Esto es un recuento de relatos lesbicos, altercados de la realidad y la ficción.
Ama, se libre, y en el camino, ¿por qué no disfrutar? de las llamas de una mujer.
Yo creo que tengo complejo de recién nacido. Por que todos los días en la mañana salgo a tomar el sol.
Mi casa tiene patio, cosa que me da la libertad de ello. Ni hay vecinos hasta la ciudad, cosa que me encanta de vivir en un pueblo olvidado lleno de homosexuales.
Mi novia prepara el desayuno, mientras que yo estoy acostada en el césped con una manta y desnuda. Simplemente un alma libre.
-Tu desayuno princesa- la dulce voz del amor de mi vida- Quédate así.- indico.
Me quedé acostada, y sentí una crema fría en la espalda.
-Bloqueador, te vas a quemar- aclaro. Y empezó a regarlo por mi espalda, masajendome.
La regulación me mato, y mientras me quedaba dormida, empezó a bajar hasta mis glúteos. Y mi vagina palpito.
Ptm
Intente cruzar las piernas pero me lo impidió, y siguió su masaje.
Mis músculos se relajaron por completo, y el cálido sol abrazaba mi espalda. Ella se acostó a mi lado, y empezamos a desayunar.
Cuando acabe, ella decidió desnudarse también. Y sus hermosos pechos blancos y brillantes me hicieron babear.
La acosté, y me subí sobre ella. Empece en su cuello, era sensible allí. La mujer abajo de mi, llevo sus dedos hasta mi centro, donde tuvieron libre acceso por mi humedad. Volvió a sacarlos, para subirlos hasta mi boca, y hacerme probarlos.
Así acostada, lleve mi vagina hasta su cara, y allí me senté. Empecé a moverme, y ella sin pensarlo empezó a chupar. Las sensaciones me mataban. Y sin tardar mucho, los espasmos llegaron, me acomode más, y luego llego mi orgasmo. Me caí rendida en la manta en el suelo, y ella recostó su cabeza en mi espalda desnuda.
-Te amo.
-Yo más.
Q viva elamor q vivan las noviecitas.
Estoy enferma de:
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