72. Llegando a la contienda

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Llamas ascendían desde el suelo y se extendían en el aire como muros de fuego, distorsionando la vista de la brutal escena de batalla.

Explosiones se sucedían en el horizonte, iluminando la devastación con destellos anaranjados y rojos que parecían formar una cúpula de caos en torno a los combatientes.

En medio de esta masacre, una figura solitaria con la mitad de su rostro totalmente distorsionado, siendo un total contraste de lo que alguna vez fue un playboy, se reía con una crueldad que bordeaba la locura.

-¡Hahahahah! ¡HAHAHAHA! —gritaba Pimp, doblándose de la risa mientras se sujetaba el estómago—. ¡Por favor! ¡Y yo que pensaba que mi Mitsurugi era un maldito cliché! —escupió entre carcajadas—. ¿Qué sigue? ¿Vas a revivir por el poder de la "Determinación"? ¡No me jodas!

A su lado, Espadachín, cubierto de heridas, apenas se sostenía en pie.

Su cuerpo parecía al borde de colapsar: el brazo izquierdo colgaba inerte y desgarrado, y su torso estaba cubierto de fracturas y cortes profundos, mientras la sangre le empapaba el costado.

-Puras... mamadas... —murmuró el Espadachín con desprecio, escupiendo al suelo mientras lo miraba con los ojos inyectados de odio.

Pimp frunció el ceño, claramente molesto. En un parpadeo, se materializó junto Espadachín, dispuesto a terminar con él de una vez.

BRUUUM!!

Pero antes de que pudiera dar el golpe final, una explosión de energía los separó bruscamente, creando una onda de choque que sacudió el campo de batalla.

Espadachín salió volando por los aires como una marioneta a la que le hubieran cortado los hilos, mientras el aura explosiva se expandía por toda la zona. Cuando el polvo se disipó, Psíquico, cubierto de heridas y escupiendo sangre, se enderezó con dificultad, limpiándose la boca y respirando con pesadez.

-¿Puedes dejar de provocarlo de una maldita vez? —dijo con voz temblorosa, levantando la vista hacia Pimp—. Si no fueras tan descuidado...

-Pero hey... Admite que es divertido molestarle, je... jej... ¡Tch, como duele!

En la distancia, como si las llamas fueran una cortina de un telar suave, Pimp apartó las chispas con una simple mano y estas se consumieron con su presencia.

Con una sonrisa y un comportamiento que no evocaba nada bueno y para nada en sus cabales, él habló:

-Aparte de los que piensan qué pueden ganar todo con esfuerzo... Estás tú, maldito callado. ¿Sabes por qué nunca la pones? ¡Eres un pinche rarito que seguramente se la pasa llorando como niña!

BOOM!

BOOM!

Antes de que pudieran moverse, Pimp se lanzó contra ellos, su peso iba cargado con tal presión y furia, que sus botas al mínimo contacto del suelo provocaban estallaban en hongos de humo hasta las nubes.

-¡No te acerques! —gritó Psíquico, liberando una ráfaga de energía que levantó un muro entre ellos.

Psíquico elevó una mano hacia Pimp. Pilares de energía pura brotaron del suelo, disparándose en ráfagas continuas hacia él mientras se acercaba, rodeados de una luz destellante y cegadora.

-¡JAJAJA! ¡JAJAJ! Solo voy a golpear, y golpear, ¡Total ya están cansados! Primero quiero cerrarle el pico a ese idiota a tú lado, pero cuando termine contigo, Psíquico. le enseñaré a tu querida Aqua... lo que es placer de verdad.

La avalancha de obstáculos que se le puesta no pareció ningún impedimento hacía él, Pimp ni siquiera se molestaba en esquivar las ondas radiales de poder de Psiquico, solo los atravesaba, sonriendo.

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⏰ Última actualización: Oct 31 ⏰

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