Cap 26

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Para cuando terminamos de desayunar y tengo a Hyunsoo para mí, las nubes grises sustituyen al sol brillante que me ha despertado, y la temperatura desciende aún más cuando comienza a llover ligeramente. Según Hyesook, se supone que para el mediodía habrá tormentas, así que desecho la idea de llevar a mi alumno a otra excursión.

En vezde eso, dejo que Hyunsoo elija lo que quiere hacer en el interior y me uno a él en esa actividad, queresulta ser más bien el montaje de una torrede Lego. Eso funciona bien para mí, ya que nos permite practicar algunas de las palabras que ha aprendido.Cuando se aburre con eso, construimos un fuerte con almohadas y mantas, y jugamos a los campistas y a los osos: gruño mientras lo persigo por toda la casa, loque nos hace ganar miradasvagamente desaprobadoras de Minji y Mark, que están preparando la próxima comida en lacocina. Después, le leo sus cómics favoritosy jugamos con autos y camiones, nuestros vehículos elegidos compiten entre sí mientras hago comentarios comosi fuera un locutor de la NASCAR.

El chico es realmente brillante y divertido; es un placer enseñarle. Sin embargo, por muy atractivos que sean nuestros juegos, no puedo concentrarme plenamente en ellos, ni en él. Una parte de mi mente está en otro lugar, en otro par de ojos dorados. Después de que Hyunjin se fue, estuve despierto durante horas, con la piel enrojecida y el corazón acelerado. Cada vez que cerré los ojos, escuché su profunda voz suave haciendo esas promesas carnales y el dolor palpitante entre mis piernas volvió, haciéndome sentir resbaladizo e hinchado, tan sensible que apenas podía tolerar el roce de mis pantalones cortos de pijama. No fue hasta que cedí y usé mis dedos para alcanzar otro orgasmo que fui capaz de quedarme dormido... e incluso entonces, mi sueño fue intranquilo, lleno de brumosos sueños sexuales intercalados con fragmentos de pesadillas.

Pero no mis pesadillas habituales.

En ellas, sólo había un hombre con una máscara, y no quería matarme. Quería capturarme.

Quería hacerme suyo.


...

Hyunsoo y yo estamos tumbados bocabajo en su cama, hojeando un libro sobre el abecedario, cuando noto un cosquilleo entre los omóplatos. Echo una mirada curiosa por encima del hombro y el calor invade todo mi cuerpo cuando encuentro la mirada de Hyunjin.

Está apoyado en el marco de la puerta, observándonos, con una expresión cuidadosamente velada. No tengo ni idea de cuánto tiempo lleva ahí, pero no recuerdo haber oído que la puerta se abriera, así que debe de haber pasado bastante tiempo.

—Adelante, termina lo que estás haciendo —murmura—. No quiero interrumpir la lección.

Tragando con fuerza, vuelvo a prestar atención a Hyunsoo y al libro. Él también ha visto a su padre, pero su reacción es mucho más tranquila. Está ligeramente apagado mientras seguimos nombrando las letras y los objetos que empiezan por ellas, pero cuando llegamos a la P y hago ruidos de oink- oink para acompañar la ilustración del puerquito, vuelve a ser el mismo niño animado y risueño.

Incapaz de contenerme, vuelvo a echar un vistazo por encima del hombro y mi corazón se salta un latido. Hyunjin ya no me mira a mí, sino a su hijo, y hay algo suave y doloroso en sus ojos... una extraña especie de anhelo desesperado.

Parpadeo y, en ese mismo instante, su atención se desplaza hacia mí y la expresión extraña desaparece, es sustituida por el familiar calor abrasador. Sonrojándome, desvío la mirada y reanudo la lección con el pulso golpeando de manera irregular. Debo haber imaginado esa mirada, o haberla malinterpretado de alguna manera. No tiene sentido que Hyunjin anhele un hijo que está justo frente a él. Si quiere estar más cerca del niño, todo lo que tiene que hacer es acercarse a él, sonreírle, hablarle... conocerlo.

¹Guarida del diablo || Hyunlix✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora