Dame algo a cambio

Capítulo 10

[Ace y Law]

*La noche del bar*

Trafalgar iba junto a un Ace tambaleante y un Luffy dormido en su espalda camino a casa del último para dejarle con sus compañeros de piso. Era increíble que el viejo Garp permitiese al menor de sus nietos independizarse por fin. Con Sabo no hubo problemas. Él fue el mayor y a pesar de sus desobediencias desde niño, era sin duda el más sensato de sus nietos. Ace era un cabra loca y mucho más impulsivo pero, incluso él demostraba madurez cuando era necesaria. Sin embargo Luffy... Ese mocoso era completamente imprevisible. Una bomba a punto de estallar todo el rato. Por eso cuando, tras años estudiando a duras penas, decidió que él también sería bombero, el viejo casi muere de un infarto. Pero por lo visto, hasta una dura roca como Garp se había dado cuenta de que sus nietos necesitaban tomar sus propias decisiones.

¡Pero mudarse a su propio apartamento con compañeros de piso! Seguro que vivir a solas con Luffy sin ayuda de Ace y Sabo había podido con él.

Una vez dejaron al menor con esos dos tipos tan pintorescos se encaminaron a sus apartamentos. El ojeroso vivía un par de calles más atrás que el de pelo largo. Una vez llegaron a su primera parada, Portgas se abrazó más fuerte del cuerpo de Law.

-Oí, entrarás y me harás algo para cocinar ¿verdad?

-Te he dicho mil veces que no sabes sobrevivir por ti mismo, Ace-ya. Eres un verdadero inutil.

-Claro que sé cocinar pero, no puedo resistirme a tu plato secreto para las futuras resacas. -Susurró el menor de forma seductora en su oreja.

Trafalgar dio un brinco al sentir el cálido aliento de su amigo en su piel y enfrentó la mirada ajena mientras dibujaba una sutil sonrisa. -Estás tan borracho que apenas puedes andar derecho sin quedarte dormido.

-¡Ven a vivir conmigo! -Gritó

-¿Q-qué?

-¡He dicho que vengas a vivir conmigo!

Law se frotó el puente de su nariz mientras respiraba. -Está bien, ¿Qué te parece si antes de ir tan lejos no comenzamos con algo como cocinarte esta noche?

-¿HABLAS EN SERIO? Law no sabes cuánto te quiero. -Dijo bajando el tono progresivamente.

-Siempre te pones sentimental cuando estás borracho.

-Y tú siempre eres tan frío. -Respondió Ace molesto mientras hacía un puchero.

"Tan cálido" Pensó el cirujano mientras abrazaba el cuerpo del menor. -Es dificil competir contra el calor de un bombero. -Dijo haciendo sonrojar al contrario. A pesar de percibirlo, decidió guardar silencio y continuar hablando. -Vamos dentro. Yo también comienzo a tener hambre.

Después de cocinar sus fideos especiales para este tipo de ocasiones y de unas cuantas cervezas que había ingerido mientras el pecoso intentaba convencerlo de porque debía dejarle seguir bebiendo, Trafalgar agarró su abrigo con intención de salir de la casa. Debía admitir que comenzaba a sentir los efectos del alcohol en su cuerpo y aunque, no había permitido a su amigo seguir bebiendo, tal vez el hecho de que él sí lo hubiese hecho no había sido una buena idea. Lo mejor era salir de ahí antes de que se arrepintiera de cualquier cosa que pudiera hacer.

-OÍ ¿Qué se supone que haces? Eres mi salvador y es tu deber quedarte a mi lado cuando te necesite.

Law pestañeó sin mostrar expresión alguna ante este comentario. -Así que además de ser un buen médico que trabaja duro, ahora tú me exiges trabajar como tu niñero.

-¡No es eso! -Grito Ace de pronto provocando que Law diera un brinco. -No seas gilipollas, no eres ningún niñero... Me gusta pasar tiempo contigo.

-Ya sabes que yo también disfruto de tu compañía Ace-ya.