Ninfomana

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Muchas veces de niña había hecho cosas que no eran para una niña de mi edad.
A lo contrario de lo que creen los padres, no todas las niñas tienen un primer beso con un chico.

Nunca me consideré ninfomana, hasta escuchar el término.

No es algo sencillo, no es algo con lo que cualquiera pudiera vivir.

El deseo insasiable de sexo, es algo que mataría a cualquiera.

Pero no les mentiré, antes de darme cuenta, me desgastaba los dedos en mi.
Era hasta hetero, pero nunca disfrute disfrute sexo con hombres.

Y creí que eso me desgastaria más, díganme ustedes, sexo diario con un hombre a todas horas. Pobre de mi interior. En cambio, con una mujer no sufría el dolor de dejarsela parada. Simplemente teníamos un oral y ya.

Mi cita de hoy, no se cual sea. La estaba buscando. Hasta que..

-Señorita, que desea?

-Ya la encontré.

-¿Que?

-No nada, un tequila por favor.

-Limon y sal?

-Si, dame una botella.

Una mujer, de unos treinta, no muy alta, ni muy baja, unos uno setentas. Cabello rojo carmesí, iba vestido obviamente con el uniforme del bar.

Y me había puesto de solo verla.

Sentía mi centro mojado, por instinto baje mi mano hasta allí. Y así era, empapada.

La masa de personas estaba en lo suyo, nadie pendiente a mi. Así que comencé a jugar con mi clitoris, haciendo círculos, de arriba a abajo..

-Tenga- llego ella con la botella

-Muchas gracias.

-le pasa algo?

-Si, de hecho.. puede salir o debo entrar?

Ella dudosa me miró, yo le dedique una mirada llena de ganas, y Al parecer entendió.

-Entre.

Y así fue, di la vuelta, y entre.

Ella se acerco a mi, y me susurro al oído.

-Para su mala suerte no podemos irnos de aquí, pero puede agacharse y hacer la magia que se le nota que hace.

Y ni lo dude. Me agache, levante su falda, que para mi sorpresa, estaba sin ropa interior, cosa que me hizo mirarla, y ella solo dijo:

-Desde que la vi entrar, se me calleron.

Nunca había escuchado ese nivel de labia

No me importo, así que, hice lo mío, me acerque a su vagina, y ella por instinto la acercó más a mi. No me moví, me quedé estática, y con mi lengua en sus pliegues, empezó y va y ven.

-Hola, un cherrie bloom por favor.

-Si-si.. claro- respondió ella.

Y mordí uno de sus labios.

Hizo lo que hizo ahí en la barra, y cuando la persona se fue, volvió a enterrar mi cabeza en ella.

Acariciaba sus muslos, atraía su trasero hacia mi, ella hacia todo, ella se movía como una perra en celo.

Y eso hizo que mis bragas terminaran de mojarse, estaba insadiable, estaba como una zorra, llena de lujuria.

Baje mi mano a mi centro, empecé a hacer el mismo va y ven que ella, y me di cuenta, que ligeramente estaba ahí.

Entre dos de mis dedos en mi, y dos en ella, y mientras ella daba leve brincos en ellos, yo los entraba lo más profundo que pudiese en mi.

Y ella con la cabeza recostada en la barra, se corrió.

Me hizo levantarme, y sin importar toda la gente que había ahí y nos ignoraba, bajo a hacerme terminar. Y también me corrí, llenandole la cara con fluidos que luego limpie con mi boca.

-Definitivamente debes volver.

-Créeme que lo haré.

Ay, estaba perdida por aquí. Pero en mi defensa, siempre me pierdo. Cuando no estoy aquí estoy en Un Verano Diferente. Que por cierto, tiene ya 15 capítulos y es una novela, con claro, 18+ ahí..  así que, les invito a leer mi novela lesbian love.

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