20 de julio de 1994
Clemence se encontró en la sala de reuniones con su padre. La joven estaba preparada para discutir un tema de gran importancia. Había pasado mucho tiempo desde su última conversación y ahora sentía que era el momento adecuado para plantear su petición. Y es que Georgina había pasado los últimos meses luchando por crearse una reputación donde sus contactos la adulaban, creando conexiones y estrechas relaciones con hombres y mujeres que le ayudarían a sobresalir dentro de su familia.
El ambiente en la sala era solemne, con la luz tenue que se filtraba por las cortinas y el sonido suave de los relojes de pared marcando el paso del tiempo. Clemence se acomodó en su asiento, sintiendo un nudo en el estómago ante la mirada intimidante de su padre y mientras esperaba a que el hombre tomara la palabra.
Adam se sentó frente a ella con sus ojos fijos en su hija y una expresión seria pero contemplativa. Era evidente que estaba consciente de la importancia de la conversación que se avecinaba. Tomó un breve momento para acomodar los papeles sobre la mesa antes de hablar.
-Clemence, sé que has estado buscando una mayor posición dentro de nuestra familia y nuestros negocios.- comenzó Adam, su voz resonando con autoridad.- Entiendo tu deseo de destacar y contribuir de una manera más significativa.
Georgina asintió, manteniendo su mirada firme en su padre. Sabía que debía elegir cuidadosamente sus palabras y transmitir su determinación.
-Padre, he trabajado arduamente para demostrar mi valía y habilidades.- respondió Georgina con convicción- He aprendido de mis errores pasados y estoy dispuesta a asumir mayores responsabilidades dentro de los negocios de nuestra familia.
Adam asintió, escuchando atentamente a su hija. Era evidente que la seriedad y determinación en su voz no eran algo que pudiera ignorar fácilmente.
-Hija, entiendo tu deseo de progresar, pero debes comprender que las posiciones dentro de nuestra familia se ganan con mérito y lealtad.- Respondió Adam, su tono transmitiendo una mezcla de advertencia y consejo- No puedo otorgarte una posición más alta solo por ser mi hija. Sabes que mi sucesor es Adam, como líder de las cuatro familias, y su consejero será Markel. Franco líder de los Scott y con todo ésto Jacob apenas logra un cargo dentro del consejo. Dado a tu habilidad con el diálogo y tú facilidad para cerrar tratos, lo mejor que puedo darte es como la secretaria de tus hermanos, la encargada de secundarlos, encargada de líderear al segundo orden y coordinar los tratados que se lleven acabo.
-Padre, entiendo la importancia de mi cargo. Sin embargo, sé que mi valor no se rebaja al de secretaria de mis hermanos. Tú y yo sabemos que fui criada y educada para ser tu sucesora como líder de las cuatro familias.
-¿Crees que esto es injusto? ¿Qué hay de tu hermana? Alice ni siquiera posee un cargo dentro de nuestro gobierno.
-¡No pienso conformarme! Yo sé que desempeñaría un mejor trabajo a comparación de mis hermanos, ellos no son hombres competentes.
-¿Cómo puedes decir eso de tus hermanos? Deberías agradecer que por lo menos te hemos considerado como su secretaria.
-Como siempre, debo conformarme con las sobras de tu familia, únicamente porque no soy hija legítima de Victoria.
-Bien sabes que Victoria nunca ha hecho distinción entre Alice y tú.
-Entonces me gustaría que fueras igual que ella y te comportaras como un verdadero padre por primera vez.
-¿Crees que no me he comportado como un padre? Me he mantenido ocupado ocultando y manteniendote limpia de todos los crímenes que has cometido.
Georgina se sorprendió y comenzó a sentir temor al sabee que su secreto había sido descubierto y que su padre estaba al tanto de todos sus actos que había hecho.
Sintió una intensa vergüenza, se sintió expuesta y vulnerable al enfrentar las consecuencias de sus acciones. La culpa también la abrumó al darse cuenta del dolor que había causado a otros con sus malas decisiones.
-¿Pensaste que no me había dado cuenta? ¿Crees que no sé lo que haces con tus hermanos?
-Entonces debes tener conocimiento de todo lo que he hecho por el bienestar de la familia, sabrás todo lo que he sacrificado para mantener tu poder, "padre".
-Y tú sabrás que nuestros principios iban primero, "hija". Si te hubieras comportado acordé a esas normas pudiste ser la indicada para líderear la familia. Pero al ver en lo que te has convertido no puedo ni siquiera mirarte a los ojos. Clemence, te hace falta discreción.
-Bien, pues no te necesito ni a tí ni a tu familia. Todo lo que he logrado ha sido por mí misma, gracias a mi inteligencia, voluntad y perseverancia. Y si mi presencia no te es agradable no quiero estar aquí.
-Si deseas irte, házlo que nadie te detendrá. Pero te advierto que no puedes permanecer dentro de los límites de nuestra zona. No quieres nada de la familia, bien. Busca camino por tu propia cuenta.
Después de ser rechazada y expulsada de la mansión familiar por su padre, Georgina experimentó una mezcla de emociones abrumadoras. Se sintió traicionada, abandonada y despojada de su lugar en la familia Scott. Sentimientos de decepción, ira y frustración se entrelazaron en su interior, mientras se debatía entre la tristeza y la determinación.
La sensación de pérdida y desolación la invadió, haciéndola sentir como una extraña en su propio entorno. Se encontraba sumergida en un profundo sentimiento de soledad y desconexión. Al mismo tiempo, la ira ardía dentro de ella, impulsándola a buscar venganza y desafiar la injusticia que había sufrido. Quería demostrar su valía y obtener el reconocimiento que creía merecer.
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Los círculos de clemencia
Mistero / Thriller⚠️ CONTENIDO EXPLÍCITO ⚠️ ¿Qué tanto estás dispuesto a ofrecer para obtener poder?