Lo primero que hago al llegar al hotel es encender el portátil, abrir la señal de vídeo de la habitación de Hyunsoo, y comprobar que mi hijo duerme plácidamente.
Lo hace. La luz nocturna en forma de auto que le gusta que dejemos encendida ilumina sus rasgos dormidos, revelando un pequeño puño metido debajo de su mejilla dulcemente redondeada. Mi corazón late con más fuerza al verlo, un dolor ya familiar extendiéndose por mi pecho. No lo entiendo, como tampoco entiendo mi obsesión creciente por su tutor, pero no puedo negar que está ahí, tan real y concreto como mi odio por la mujer que lo dio a luz.
Por Eunbin, y por todo el clan de víboras Bang.
La ira se enciende en mi estómago, y alejo mis pensamientos de ellos. Mañana será suficiente para lidiar con su último sabotaje; esta noche, tengo cosas más agradables en las que pensar.
Abro una ventana nueva, viendo la imagen de la cámara web de la laptop de Felix, y un resplandor cálido se extiende a través de mí a medida que su cara bonita llena la pantalla. A pesar de lo tarde que es, está despierto, con la frente fruncida mientras mira su ordenador atentamente. Debe estar haciendo algo en Internet, porque veo que su navegador está activo y, cuando entro en su historial de búsquedas, me complace ver que me está investigando.
Esperaba que pensara en mí, igual que yo pienso en él.
Por supuesto, no tiene idea que puedo ver esto. El ordenador portátil que le di es de un lote especial alterado por una de las empresas más oscuras de Jay. Parece una Mac normal y corriente, pero tiene preinstalado un software espía indetectable que nos permite vigilar a todo tipo de empresarios y políticos influyentes.
Muchos negocios se han llevado a cabo gracias a este software práctico y los secretos que ha revelado.
La observo durante unos minutos, divertido por sus intentos de leer un artículo de un periódico coreano utilizando herramientas de traducción web gratuitas. Arruga la nariz de la forma más adorable cuando está desconcertado, y sus ojos pasan de estar muy abiertos a entrecerrados y viceversa, sus dientes tirando con frecuencia de su labio inferior. Quiero morder ese labio grueso y suavizarlo con un beso, y luego hacer lo mismo por todo su cuerpecito delicioso.
Mi pene se agita al pensar en ello, y respiro para distraerme del calor acumulándose en mi interior. Por muy agradable que sea observarlo, lo que más deseo es hablar con el, escuchar su suave voz ronca, y ver su sonrisa radiante. Extraño esa sonrisa.
Maldita sea, lo extraño a el.
Es ridículo, lo sé: acabo de conocerlo esta semana y llevamos menos de un día separados, pero así son las cosas, es inevitable. El destino me lo trajo, y ahora es mío, aunque aún no lo sepa. Si no es por este viaje, ya estaría en mis brazos, pero los Bang metieron sus manotas sucias en nuestros asuntos y aquí estamos.
Respirando de nuevo, abro el programa de vídeo de Jay y hago la llamada.
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¹Guarida del diablo || Hyunlix✔
RandomNo soy el único que tiene secretos. Mi refugio seguro podría ser la guarida del diablo, y una vez que me haya reclamado, será demasiado tarde para huir. -Adaptacion. -Hyunlix.