Capítulo 9

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Aquel día era miércoles y parecía que iba a ser de los largos. Sin embargo, hubo algo que por algún motivo le desconcertó y es que Kid soltaba fuertes carcajadas de vez en cuando mientras miraba su móvil. Sabía que desde la noche en que Sanji accedió a cuidar de él, el pelirrojo y su amigo Killer habían pasado mucho tiempo juntos pero, conocía de sobra las reacciones de Eustass cuando hablaba con su rubio colega. Aquello era diferente. Alguien le estaba haciendo reír y le había parecido aún más sospechoso que su compañero le evitase la mirada cuando le pillaba in fraganti en una de esas ocasiones.

- ¿Piensas decirme quien te hace reír tanto? Parece que intentas ocultarlo de mí.

-No pienso aguantar tus gilipolleces, Zoro.

-Oí, chispitas, deja de joderme.

-Estoy hablando con un apuesto rubio. La pregunta es... ¿De qué apuesto rubio hablo? -Dijo Kid dejando aparecer en su rostro una sonrisa maliciosa.

-Kid... -Gruñó el peliverde. -Por favor. Si Sanji...

-¿Qué vas a decirme? ¿Que si mantengo contacto con él debo informarte? Porque no pienso entrar en esa mierda. El tipo me cae bien y estoy seguro de que la cagaste así que no me da pena que pagues las consecuencias.

-¡LO SÉ!

-La pelota está en tu tejado. Si realmente necesitas confrontarlo, inténtalo. Si él se niega, sabes que sólo quedará joderse, amigo mío. -Soltó de pronto Kid mientras apretaba con fuerza la nuca del contrario.

El aludido suspiró cansado del tema. -¿Era él?

-Ajá. -Asintió mientras ensanchaba su sonrisa.

-¿Podrías preguntarle si le importa que me des su número?

-Vaya vaya, parece que por fin empiezas a actuar.

-Cállate bastardo.


-


Después de una dura jornada laboral, regresó a casa y empezó a planear cómo hacer las cosas para poder hablar con el cocinero. Quería comunicarse con él y sabía que le debía una disculpa. Iba a mandarle un mensaje pidiéndole la oportunidad de hacerlo cara a cara pero, debía pensar bien qué decir...

¡Maldita sea!

¡No era bueno con las palabras!

De +7040 A las 22:12

Lo siento. Aquella noche me dejé llevar. Sólo quería que supieras que sé que la he cagado hasta el fondo contigo y no fui justo. Intentaré hacer que todo sea lo más cómodo posible cuando nos veamos.

Estaba verdaderamente orgulloso de sí mismo a pesar de la presión que sentía en su pecho cada vez que pensaba en la situación entre el rubio y él. ¿Se dejó llevar? Mierda, menuda excusa. ¿Desde cuando actuaba de esa manera tan inconsciente cuando salía a beber? Llevaba días pensando sin parar en aquel rubio. Incluso antes de la discusión, su sola presencia le afectaba. No podía hacer como si no hubiese pasado nada.

¿O sí?

Sanji leyó atentamente el mensaje que acababa de recibir y no tuvo dudas de la identidad de la persona que lo había enviado. Su estómago sintió un pequeño retortijón que no supo identificar en el momento.

De +3700 A las 22:48

¿Me dejé llevar? Y una mierda marimo, eres un idiota.

Aquel mensaje provocó que la vena de la frente de Zoro comenzara a palpitar mientras intentaba controlar sus instintos más primarios. Sabía de sobra que hablar con el rubio no iba a ser una tarea fácil. Sin embargo, los estúpidos comentarios mordaces del contrario le transportaban al campo de batalla con más facilidad incluso de lo que él pensaba admitir. Suspiró antes de responder de nuevo.

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