63. Un amargo adiós...

434 37 64
                                    

Cuando el cielo en un espacio eterno parecía ser de un hermoso tono violeta, todo era paz.

La tranquilidad reinaba. No había ruidos, ni prisas, ni conflictos. Solo la suave brisa que acariciaba la piel y el murmullo de los árboles espectrales.

En el centro de la base estaba Mimo descansando, mientras que sus manos estaban estiradas para echarse sobre el suelo.

Mirando el cielo, este no pudo evitar sentir una gran paz recorrer su cuerpo antes de tener un mal presentimiento.

‘Que molesto… ‘

Mimo se levantó cuando de repente sintió como alguien frente a él le tapaba del brillo del sol.

Al abrir los ojos vio a Alquimista, quien lo saludo con la mano.

-Hey, no te vayas a resfriar. – dijo alquimista sonriendo.

-Incluso si soy inmune a las enfermedades, tú cara ahora me esta dando vómito… Buack. – menciono Mimo antes de hacer un gesto de asco con la boca.

-Que cruel.

-Tómalo como quieras. – dijo Mimo antes de levantar su torso.

Al tener mejor vista del panorama, Mimo logró notar a la pequeña multitud que estaba a su alrededor.

Adaptable se acercó no sin antes darle un pequeño empujón a Alquimista en la espalda.

-Ya no lo molestes, es bueno descansar de vez en cuando. – Dijo Adaptable llegando a la escena.

-Perdón… Pero me da cosas verlo tan relajado al maldito.

-¡Aun te escucho! – Gritó Mimo ya disgustado.

‘… Incluso ahora no puedo tomar un descanso de estos idiotas.’

Mimo miró al cielo nuevamente, queriendo buscar otra vez la paz que estaba sintiendo hasta antes de su interrupción.

Pero se decepcionó al darse cuenta que el momento ya había terminado.

‘Justo ahora me gustaría que Wolbach me regañe un poco… Tal vez que Eris me grite sobre alguna tontería divina o no se que…’

Mimo busco levantarse, pero antes de hacerlo vio como alguien le ofreció su mano.

Este era Archiduque, quien ayudo a Mimo a levantarse antes de que ambos miraran hacia el mismo lado.

-Ya va siendo hora. – dijo cansado Archiduque.

-Lo se.

Mimo se rascó la cabeza durante unos segundos, antes de que Lady Blood saliera por detrás para darle un pequeño zape.

Blam*

-¡Auch! ¡Recuerda lo de la igualdad de género!

-Tómalo como un pago, imbécil.

-El pago pídeselo a ese idiota, a mi ni me mires. – dijo disgustado Mimo mientras señalada con el pulgar a Frost.

Frost se señaló a si mismo antes de negar con la cabeza con miedo hacia Lady Blood.

El grupo camino un poco hasta llegar frente al cuartel principal.

Horóscopo se acerco primero para abrir la gran puerta.

Cuando esta se abrió una especie de luz blanca sin nada más allá fue todo lo que se vio.

Con eso en escena, las variantes se vieron unas a otras por última vez antes de cruzas.

Una a una fueron entrando ante aquella puerta blanca antes de perderse en ella.

Mimo miro esto con algo de duda, pues aunque el sabia y tenía en claro que era eso, este quería comprender algo.

Konoverso : Dos caras de la misma monedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora