Capítulo XL

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Mauricio tras irse de Corona había estado en varios lugares a los que le hubiera gustado ir con Aitana, pero pensar en el hubiera no le servía, por lo que decidió mejor ir a un lugar donde sus recuerdos siguieran vivos teletransportándose a Puebla. Recorrió todos los lugares donde habían estado juntos, al final del día se teletransportó dentro de la rueda de la fortuna. Ahí dentro sacó la libreta de Aitana y su anillo de bodas. Mauricio se colocó el collar de Aitana con su anillo al cuello como ella lo llevaba, lo vio un momento junto con el de él recordando los votos de su boda, no podía creer todavía que ella ya no existiera, después, al intentar abrir la libreta, cayó un papel doblado, lo recogió y abrió leyendo lo que Aitana había escrito.




Querido Mauricio:

Se que todo esto puede ser muy confuso, lamento mucho que las cosas fueran así.

Mi intención nunca fue herirte ni a ti ni a ninguno de nuestros amigos, me fui de Corona buscando respuestas y lo que me encontré fue la terrible verdad para la que fuimos creados.

En esta libreta encontrarás las respuestas que yo buscaba y que probablemente también buscas para entender mis acciones. Yo no nací para ser una heroína, pero tú puedes serlo porque yo sé que lo eres, siempre fuiste el mío.

Estoy segura de que en otra vida nos volveremos a encontrar.

Te amo hasta la eternidad.

Tu esposa, Aitana Arellano.

Genoma 13Donde viven las historias. Descúbrelo ahora