Llamas de mujer

Un amor

Dentro de mil amores siempre hay UN amor, un amor, ya sea el primero, el segundo, tercero o último. Sin contar cuantos amores haz tenido por que ya hayan sido 50, siempre hay uno de ellos que te deja, sin ti.

Desde el primer día que vi ese par de ojos, supe que no podría desasherme de su recuerdo tan fácil.

Por alguna razón todo era complicado, no había nada sencillo en ella.

Nisiquiera un intercambio de palabras, por que parecía una discusión. Aunque en realidad eran palabras dulces disfrazadas de amargura para un disimulo. Aunque al parecer no había mucha conciencia de que era más lógico y visible así.

Hay una línea delgada del amor al odio, y ya sea la ame o la odie siempre sentiré algo por ella y mis sentimientos son los más reales que tengo.

Nunca he descubierto en realidad que color tienen sus ojos.
Si es café,
Si es miel,
Si es café con leche,
O café con miel.

Solo se que tienen algo adictivo con ellos, por que no puede ser que de un cuerpo tan hermoso, estructurado y efímero, haya una simpleza (no para mi) por que como dije, nada es sencillo.
Como un par de ojos que me hagan siempre delirar y arrodillarme.

Puede lo sepas puede que no, y se que que por que abusa de su poder. Pero cuando me miras con esos ojos quisiera sintieras y pensaras lo mismo que yo.

-¿Ey, estas bien?- me pregunto una compañera de clases.

-Ehhh, sii.. perdón.

Sus ojos,
Sus labios.
Su cabello,

Su alma,
La mía,
Una sola.

-Que página era?- pregunte.

-la 25 y 26.

Recuerdo una vez cuando fue todo el fue nada.
Cuando estuvimos casi en un solo cuerpo, pero sonó una campana indicando que debíamos volver a clases.

Y no se confundan,
Mi amor es lejano,
Real,
Pero lejano.

Distante, pero real.

No es mi compañera mi amor,
Puesto mi compañera también tiene unos lindos ojos.

Pero no tiene esos ojos café miel que me hacen pensar que tengo todo, al mismo tiempo sin tener nada.