❝ Deseaba tanto volver a besarla ❞ |+18
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Después del gran salto a la fama, corroded coffin se convirtió una de la bandas mas reconocidas a nivel nacional. Estarán envueltos en diferentes escándalos, rumores...
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El nombrado William fulminó con la mirada al entrenador perezoso que no paraba de bostezar. Resignado nos guió a una pequeña caseta climatizada, según era la estación. Tomó un parlante y empezó a comunicar por medio de una bocina gigante, dictando las características del niño, como también el nombre y la edad.
—Ey, tú, lombriciento—señaló al menor— procura no dejar la silla embarrada de tus asquerosos mocos, o te haré limpiarla con tu propia lengua —dictaminó con la voz glacial, muy áspera, como si odiara a los niños en general. Después se giró hacia nosotras y nos sonrió con encanto, retirándose las gafas de sol—. ¿Qué tal?
Chrissy y yo nos quedamos en silencio. Este tipo realmente era un arrogante bipolar. ¿Tendrá hijos?, no quiero imaginarlo como padre. Aclaré mi garganta mientras tomaba asiento al lado del pequeño Charles, quién seguía asustado por el comportamiento del rizado.
—El clima de esta ciudad es una maravilla, nada que ver al del pueblo —respondió Chrissy con una sonrisita nerviosa.
—Sobre todo los habitantes, Chrissy, sobre todo ellos —anuncié con sarcasmo. Realmente quería sacarle los ojos a ese... villano desbloqueado.
William se recargó en la pared cruzando los brazos a la altura de su pecho, dejando resaltar aquellos bíceps muy bien trabajados.
—Así que... no son de aquí —alzó la comisura derecha escaneándonos con la mirada como si buscara respuestas por cuenta propia —déjenme adivinar —se frotó el mentón—. Si no me equivoco, son del Oeste.
—Medio Oeste —corregí.
—Al menos sigo perteneciendo a ese lugar, mi amiga es la que actualmente reside aquí —comentó como si William y ella fueran amigos muy íntimos.
Gracias Chrissy, ¡¿no querrás dictarle mi biografía, número de teléfono, y mi tipo de sangre?!
William bufó
—Wow, y yo que tenía bajas expectativas con las pueblerinas —soltó una carcajada para si mismo—. A ver si entendí —me señala— te mudaste de aquel pueblo y ella —señaló a Chrissy—ha venido de visita, porque me imagino que ambas son las mejores amigas inseparables que siempre se han cubierto las espaldas, sin importar el precio que termine pagando la otra. ¿No es así?
