[11] Malas noticias

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Antes de abandonar la casa, Billy tomó mi mano y me entregó una nota con su dirección y número de teléfono

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Antes de abandonar la casa, Billy tomó mi mano y me entregó una nota con su dirección y número de teléfono. Eddie se quedó en la cocina lavando los platos  Estaba tan molesto que preferí no dirigirle la palabra, hasta encerrarnos en la habitación.

—Es un maldito, no quiero que vuelva a pisar la casa —dijo retirándose los anillos y colocándolos sobre el cajón de noche.

—Igual no debiste tratarlo de esa manera, me sentí mal por él.

—No es mi culpa que sea un huérfano.

—¿Y?, eso no te da el derecho a recordárselo. Duele, Eddie, las palabras duelen.

—¿Quieres adoptarlo?—me mira de reojo—. Gustoso se verá con el apellido Munson —toma asiento en el borde de la cama y me contempla con recelo—. Billy el deshuerfanado Munson. ¡Suena bien!, eh.

Me muerdo la lengua para no replicarle mas, sin dejar de fulminarlo con la mirada.

—Sabes que... buenas noches, fin de la conversación —estiro el borde de la sábana y me giro para darle la espalda mientras me cubro hasta los hombros.

—Es que ni siquiera te das cuenta, te faltó al respeto en mi puta cara  —se acuesta en la cama y enseguida su brazo me rodea por la cintura, atrayéndome hacia él—. ¿No piensas decir algo? —resopla—. Nos estamos desconociendo, nena...—murmura entre mis cabellos que golpean su rostro—. Y no sabes cuánto me duele no poder hacer nada. Esto es como una partida de D&D, ____. No sabemos como vaya a ser el final de nosotros, todo es impredecible.

Múltiples latidos empiezan a retumbarme los oídos por lo que acaba de decir.

—¿Quieres terminar conmigo? —balbuceo con la voz entre cortada colocando una mano encima de la suya.

—¡No!, es solo que presiento algo no tan agradable, y...

—Entonces, hasta el final —interrumpo, no quiero que siga hablando o terminaré llorando hasta el amanecer—. Como en una partida de calabozos y dragones—entrelazo nuestras manos presionándolas.

—No quiero perderte —besa mi hombro.

Yo tampoco.

No sucederá.

Soy consciente de que el precio de la fama implica alejarse de sus seres queridos, y tal vez se siente inseguro de Billy, porque parece ser un chico que dedica su tiempo completo; mientras que Eddie lo hace unas cuantas horas al día.

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𝐑𝐨𝐜𝐤𝐞𝐭 𝐐𝐮𝐞𝐞𝐧 𝐥𝐥 ~ 𝘌𝘥𝘥𝘪𝘦 𝘔𝘶𝘯𝘴𝘰𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora