29 de Marzo de 1994
Dos días después del encuentro con los hermanos Cottone, Clemence había recibido la invitación de Margaret Cottone, la esposa de Gabriel y verdadera líder de su familia. La joven Scott temía del resultado que la reunión traería consigo, no tenía recursos para convencer a la mujer. Sin embargo, acepto de inmediato y Margaret acordó que el punto de encuentro sería nuevamente en su mansión.
Al llegar a la elegante mansión, Georgina fue conducida a una sala lujosamente decorada, donde la mujer la esperaba. La belleza de Margaret era deslumbrante, superando incluso a la de la propia Clemence. Sus ojos brillaban con una mezcla de tristeza y determinación
Margaret Cottone, una mujer de 53 años que irradiaba una belleza atemporal que desafiaba su edad. Sus cabellos rubios, perfectamente peinados, caían en ondas suaves alrededor de su rostro. Sus ojos verdes, llenos de misterio y profundidad, parecían contener un sinfín de secretos. A pesar de los años transcurridos, su piel lucía radiante y sin arrugas, revelando un cuidado meticuloso.
Con una figura esbelta y elegante, Margaret se movía con gracia y seguridad en cada paso que daba. Su presencia era imponente y magnética, capturando la atención de todos a su alrededor. Vestida con prendas sofisticadas y de alta costura, su estilo siempre reflejaba su refinamiento y buen gusto.
Sin embargo, detrás de su apariencia impecable, había un aura de misterio y controversia que la envolvía. Margaret había sido acusada de brujería y adulterio, cargos que habían oscurecido su reputación y creado un velo de intriga a su alrededor. Algunos la veían como una seductora hechicera que utilizaba sus encantos para manipular a los hombres, mientras que otros la consideraban una víctima de rumores maliciosos.
Pero lo que nadie podía negar era el carisma y la inteligencia que emanaban de Margaret. Tenía una mente aguda y perspicaz, capaz de leer a las personas y navegar en los intrincados juegos de poder. Su voz era suave y cautivadora, capaz de influir en aquellos que la escuchaban.
A pesar de las acusaciones en su contra, Margaret se mantenía imperturbable y serena. Sabía cómo defenderse y proteger sus intereses, siempre un paso por delante de sus detractores. Había aprendido a convertir los rumores en su beneficio, aprovechando la ambigüedad que rodeaba su persona para mantener a los demás intrigados y cautivos de su encanto.
Margaret Cottone, una mujer enigmática y fascinante, navegaba entre las sombras del escándalo y la intriga. Su belleza eterna y su presencia magnética la convertían en un enigma irresistible, y su papel en los eventos venideros solo añadiría más misterio a su ya intrigante historia.
— Georgina, me alegra tanto que hayas venido.— dijo Margaret con una sonrisa amarga e intimidante— Debo advertirte que mi esposo y nuestra familia no aceptarán tu oferta. Su lealtad y valores no son tan fácilmente comprometidos.
Georgina, sorprendida por la franqueza de Margaret, arqueó una ceja.
—Entiendo tu preocupación, pero nosotros poseemos recursos y conexiones que podrían beneficiar a los Cottone— respondió, tratando de mantener su confianza.
—Mi esposo, a pesar de sus defectos, tiene una integridad que no puede ser socavada por promesas de poder y riqueza. Mucho menos por la pobre belleza de una joven inexperta.
El corazón de Georgina se aceleró, sintiendo un nudo en su estómago causado por la irá en las palabras de Margaret. Pero no estaba dispuesta a renunciar a su ambición y a lo que creía que merecía.
—La ambición sin límites solo trae destrucción y dolor
— advirtió— Mi esposo y su familia han resistido durante generaciones, basándose en valores más nobles que los que tú y tu sociedad “secreta” promueven.—¿Cómo piensas que crea esa mentira?— pregunto Clemence con una burlona risa.
La atmósfera en la lujosa sala de estar estaba cargada de tensión. Ambas mujeres, decididas y ambiciosas, estaban dispuestas a luchar por el poder que tanto anhelaban.
—Georgina, sé muy bien lo que buscas. No eres la única que anhela el poder y la influencia en su familia.
Georgina, no dispuesta a dejarse intimidar, mantuvo su compostura y miró fijamente a Margaret.
—No te equivoques. Estoy dispuesta a hacer lo que sea necesario para alcanzar mis metas. No dejaré que nadie, ni siquiera una bruja cómo tú, se interponga en mi camino.
Margaret soltó una risa sarcástica.
—Si tan solo supieras lo que he enfrentado y superado en mi vida. No serás rival para mí.
Las palabras de Margaret avivaron la ira dentro de Georgina. Sus ojos se entrecerraron y sus puños se apretaron.
—Y tú no subestimes mi determinación. No tengo miedo de enfrentarme a ti. Estoy dispuesta a hacer lo que sea necesario para asegurar mi lugar.
El aire se volvió más pesado a medida que el enfrentamiento entre las dos mujeres continuaba. Sus palabras eran dagas afiladas que se lanzaban una a la otra, cada una tratando de debilitar a su oponente.
—Puede que seas joven y “hermosa”, pero la experiencia y la sabiduría son armas poderosas. No creas que puedes superarme tan fácilmente.
—La experiencia puede ser valiosa, pero la juventud trae consigo la audacia y la energía necesarias para cambiar las reglas del juego. No subestimes lo que soy capaz de hacer.
La discusión alcanzó su punto máximo cuando ambas mujeres estuvieron a punto de estallar en un enfrentamiento físico. Sin embargo, se detuvieron, cada una consciente de las consecuencias que tal enfrentamiento traería.
El silencio se apoderó de la habitación mientras ambas mujeres se miraban fijamente. La tensión aún estaba presente, pero se habían dado cuenta de que necesitaban encontrar una forma de trabajar juntas, aunque fuera temporalmente, para alcanzar sus objetivos comunes.
—Por ahora, dejemos nuestras diferencias de lado y concentremos nuestras energías en lograr lo que ambas deseamos. Pero ten en cuenta que no te permitiré usurpar mi posición.
Georgina asintió, sabiendo que la batalla no había terminado, pero al menos habían llegado a un acuerdo temporal. Ambas mujeres se apartaron el uno del otro, conscientes de que habían encontrado un enemigo en el otro, pero también un socio potencial en su búsqueda de poder. El juego había comenzado, y en ese momento, Margaret y Georgina sabían que solo una de ellas podría perder la vida en la lucha por el poder.
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Los círculos de clemencia
Mystery / Thriller⚠️ CONTENIDO EXPLÍCITO ⚠️ ¿Qué tanto estás dispuesto a ofrecer para obtener poder?