Capítulo 14

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Trafalgar Law llegó al local poco después que el rubio y tras saludar a todos los allí presentes y pedir su primera copa, se acercó al bombero mientras posaba su mano sobre el hombro del menor.

-¿Todo bien, Ace-ya? -Preguntó.

Desde lo sucedido aquella noche, Portgas y el cirujano habían vuelto a verse en varias ocasiones. Ninguno de los dos estaba seguro de lo que hacía cuando se encontraba junto al otro. El pecoso sabía que quería a Law desde hacía demasiado tiempo como para no aprovechar la oportunidad de poder disfrutar de su compañía. Law en cambio, debía combatir con los pensamientos intrusivos que su propia cabeza le lanzaba cada vez que se acercaba de forma más íntima a Ace y aunque tenía auténtico pavor a perder su relación con el bombero, la sola presencia de éste conseguía calmar sus temores.

Ninguno de los dos sabía a dónde podía llevarles aquello pero si algo tenían claro en ese instante era que no pensaban dejar pasar la oportunidad de descubrirlo ahora que por fin se habían atrevido a dar el primer paso. 

El ojeroso miró al menor a los ojos esperando su respuesta y observó cómo éste le dedicaba una cálida sonrisa antes de asentir.

-Aún mejor ahora que has llegado. -Susurró después burlándose del médico al ver cómo se tensaba tras escuchar sus palabras.

-Eres demasiado impulsivo... -Le reprochó Law. -Y llevas horas bebiendo. -Agregó.

-Eso es cierto. -Le cortó el pecoso mientras elevaba la copa ajena obligando al ojeroso a beber. -Será mejor que te des prisa si quieres alcanzarme. -Volvió a susurrar en su oído con voz ronca.

Trafalgar tragó en seco intentando no mostrar en su rostro ninguna de las emociones que en ese momento sentía por culpa del hombre que tenía delante. Maldición. Ace era capaz de volverlo loco tan solo estando cerca de él y después de tantos años, conocía a la perfección qué movimientos debía hacer para ponerle nervioso.

El tatuado carraspeó mientras se esforzaba por mantener la calma. -¿Alcanzarte? ¿Quieres decir acabar llevándote a casa en un estado de semi inconsciencia?

Ace enrojeció al instante al escuchar al mayor. Se sentía algo avergonzado ya que el hecho de que el cirujano le acompañara a casa los días que se pasaba con la bebida se había vuelto casi una costumbre desde hacía años.

-¡Cá-cállate!

-Ace, ¿Por qué estás tan rojo? ¿Es por el alcohol o acaso Torao es el culpable de que estés así? -Interrumpió de pronto Zoro.

-No recordaba que tuvieras sentido del humor antes idiota. Me pregunto si habrá pasado algo para que ahora parezcas incluso alegre. -Se defendió Ace carcajeándose.

-Es cierto... ¿No os parece incluso perturbador no verle amargado y quejándose de todo? -Dijo de pronto Usopp.

-¿Qué has dicho? -Preguntó el aludido serio mirando a su amigo.

-¡NADA! Habrás escuchado mal o algo...

-Zoro, Ace y Torao están rarísimos hoy ¿Es que ha pasado algo que yo no sepa? ¡Soy el líder del grupo y debería saber todo lo que pasa con mis amigos! -Gritó Luffy mientras hacía un puchero en un estado bastante claro de embriaguez.

-Oí marimo. -Llamó de pronto Sanji. -¿Crees que puedes meterte con Ace por estar borracho? -Una gran carcajada hizo que el corazón del peliverde se acelerara. -Hagamos una apuesta. Tú y yo. A ver quién cae antes.

-¿Estás seguro Sanji-san? - preguntó la arqueóloga con una sutil sonrisa.

-Yo siempre estoy dispuesta a darle una lección a ese alcohólico pero Robin tiene razón Sanji-kun. Zoro es un animal bebiendo. -Le aconsejó Nami.

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