Capítulo XXXV

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La Reina ya había sido informada de que Aitana había escapado de Corona, tras el lavado de cerebro que le había dado, le sorprendía que pusiera tanta resistencia, si sus poderes o el genoma intentaban restaurar su memoria suponía había escapado al encontrarse confundida, quizás ella al mover sus recuerdos lo había hecho de más. Sabía que eso atrasaría sus planes, pero confiaba en que Aitana no recordaría nada de lo que había vivido en Inglaterra y eso la tranquilizaba un poco. Si su teoría era correcta, podrían regresarla fácilmente a Corona.

Lo que más le preocupaba era el informe de sus nuevos poderes, sabía que el Genoma 13 podría alterar el funcionamiento del suero, pero no contempló nunca la posibilidad de hacerla duplicar poderes.

La Reina tenía más cosas de las cuales preocuparse, las pruebas nucleares estaban siendo retrasadas debido a que el Uranio que tenían era insuficiente. Las minas de Inkai, Ranger y Rossing habían denegado su petición por más Uranio. Así que tenía que pensar en fuentes nucleares alternativas al Uranio. Además, sabía de la posible explosión de Yellowstone y tenía que empezar a movilizar a la gente de la NASA, su plan original era que Clark usara su hielo para enfriar el volcán, pero se había olvidado de ese detalle cuando se precipitó a invocar a Varian. También conocía los informes de Aitana y cómo podría ella acabar con la catástrofe, sin embargo, esa no era opción para la Reina, aún con la estabilización era demasiado poder el que requeriría, tanto que consumiría su vida a cambio de volver a dormir al volcán y todavía la necesitaba con vida como para sacrificarla.

La Reina caminó hacia el cuarto secreto con la mujer en la gran cápsula conectada a las máquinas. La Reina puso su mano sobre el vidrio.

—Lamento mucho esto Carlota, ahora que la sangre de Aitana se convierte en arena ya no nos sirve para mantenerte con vida. —Comenzó a llorar la Reina—. Todo es mi culpa, debí hacer más pruebas de suero antes de inyectárselo. —Se secó las lágrimas y en un tono más serio continuó—. Pero no te preocupes, hemos logrado despertar al primer guardián. Toda tu investigación era cierta, me encantaría que lo pudieras ver por ti misma. Con él encontraré a los demás guardianes y pediré el deseo que te traiga de vuelta y borre mis pecados. Así que, por favor, no empeores hasta que lo logre.

El monitor marcaba los signos de vida de Carlota mucho más estables que la última vez que la había visitado. Ella sabía que eso era gracias a que la sangre de Aitana, le suministraban dos gotas al día que eran suficiente para utilizarla como medicina. La sangre de Aitana no solo poseía rastros del Genoma 13, sino también de sus poderes del tiempo, que habían logrado frenar la evolución de su enfermedad.

Aunque su sangre ya no sirviera al estarse transformando en arena, el Genoma 13 aún podía curarla de lograr recrear el código, por lo que mandó instrucciones de recuperar a Aitana a toda costa, aún tenían esperanza de que con eso encontraría la forma de salvar a Carlota y finalmente despertarla de su profundo sueño.

La Reina recibió un mensaje a su celular, con una sonrisa malvada salió del cuarto y fue con Varian.

—¿Hay algo en lo que pueda ayudarla mi Reina?

—Tengo una misión para ti.


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