La inge

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Me había ido de vacaciones a Europa, ya que había un convento de ingeniería en España. Trabajaba para una agencia de construcciones, hacia planos y maquetas más que nada.

Eramos pocas mujeres en la empresa del caribe, la gran mayoría estaban en Europa. Pero yo preferí quedarme en mi isla, donde tenía mi vida.

Llegue un lunes temprano, a las seis Am atrerise en Madrid. Nos recibió la asistente del jefe en el lobby del hotel. Dándonos indicaciones, dijo que podíamos ir a comer antes de entregarnos las habitaciones aun no listas.

Yo no era muy extrovertida, tenía pocas amistades en el trabajo. Sabía dividir el ámbito laboral de mi vida personal.

Llegue a el restaurante, y me senté sola en una mesa de dos, al lado de la piscina.

Al lado de mi mesa había un grupo de mujeres, cuatro. Españolas por el acento. En computadoras. Una de ellas en especial me llamó la atencion. Una con una cinta métrica, destornilladores y un martillo en la cintura. El pelo atado en una cola desordenada, con algunos de sus rubios cabellos saliendo de esta.

Tecleaba en su mcbook, y escribía en una libreta. Al mismo tiempo, muy concentrada. Al parecer sintió mi mirada, por que sus ojos verdes se encontraron con los míos, y dejó lo que hacía, para mirarme de vuelta.

-¡Miranda! ¿Que haces tía? No pierdas tiempo- la regaño una mujer que parecía más mayor que ella, a su lado.

Volvió a lo que hacía.

Trate de ni prestarle más atencion, busque que comer, y mientras comía, algunas veces se me iban los ojos a ella.

Cuando termine de comer, subí al lobby a buscar mis llaves, para llegar a la habitación y instalarme.

Descanse un rato, y me entró una llamada.

Llamada entrante: Morillo

-Hola jefe

-Hola Jennifer, disculpa la molestia. Puedes bajar a el almacén del lobby, donde están tus maquetas, y revisar si esta la número 18, sucede que no esta registrada y es una de las del top 10.

-Mm, no creo que no esté.. la registre. Pero esta bien, bajaré a ver. Ya lo llamo.

-Esta bien

Y así fue mor, tuve que bajar al lobby, de la 3ra a la 1ra planta en el plantel a, para pedir las llaves del almacén e entrar a revisar. Cuando entre, busque la parte de mis maquetas y ahí estaba. Le tome una foto y se la mande a mi jefe. Cuando me dispuse a salir, escuche a alguien quejarse.

-Todo yo, siempre yo. "Miranda ve allí, miranda no, Miranda ve tu, Miranda, Miranda.." ¡Siempre la pobre Miranda!- y se callo una caja detrás de mi.

-Ehh.. lo siento- reí- ¿Todo bien?

Era la inge linda de esta mañana.

-Joder, hola- río- discúlpame a mi.

Me agache a recoger la caja, y ella bajo de las escaleras donde estaba subida.

-¿Mal día?- me atrevi a preguntar.

-Na', falta de un polvo- y ambas reímos.

-Eso es fácil de solucionar, tu eres muy guapa y el hotel está lleno de chicas lindas.

-Si, por ejemplo tú.

Ahh, ya se.. como en las películas.

-Puede ser.

Y se acerco lentamente a mi, solto su cinturón con herramientas por ahí, y yo deje mi teléfono en una mesa.

-¿llegamos a la habitación o...?- pregunte directamente.

-Si ven a una inge y una trabajadora de morillo juntas se acaba el mundo. Aquí no entrará nadie en un buen rato.

Y me lance a besarla.

Sus labios eran suaves, gruesos, su cola de caballo mal hecha se callo, y ella se deshizo de mi blusa, en un movimiento digno de un premio.

Desabrocho mi sostén, y yo desabotone su camisa, luego sus pantalones.

Sus brazos eran marcados, estaba sudada. Su cadena de plata en su cuello brillaba, me subió a una mesa, y pareció que no le pese nada. Bajo mi ropa interior, y moví mis caderas para llegar más rápido a su boca. Y su lengua y mis labios parecieron conocerse de por vida.

Creí tocar el cielo, por que estar con su cabeza entre mis piernas y lo que dicen de llegar al cielo era similar. Como cuando fumas mariguana sin comer.

Con sus manos me iba moviendo, y su lengua hacia el compás. Mi clitoris estaba ya hinchado, por que mientras entraba sus dedos, su lengua jugaba allí.

Mi piel brillaba del sudor, la habitación estaba llena de gemidos, y sus ojos verdes brillaban de lascivia.

Y con un último gemido, me corrí en la boca de inge.


Okay, okay.. tengo un crush con la inge. Si les contará..

Llamas de mujer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora