Capítulo XXII

4 3 0
                                    

Jake estaba en un laboratorio haciendo planos cuando Mauricio lo encontró. Jake parecía todo un científico con sus lentes y bata de laboratorio puestas.

—Tenemos que hablar —dijo Mau cerrando la puerta detrás de él.

—No le diré a Aitana de la apuesta, tranquilo —contestó Jake sin dejar lo que estaba haciendo.

Jake no quería que Aitana saliera más herida, pero al ver que Mauricio iba en serio con ella solo le quedaba aceptar que desde que él se había acercado a ella, Aitana se veía con más vida y que siguiera viva era prueba de que la había estado cuidando bien y eso le bastaba para aprobar su relación.

—No se trata de eso.

—¿No es de Aitana? —preguntó Jake extrañado.

—Si es de Aitana, pero tiene más que ver con nuestra relación.

Las palabras de Mau habían capturado la atención de Jake que detuvo su bocetaje para ver a su amigo.

—Y bien. ¿De qué se trata?

—Le pedí que se casara conmigo.

—¿Qué hiciste qué? —Cuestionó Jake atónito.

Jake estaba verdaderamente sorprendido ante las noticias que acababa de recibir.

—¿Y te dijo que no?

—¡Me dijo que sí! —Reclamó Mauricio ante la duda de Jake—. Eres el primero al que le cuento...

—Felicidades —dijo Jake con un sentimiento extraño en su pecho, sabía que ambos saldrían heridos, pero era algo que no podía evitar.

—No vine solo a presumirte, necesito tu ayuda.

—¿Qué necesitas?

—Necesito anillos... no le di ninguno de compromiso porque tomé la decisión anoche, pero más que comprarlos quiero que sus poderes no los destruyan a la primera.

—Ya veo... en realidad, justamente estaba trabajando en un nuevo dispositivo de contención para sus poderes.

Jake le mostró sus bocetos de diversas máquinas y otros objetos que diseñaba, todos con la finalidad de ayudar a Aitana. Mauricio comprendió al verlos que a Jake también le importaba su futura esposa y que estaba haciendo lo mejor que podía para mantenerla viva.

—Creo que puedo hacer que el anillo de ella sea su nuevo regulador.

Entre los dibujos había particularmente uno que llamaba la atención de Mauricio, era una especie de jaula de contención y le llamo tanto la atención que le pregunto.

—¿Una jaula?

—De todos es el que menos me gusta, tengo que mejorar el diseño, sería en caso extremo una celda que anule los poderes, no solo de ella, de cualquiera.

Mauricio optó por no darle importancia y volvió al tema.

—Bueno, volviendo a lo de los anillos, entonces. ¿Lo harás?

—Dame unos meses, haré lo mejor que pueda.

Mauricio ya había hablado con Jake y con Ray sobre sus planes de boda. Y junto con Aitana fueron con Dan y Emma a contarles sobre su compromiso. Estaban en la cafetería sentados los cuatro comiendo.

—¿Qué es la cosa muy importante por la que nos llamaron? —preguntó intrigado Dan.

—¿Lista? —preguntó Mauricio viendo a Aitana.

—Sí. —Asintió Aitana ruborizándose y nerviosa.

—Nos vamos a casar —dijo Mau con una sonrisa de lado a lado.

La cara de Dan proyectaba algo de pánico mientras que Emma expresaba una gran felicidad ante la noticia.

—¿Se van a casar? —Trató de corroborar Dan que escuchó bien. La noticia le caía como un balde de agua fría.

—¡Que emoción! —dijo Emma levantándose de golpe a abrazar a Aitana y Mau.

—Sí... y queríamos además pedirles que fueran nuestro padrino y dama de honor.

Emma estaba al borde de las lágrimas, sería su primera vez siendo dama de honor y se sentía aún más feliz del cambio en la mentalidad de Aitana de cuando se conocieron a ahora que se casaría. Para Emma, Aitana ya era su mejor amiga y nada la hacía más feliz que ver que había encontrado la felicidad que no tenía.

—Sería un honor —dijo Dan.

Dan sabía que no tenía posibilidades desde el primer momento en que los vio juntos, pero parte de él tenía el corazón roto. Tenía que dejar esos sentimientos atrás y apoyar a las dos personas que él más quería.

Jake estaba trabajando en el nuevo regulador para Aitana, sabía que para lograr una mayor precisión necesitaba los resultados de los últimos exámenes y análisis que le habían realizado a Aitana. El laboratorio ya se había negado a dárselos y eso solo le generaba mayor intriga, debía haber un cambio significante para estar tan negados a mostrárselos. Estaba decidido a hackear el sistema cuando el Dr. McGuire accedió a revelarle los resultados. El Doctor le hizo prometer a Jake que viera lo que viera tenía que mantenerlo en secreto y para único uso del dispositivo.

Jake estaba mucho más sorprendido por lo que la mutación estaba haciéndole al sistema de Aitana que lo que su rostro podría haber reflejado. Su ADN estaba mutando y de una manera acelerada, no sabían si eso podría ser la esperanza de una cura o matarla más rápido.

Genoma 13Donde viven las historias. Descúbrelo ahora