Capítulo 27

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Abrió su taquilla y guardó sus cosas con intención de irse lo más rápido posible del taller. Miró el reloj situado junto a la puerta y tronó su lengua molesto. ¿Es que ningún día podía salir del trabajo a la hora? Otra vez más llegando a casa a media tarde sin haber probado bocado. Suspiró mientras un bostezo se escapaba irremediablemente de su boca y se dispuso a salir de una vez por todas. Sin embargo la repentina aparición de su amigo le hizo frenar sus pasos.

-El día de hoy ha sido una locura. ¡Ni siquiera hemos podido parar para comer! ¿Cómo piensas que voy a sobrevivir sin ti la próxima semana?

Zoro dejó escapar una carcajada. -Vamos Kid, yo he sobrevivido sin ti un montón de veces. Además, no seas tan dramático. Aún es miércoles y no me voy hasta final de semana.

-¿Qué quieres decir idiota? ¿Te parece bonito irte de viaje con tus amigos y dejarme aquí sólo? ¡Al menos podrías haberme invitado!

El peliverde volvió a reír provocando que Eustass frunciera aún más el ceño.

-Si nos vamos los dos ¿Quién se haría cargo del negocio? Confío en ti amigo mío. Sólo espero que cuando vuelva el taller siga de una pieza.

-¡Bastardo!

Kid lanzó un puñetazo a Zoro pero éste lo esquivó con rapidez. Ambos comenzaron una pequeña pelea que no tardó en terminar con los dos hombres en el suelo. El pelirrojo comenzó a reírse contagiando su risa al espadachín. Después de unos segundos Eusstas miró a su amigo buscando la mejor manera de preguntar.

-Hasta yo debo admitir que últimamente has trabajado mucho. Incluso diría que has trabajado demasiado así que me alegro de que te largues en busca de aire fresco unos días. Pero... ¿Estás seguro de esto?

-¿Esa es la estúpida forma que tienes de decirme que me echarás de menos?

-¿Es que no sabes mantener la boca cerrada? Deja de hacerte el idiota y responde. ¿Estás seguro de que podrás verles juntos? Sé que dices que Sanji sólo es tu amigo pero, tal vez ese discurso no pueda mantenerse cuando les veas juntos.

Zoro miró a Kid serio. -¿Q-qué mierda dices? ¿Tú también estás con eso? Sanji y Sabo pasan más tiempo juntos ¿Y qué? Los dos son buenos amigos míos y estoy feliz de que se conozcan mejor.

El pelirrojo maldijo en su interior ante la tozudez del contrario. -Zoro, por tu bien espero que creas lo que dices.

-

Aquel sábado el sol brillaba con especial intensidad. El peliverde podía notar cómo el sudor comenzaba a traspasar a su camiseta y suspiró visiblemente frustrado. Apenas hacía unos minutos que habían bajado de los coches y se dirigían hacia el hotel donde tendría que cambiarse de ropa nada más llegar. Llevaban horas de viaje y lo único en lo que pensaba era en poder dejar su equipaje en cualquier lugar, darse una ducha de agua fría y encaminarse a la taberna más cercana. Agradecía enormemente que su destino no estuviese muy lejos. El sonido de una risa le hizo salir de su ensoñación pero apenas reaccionó. Tras unos segundos pudo escuchar la voz del dueño de aquella risa.

-No puedo creer que el plan haya salido bien. -Dijo Sanji entre risas. -Habría apostado mis manos a que Luffy se iría de la lengua.

-Y las habrías perdido. -Respondió Sabo mientras sujetaba entre sus manos las del cocinero. -Eso habría sido una gran pérdida para todos. Sobre todo para Luffy. -Agregó riendo. -Además me alegra no haber descubierto antes el plan. Esto es precioso y yo soy muy afortunado.

Sanji sonrió al mayor y de pronto sintió el tacto de Sabo acariciando su cabeza. Desvió la mirada avergonzado y pudo ver la cabellera verde de Zoro unos metros por delante. Se sorprendió pensando en qué estaría pasando en aquellos momentos por la cabeza del espadachín. Sin embargo, no tardó en volver a centrar su atención en el rubio mayor.

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