Konoverso : Dos caras de la misma moneda

9. ¡La mas grande!

En medio de un claro boscoso rodeado de árboles altos y frondosos, una fractura en el espacio se abrió como una herida en la realidad misma.

SHUZHM*

Un estallido ensordecedor acompañó al espectáculo sobrenatural, mientras chispas eléctricas salían despedidas del agujero de gusano.

De repente, dos figuras emergieron del portal, arrojadas a través de la grieta interdimensional.

Eran variaciones de Kazuma Satou, pero con diferencias notables:

Uno de ellos llevaba una armadura ligera y cubreboca que cubría ligeramente su identidad, mientras que el otro portaba una capa verde con un diseño inusual.

Aturdidos por el impacto del viaje, ambos jóvenes se recuperaron rápidamente y comenzaron a escanear su entorno con una mirada expectante de la situación.

Finalmente, los Kazuma se dieron cuenta de que sus sensores de peligro no se habían activado en ningún momento, lo que les permitió relajarse un poco.

Pero sabían que no podían confiarse.

Él entorno parecía tranquilo, sin embargo no podían permitirse bajar la guardia.

Una de las variantes acompañada de un breve Suspiro exclamó:

—¿Por qué me mandaron con el campero?

—¿Se podría saber del porqué de ese apodo?

—Mientras todos sufrían con él maldito torneo de supervivencia, tú... Argh, ni sé como demonios llegaste al final con solo esconderte.

—¡Se llama estrategia! Cosa que a ustedes les faltó.

—Eso solo son simples escusas de... ¡¡UN COBARDE!!

Bip

Bip

—¿....?

—¿....?

De repente, cuando el sonido agudo de una señal de alerta interrumpió la conversación entre los dos Kazuma.

Bip

Bip

Un bip insistente provenía del brazalete de una de las versiones alternativas del chico, desconcertando a ambos por igual.

—¿Eh? ¿Una llamada? ¿Cómo es que se activaba esta cosa?

Con un gesto de incredulidad, el Kazuma de la armadura trató de sacudir el dispositivo en un intento de silenciarlo, pero su compañero se apresuró a detenerlo con un grito angustiado.

—¡Detente idiota, no lo sacudas así! ¡Podrías romperlo! ¡Y no quiero quedarme atrapado en este lugar lejos de casa!

—Estoy tratando de contestar, ¡¡pero si sigues fastidiando se me hará imposible!!

El otro Kazuma no pareció impresionado por las advertencias, y se liberó bruscamente del agarre de su compañero, lanzando un reclamo irritado al aire.

'Ains, debí pedirle a Mimo que me enviase con Kazumi. Al menos la muy tonta no es tan molesta como este sujeto'

De repente, el sonido del brazalete se detuvo y la atención de ambos se centró en el dispositivo.

BIUZ*

Fue cuando una pantalla holográfica apareció ante los dos, con Mimo al otro lado, parado en medio de lo que parecía ser la base en construcción.

—Hablando del diablo...

Graciosamente Mimo tenía en su cabeza un casco de obrero de color blanco.