Capítulo XXIV

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Habían pasado ya unos meses desde la boda, Aitana tenía prohibido salir a las misiones desde que habían regresado de Puebla debido a que su cuerpo, a pesar del nuevo dispositivo, continuaba viéndose afectado por la degradación causada por sus poderes. Ella había vuelto a su investigación sobre Yellowstone y continuaba formulado diversas teorías.

Ese día, por primera vez en meses, el General había citado a Aitana junto al equipo para informarles sobre su estado. Todos llegaron y se sentaron, cuando ya estaban todos el General explicó.

—Como todos saben aquí, la condición de Arellano se ha agravado drásticamente en los últimos meses, el Dr. McGuire al no haber encontrado solución junto con su equipo de trabajo han sido relegados de atenderla —dijo el General.

El silencio invadió la sala, el temor de que eso significara que ya no había más que hacer por Aitana golpeó los corazones de todos. Entonces, el General continuó.

—Eso no quiere decir que no haremos ya nada por ti. La base principal nos ha contactado, parece que ellos tienen mejores doctores y un equipo de científicos preparado para atender tu condición. Mencionaron que han desarrollado un suero que podría ayudar a tu condición. Serás transferida hasta que logren estabilizarte. —Agregó el General.

—¿Eso quiere decir que iré sola? —preguntó Aitana con cierto miedo en su tono.

—Por desgracia sí, Tazarían y el resto del equipo aún tienen que llevar a cabo las misiones de aquí, por lo que tendrán que quedarse.

Aunque Mau y Aitana se sentían tristes de separarse, para Mau era una esperanza que la atendieran lo antes posible. Hacía apenas una semana atrás Aitana había perdido la conciencia y tardó cinco días en despertar con una fiebre espantosa. El verdaderamente quería que estuviera bien, pero en su mirada se veía su gran angustia por mandarla sola.

—¿A dónde la enviaran? —preguntó Jake.

—Londres, Inglaterra. Tiene una semana para prepararse, Tazarían la escoltará para que puedan despedirse.

La sesión había acabado y fueron a comer a la cafetería, todos trataron de animar el ambiente mencionando sobre las cosas que había en Inglaterra, las posibilidades de Aitana y al final algunas teorías de por qué allá.

Tras la conversación, el que más intrigado con que la base central estuviera en Inglaterra era Dan. Si se suponía fueron comprados por el gobierno estadounidense. ¿Por qué la base principal estaría ubicada allá? Todo eso le parecía extraño, pero como no tenía pruebas y los demás parecían haberlo pasado por alto por lo que optó por dejar esas dudas para después.

La semana pasó y llegó el día de la despedida, todos la abrazaron deseándole volverla a ver pronto. Jake además le entregó una caja pequeña con un moño como regalo de despedida.

—Ábrelo cuando te sientas sola. —Agregó Jake.

Una vez lista, agarró la mano de Mauricio, vio a su equipo por última vez y juntos se teletransportaron a Inglaterra. Tenían 8 horas antes de encontrarse en el lugar que el General les había indicado. Mauricio había hecho una investigación para saber que podían hacer en su última cita antes de separarse por tiempo indefinido.

—¿Lista? —dijo Mau agarrando la mano de Aitana.

—¿Para una cita contigo? Siempre.

Mau llevó a Aitana al Museo Británico, caminaron por Piccadilly Circus, se tomaron fotos en el Big Ben y para terminar el día se subieron al London Eye.

Mientras estaban en el London Eye, Aitana dejo ver sus inseguridades.

—Si llego a morir antes de volver a verte yo quiero agradecerte por el tiempo que tengo de conocerte, eres lo mejor que le ha pasado a mi vida —dijo agarrándolo de ambas manos con los ojos llorosos—. Lamento mucho que tuvieras que escoger a alguien como yo.

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