Los círculos de clemencia

Capítulo XIV: Negociación.

10 de junio de 1994

Después de los eventos que llevaron a la muerte de los Cottone, Clemence decidió que era hora de dejar atrás las rivalidades y buscar una nueva negociación. Con ese objetivo en mente, convocó a una reunión con Gabriela, la hija de Margaret y Gabriel, y Athos, el hijo de Gabriel y su primera esposa Makie.

Georgina, la astuta y ambiciosa hija de los Scott, entendía que los Cottone habían quedado debilitados y eran un activo valioso para su propia familia. Sabía que podía aprovechar esta situación y establecer una nueva dinámica de poder en la que los Cottone trabajarían para los Scott.

El lugar elegido para la reunión fue una elegante mansión perteneciente a los Scott, los tres se encontraron en un salón de gran magnificencia, un ambiente de seriedad y determinación. La atmósfera estaba cargada de tensión y cautela, pero también había una chispa de esperanza en el aire.

La tensión era palpable en el aire mientras los tres se sentaban alrededor de una mesa, mirándose con cautela. Sabían que esta reunión era un paso crucial hacia la reconciliación y la construcción de un futuro mejor.

Georgina, consciente del papel central que tenía en esta reunión, tomó la palabra. Habló con sinceridad y claridad, reconociendo los errores del pasado y expresando su deseo genuino de establecer una alianza sólida y duradera. Explicó que, a pesar de las diferencias y los conflictos, sus familias compartían intereses comunes y que unidos podrían lograr grandes cosas.

Gabriela, con la mirada cansada pero dispuesta a escuchar, asintió lentamente. Athos, aunque cauteloso, mostró un destello de interés en la propuesta de Clemence. La idea de unir fuerzas para consolidar su poder en los ámbitos empresariales y políticos resonó en ellos.

-Sé que después de qué algunos datos fueron revelados al mundo su fama y la fidelidad de sus socios se han encontrado en jaque.- expuso Clemence- Los Scott estamos disposición de apoyarlos para posicionar nuevamente el imperio por el que su familia tanto había luchado. Con nuestra ayuda económica y la de los Nyevelt en lo que respecta a política, la familia Cottone volverá a estar al frente.

-Sabras que esto va en contra de nuestros principios.- habló Athos- La individualidad ha sido, por siglos, característica escencial de nuestra familia. No es egoísmo sino confianza y lealtad a nuestro legado generacional.

-Parece que estamos en la misma página, al menos en principio. No debes preocuparte puesto que yo misma me encargaré de que esta alianza sea verdaderamente beneficiosa para todos.- aseguró Georgina con total sinceridad.

Gabriela y Athos intercambiaron miradas, evaluando las palabras y la propuesta de Georgina. Lentamente, comenzaron a darse cuenta de que, al unirse, podrían lograr un poder y una influencia mucho mayores de lo que podrían alcanzar por separado. La idea de una alianza estratégica que trascendiera las rivalidades familiares comenzó a tomar forma en sus mentes.

-Nuestro principal obstáculo fue la individualidad.- expuso Gabriela- el mundo avanza y nuestros valores deberían hacerlo con él. Sin embargo, no puedo negar que busco obtener beneficios para mi familia. Quiero asegurarme de que esta alianza nos brinde poder y oportunidades para crecer aún más.

-Bien, llegó el momento de discutir los términos de esta alianza.- dijo Gabriela con determinación- Como representante de la familia Cottone, quiero asegurarme de que obtengamos beneficios justos y equitativos.

-Estoy de acuerdo, Gabriela Nuestra familia busca garantizar que nuestros intereses sean protegidos en esta alianza. Sin embargo, también debemos considerar el bienestar general y evitar caer en los mismos errores del pasado.

-Comprendo sus preocupaciones y comparto el deseo de obtener beneficios para mi familia.- explicó Georgina- Pero también debemos considerar la estabilidad y el equilibrio de esta alianza. ¿Qué propuestas tienen en mente?

Gabriela se mantuvo pensativa por un momento, sabía que apostar en una negociación con los Scott era un juego peligroso en el que cada paso debía ser estratégico.

-Establezcamos un sistema de reparto de poder y recursos que sea proporcional a las contribuciones de cada familia.- propuso Gabriela- De esta manera, aseguramos que todos tengan una participación justa y equitativa en los beneficios.

Athos asintió y continúo:

-Eso me parece razonable. Además, debemos acordar un conjunto de valores y principios que guíen nuestras acciones y decisiones. Esto nos ayudará a mantener la integridad y la transparencia en nuestra colaboración.

-Por mi parte, propongo que debemos establecer un mecanismo de rendición de cuentas, donde cada familia se comprometa a actuar en beneficio de la alianza y a evitar cualquier comportamiento que ponga en peligro nuestra estabilidad.- dijo Clemence.

-Sí, un sistema de rendición de cuentas nos dará la confianza necesaria para trabajar juntos de manera efectiva.- coincidió Gabriela- Además, podríamos considerar la posibilidad de establecer un comité conjunto que supervise nuestras acciones y asegure el cumplimiento de los acuerdos. Y sobre todo, debemos establecer canales de comunicación abiertos y francos entre nuestras familias para resolver cualquier problema o diferencia que pueda surgir.

-Estoy de acuerdo con todas estas propuestas.- dijo Clemence con una amable sonrisa en su rostro- Creo que estamos avanzando en la dirección correcta para forjar una alianza sólida y duradera. Solo necesitamos trabajar juntos y comprometernos con estos principios para alcanzar nuestros objetivos comunes.

Con humildad y una sinceridad palpable, Georgina ofreció una mano extendida hacia sus nuevos aliados. Finalmente, Gabriela extendió su mano hacia Georgina, simbolizando su aceptación de la propuesta. Athos, aunque aún cauteloso, asintió con un gesto de acuerdo. En ese momento, las tres figuras se unieron en un apretón de manos que marcaba el comienzo de una nueva era.

Con la alianza consolidada, Clemence, Gabriela y Athos se comprometieron a trabajar juntos para alcanzar sus metas comunes.
A medida que la reunión llegaba a su fin, una sensación de esperanza y determinación llenaba la habitación. Aunque los desafíos y las pruebas aún se encontraban en su camino.

Georgina sabía que el desafío había culminado. Los Cottone parecían desconocer el poder detrás de la familia Scott por lo que confiarían en ellos a cada momento mientras su poder creciera aparentemente. Gabriela y Athos ignoraban que su firma se encontraba en un tratado que ponía a su familia a trabajar para aquellos dueños del mundo de quienes tanto habían estado escapando.

Un mundo donde ahora todos estaban a sus pies; parte de una servidumbre que les facilitaba el trabajo. El que trabaja limpio jamás llega lejos y malditas sean las mentiras de aquellos bienhechores hipócritas que predican su falsa verdad. Porque si lejos quieres llegar, a unos cuantos siervos has de matar.