Cap 50

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—Shhh, ya está. Soy yo. —Me arrodillo y la abrazo, sintiendo el temblor convulso de su cuerpo y del mío. Tiemblo de alivio, de rabia y del miedo que acabo de pasar, del horrible temor de que hubiéramos llegado demasiado tarde.

Estábamos casi en la gasolinera cuando Jinyoung me llamó de nuevo con la noticia de que su equipo había logrado la hazaña casi imposible de hackear un satélite de la NSA, y que podía localizar la ubicación exacta del coche de Felix... y del furgón negro que estaba a menos de media hora de ella y la perseguía.

Decir que rompimos todos los límites de velocidad existentes sería quedarnos cortísimos. Mark  aún se está recuperando de la decena de veces que estuvimos a punto de caer por un precipicio. Y un poco más y no lo conseguimos. El terror que me ha asaltado al ver su coche hecho un acordeón y en llamas... Si no hubiera sido por la furgoneta vacía que había al lado y el ruido de los disparos cerca, habría perdido la puta cabeza.

En realidad, sí que la he perdido cuando la he visto en el suelo con el asesino de pelo oscuro a horcajadas sobre el, con expresión lujuriosa en la cara.

El hijo de puta iba a violarlo antes de matarla.

Era la única razón por la que no estaba ya muerto.

Aprieto los brazos a su alrededor y el emite un leve sonido de angustia.

Me aparto de inmediato.

—¿Estás herido, gatito? ¿Te han hecho daño?

No responde, solo me mira con ojos enormes y vacíos, con las pupilas tan abiertas que el iris parece negro. Está en estado de shock, y no es de extrañar. Hasta un soldado experimentado estaría traumatizado.

Con cuidado, lo tumbo y empiezo a buscar si tiene alguna herida, empezando por las costillas y el estómago. Me alivia encontrar solo rasguños y magulladuras en el torso, pero cuando con la mano le rozo el brazo derecho, se sacude con un grito de dolor y su rostro se vuelve gris. Aparto la mano y se me dispara el pulso al ver la mancha roja en mis dedos mientras ella aprieta los ojos y respira entrecortadamente.

Joder. Sí, está herido.

Intento controlar las manos y le rasgo la manga.

—¿Un disparo? —pregunta Mark en coreano, justo cuando aparece a mi lado, y yo asiento con la cabeza. Mientras, me arranco un trozo de camisa para hacer un vendaje improvisado.

—Parece que la ha atravesado limpiamente, pero está perdiendo mucha sangre.

—Él también —dice Mark, y aparto la mirada de Felix para ver a su agresor. Está sentado contra el tronco de un árbol a unos metros de distancia; uno de los guardias ejerce presión sobre la herida del pecho y Arkash está ahí montando guardia.

—No creo que dure lo suficiente como para llevarlo a casa —dice Mark mientras termino rápidamente de atarle el vendaje y sigo examinando a Felix. Ha recuperado algo de color, pero tiene los ojos cerrados y la respiración demasiado apurada para mi gusto—. Si quieres interrogarlo, tendrá que ser ahora.

Joder. Mira que intenté hacerle el daño justo a ese hijo de puta para interrogarlo... Si muere, también morirá nuestra oportunidad de obtener respuestas.

Termino rápidamente de palpar a Felix y me pongo en pie de un salto. Por mucho que quiera llevar a mi gatito a un médico de inmediato, sus heridas no son mortales, pero no saber quiénes son sus enemigos sí podría serlo.

Estos hombres son profesionales, lo que significa que alguien los ha contratado, alguien poderoso, y necesito saber quién es.

—Vigílalo —le digo a Mark y me acerco al sujeto en cuestión.

¹Guarida del diablo || Hyunlix✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora