37. Sello del odio (1)

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—Hah~~

Renegado tomó una bocanada de aire fresco, disfrutando la sensación de oxígeno llenando sus pulmones. Con alivio, se alejó del lugar saltando con fuerza.

Posicionado desde lo alto de un rasca cielos, Renegado no pudo evitar mirar el panorama destrozado de lo que solía ser Tokyo.

Pero más allá de sentir pena por las victimas qué quedaron atrapadas bajo el fuego cruzado de esta guerra, no pudo evitar soplar mientras sacaba un objeto de su capa.

—Fue suerte retirarme antes de que ese sádico entrara en acción.

Aunque no podía verlo, sentía la intensa presión que Liche ejercía desde el complejo, sacudiendo cada fibra de su ser.

Casi y podía sentir pena por la variante pagana que entró a ese lugar.

Mientras se colocaba la máscara de Vanir, Renegado reflexionó sobre la situación.

—Oh bueno, parece que las sorpresas no paran de llegar...

PRAAASH*

Con un movimiento rápido y fluido, desenvainó su katana y la blandió a una velocidad insondable.

FIUM*

El silbido se hizo eco, y la figura de Ninja quedó inmóvil con la hoja de la espada atravesando su pecho.

Poof*

Pero en lugar de encontrar carne y hueso, Ninja se dispersó en una nube de sombras.

—Te dije que... ¡¡esos trucos no funcionan conmigo!!

Acompañado de esa maldición lanzada al aire, instantáneamente una decena de clones emergieron de las sombras, lanzándose hacia Renegado en un asalto frenético.

PROSH*

El viento estalló a su alrededor como un tornado, desorientando a los clones mientras intentaban acercarse a él.

Aprovechando la oportunidad, Renegado se movió con rapidez, haciendo que su espada silbara en un corte giratorio, eliminando por completo a sus oponentes.

Poof

Poof

Poof

Ni siquiera tuvieron la oportunidad de dar un solo paso; Renegado los había aniquilado por completo.

BLAAAM*

Finalmente, la figura de Ninja se materializó detrás de Renegado, pero se encontró con la firme resistencia de sus antebrazos.

—Mira no más quien decidió venir, ¿Estás tan ansioso por morir hoy?

—Tal vez...

Ahora un forcejeo intenso comenzó y el suelo empezó a agrietarse bajo la presión de ellos.

—Pero por el momento...

Ninja hizo un movimiento que dejó fuera de lugar a Renegado.

—¡!

En un abrir y cerrar de ojos, Ninja materializó un Kunai de su muñeca y lo lanzó hacia los ojos de Renegado.

CLANK*

Las hojas de la katana y el kunai chocaron con chispas volando. Renegado frunció el ceño ante la fuerza de Ninja.

Viendo la oportunidad, Ninja rápidamente cambió su estrategia.

—¡No tengo intención de morir!

—¿Qué...?

En un movimiento rápido, Ninja desvió el kunai de la katana de Renegado y, con su otro brazo, pasó por debajo del hombro de su adversario.

Konoverso : Dos caras de la misma monedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora