Capítulo 18

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Zoro permaneció bajo la ducha en silencio sintiendo cómo el agua caliente entraba en contacto con su piel y destensaba sus músculos al instante. Permaneció en las misma posición durante unos minutos. Ni siquiera fue consciente del momento en el que las lágrimas comenzaron a derramarse por sus mejillas fusionándose con el agua de la ducha.

Jamás se había sentido tan idiota como en ese momento.

¿Por qué Sanji se había reído de él de esa forma desde el principio?

Quería golpear al estúpido cocinero por engañarle pero al mismo tiempo la sola idea de tenerlo delante le generaba tanto dolor y rechazo, que no tardó en sentir un pinchazo molesto en el estómago por el mero hecho de pensar en él. Suspiró cansado antes de empezar a enjabonarse sin darse cuenta de que no había parado de llorar.

Una vez salió del baño, Kid le recibió lanzándole una botella de agua que por suerte cogió al vuelo.

-Bebe. Te vendrá bien hidratarte. -Comenzó el pelirojo. -También he encontrado esto tirado bajo la cama. -Agregó entregándole su móvil. -Seguramente esté lleno de mensajes de todos desde anoche. Suele pasar cuando uno desaparece con una mala excusa.

Aquello provocó que Zoro se tensara al instante. Cogió el aparato y lo desbloqueó observando las notificaciones que aparecían en la pantalla. Vio que tenía mensajes de Kid y de Ace pero al ver el nombre del rubio repetidas veces no pudo evitar ignorar al resto. Observó que el cocinero no había dejado de intentar contactar con él y volvió a sentir como su estómago se revolvía. Leyó atentamente cada mensaje sintiendo como sus manos temblaban ligeramente a medida que comprobaba cómo la preocupación de Sanji aumentaba. Sintió sus ojos humedecerse de nuevo así que clavó su vista en el suelo rogando porque su amigo no hiciera preguntas. Tras unos segundos, bloqueó de nuevo el dispositivo centrando su mirada en Kid.

-Está bien grandullón. Veo que no estás muy hablador para variar así que he pensado que tendrías hambre. -Volvió a decir el pelirrojo.

Eustass señaló hacia la mesa de la cocina y el espadachín siguió la mano del más pálido con su vista para encontrarse con una pizza preparada. Miró a su amigo esbozando una pequeña sonrisa mientes elevaba una ceja pero antes de poder decir nada el pelirrojo se adelantó.

-Es lo máximo que sé hacer ¿vale? Además no hay mejor remedio para una resaca que la comida grasienta. Todo el mundo lo sabe.

-No sé si eso es cierto pero gracias. No sabía que podías ser tan buen amigo. -Bromeó Zoro.

-¿Ah? ¿Cómo que no? ¡Siempre soy un buen amigo! -Se defendió el otro.

La risa de Zoro hizo que Kid parara en seco para observar a su amigo. El dueño de la casa se acercó a la cocina y se sentó en la mesa mientras comenzaba a comer en silencio. El pelirrojo sonrió aliviado al ver cómo el menor accedía a comer. No podía negar que estaba preocupado por su amigo. Por mucho que el peliverde fuera rudo y serio, todos sabían que en el fondo era un hombre sensible. Suspiró profundamente mientras pensaba en la conversación telefónica que había mantenido minutos atrás mientras Zoro estaba en la ducha.

*Flashback*

Aprovechó que su amigo estaba dándose un baño para recoger todas las botellas de sake que estaban tiradas en el suelo. Cogió una bolsa de la cocina donde guardo todo el cristal para, después volver a dejarla en la cocina con un nudo lista para tirar al contenedor.

Maldito alcohólico ¿Cuantas botellas había bebido en soledad?

Abrió la nevera lanzando un suspiro de alivio al encontrar una pizza. Ya se veía teniendo que bajar al supermercado más cercano. Al menos podía asegurarse de que ese idiota comía algo. Conociéndole estaba seguro de que no había probado bocado desde el día anterior.

Una vez metió la pizza en el horno, fue de nuevo a la habitación del peliverde con la intención de abrir las ventanas para ventilar el lugar. Entonces, el característico tono de llamada del espadachín comenzó a sonar haciendo que Kid buscase con la mirada por un lado y otro del cuarto en busca del móvil de Zoro. No fue hasta unos segundos después que cayó en la cuenta de que el aparato se encontraba debajo de la cama.

Al ver el nombre de la persona que llamaba reflejado en la pantalla no pudo evitar sonreír divertido mientras respondía a la llamada.

-Pero si es mi gran amigo y salvador de los desprotegidos. ¿A qué se debe el honor de tu llamada, Ace?

-¿Kid?

El pelirojo no podía ver la cara de su interlocutor pero estaba seguro de que en esos momentos su cara debía mostrar una mueca de desagrado. Aquel pensamiento sólo le hizo ensanchar aún más su sonrisa.

-El mismo que viste y calza, ¿puedo hacer algo por ti?

-¡¿Qué demonios haces tú con el móvil de Zoro?!

-Tranquilo tranquilo, chico de fuego. Si te enciendes tanto cada vez que hablas conmigo acabarás por quemarme. -La risa de Kid sonó con fuerza. - ¿Lo pillas? Quemarme, ya sabes...

-No estoy de humor para soportar tus juegos Eustass. - sentenció el pecoso con frialdad. -Pásame a Zoro.

-Vaya Ace... Definitivamente pasas demasiado tiempo con el psicópata de Trafalgar... ¡Ya incluso hablas como él! - Antes de que el moreno pudiera interrumpir de nuevo Kid volvió a hablar. - Está en la ducha. Me ha costado cielo y tierra despertar a la fiera y la verdad es que tiene un aspecto horrible. Ya sabes, más de lo habitual. ¿Qué demonios pasó anoche?

La línea se mantuvo en silencio por unos segundos. Eustass supuso que el pecoso estaba peleando consigo mismo por no mandarle al carajo y colgar. Finalmente un suspiro de resignación le confirmó lo que pensaba.

-No tengo ni la más remota idea. Law estaba hablando con él y con mi hermano Sabo y poco después anunció que debía irse con la excusa de trabajar temprano.

-¿Cómo demonios os tragasteis esa mierda? ¡Estoy seguro de que todos estabais borrachos y apenas os disteis cuenta! - Kid volvió a soltar una carcajada pero frenó al escuchar un gruñido enfadado por parte del otro.

-Estoy cansado de tus tonterías ¿Estas en su casa? -Preguntó serio.

-Obviamente. - Canturreó el pelirrojo sabiendo cómo sus palabras enfadaban al menor.

-¡No te soporto idiota! Estaré allí aproximadamente en media hora así que espero no tener que verte la cara cuando llegue.

El pelirojo se sorprendió por lo amenazantes que habían sonado esas palabras. ¿Tal vez se había pasado metiéndose con Ace?

-Espera Ace. -Dijo rápidamente seguro de que el pecoso estaba apunto de colgar. - No sé qué demonios pasó anoche pero ha debido ser algo realmente serio. Hacia tiempo que no le veia de tan mal humor. -Explicó. - Puede que tú y yo no seamos los mejores amigos pero sabes de sobra que estoy aquí para ayudar a Zoro.

A pesar de que Eustass disfrutaba de las provocaciones al pecoso y sus reacciones, por alguna razón sintió que en ese momento debía ponerse serio. Sabía que Ace aún desconfiaba de él por lo mal que trató a Luffy en el pasado y estaba seguro de que el hecho haber tenido una relación con Trafalgar años atrás no ayuda en absoluto. Sin embargo, también tenía claro que si en algo podían estar de acuerdo era en lo mucho que los dos se preocupaban por el espadachín.

Kid escuchó una profunda respiración antes de oír de nuevo la voz del bombero. -Intentaré darme prisa. Tal vez... Tal vez entre los dos consigamos saber que demonios le pasa. - Dijo antes de cortar la llamada.

*Fin del flasback*

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