nuevo, de convertirnos en quienes queramos ser. Olvida a nuestro padre. Olvídate de todo. Has invertido tu tiempo; ahora es el turno de Jinyoung y Jay.

Una risa seca se escapa de mi garganta.

—¿Qué te hace pensar que quiero empezar de nuevo? ¿O ser otra cosa que no soy?

—El hecho de que te fuiste. El hecho de que estemos aquí, teniendo esta discusión. —Su expresión es seria, por una vez abierta—. Deja que el chico sea el tutor de Hyunsoo y nada más. Diviértete en otro lugar. Es demasiado joven para ti. Demasiado inocente.

—Tiene veintitrés años, no doce. Y yo acabo de cumplir treinta y un años, apenas una diferencia de edad insuperable.

—No estoy hablando de la edad. No es como nosotros. Es delicado. Vulnerable.

—Exactamente. Y me lo trajiste a mi atención. —Sonrío cruelmente—. ¿Qué creíste que pasaría?

El rostro de Hyesook se endurece.

—Vas a destruirlo. Pero, bueno... —sus labios se tuercen en una sonrisa amarga mientras da un paso atrás—, así es como operan los Hwang, ¿no? Disfruta tu juguete nuevo, Hyunjin. No puedo esperar a verte jugar con el en la cena.

Y se marcha sin otra palabra.

...