Streamer [KookTae]

03

este fic es como un experimento para saber qué tiempo de narración me gusta más. además de que la idea de este fic me emociona mucho.

está, en parte —la imagen de jk— influenciada por la imagen del rubius, uno de los más grandes streamers que me ha acompañado durante tantos años. se lo agradezco, agradezco su compañía por tantos años, al igual que bts.

cualquier error de redacción, ortografía, tiempo de narración, etc. háganmelo saber por favor, es importante para mí poder ver mis defectos e ir mejorando. gracias<3 sin más, disfruten la lectura.

dato curioso: este fic data de inicios de agosto de 2020 y estaba pensado ser un two shot,,

-jkmgtai

importante: hubo una escena en la que parecía que jk estuviese acosando físicamente a tae, cambié esa escena porque nunca fue mi intención... lamento ese malentendido y la especie de normalización que se generó.

[...]

—¡Ya llegué, abuela!— grita mientras cierra la puerta principal y frunce su ceño al escuchar que su abuela ríe junto a una persona. Su risa incluso sonando familiar.

—¡Hijo, ven!— camina hasta la cocina y ve a un chico de espalda, su abuela intenta contener su risa tapándose la boca.

—¿Abue...?— la mira totalmente confundido y el chico extraño se da vuelta para encararlo, una preciosa sonrisa le saluda.

Y su sonrisa se desvanece automáticamente al ver que el chico cae al suelo inconsciente.

—¡TaeTae!— escucha el grito de la mujer adulta y se acerca al chico que está en el suelo.

Ha caído sobre su brazo afortunadamente, su cabecita ilesa. Lo toma con suavidad entre sus brazos, cual bebé. Admira sus facciones por algunos segundos antes de reaccionar y llevarlo con cuidado hasta el sofá, donde lo recuesta y deja en altura sus largas y preciosas piernas.

—¡Ay, Dios!— la abuelita se acerca con un vaso con agua y con un chocolate en mano, para que su muchacho se recuperase rápido del desmayo.—¿Qué le pasó? ¿Le hiciste algo? ¡Te atreviste a tocarlo!

—¡N-No!— niega repetidamente y alza sus manos.—L-Le juro que no le hice nada... Él simplemente me vio. Quizás no ha comido o le cayó mal alguna comida...

—Mi niño estaba bien cuando entró a la cocina. Cambió completamente cuando te vio... No lo entiendo.

—Ni yo.— Jungkook suspira y aplana sus labios mientras ve al chico acostado en el sofá, se ve tan tranquilo y relajado.

Es un chico precioso, realmente precioso. Ni siquiera se atreve a describir su bello rostro simétrico. Ni siquiera sabe por qué tiene el derecho de admirar a semejante obra de arte, aquel chico pulido a manos de dioses del Olimpo. No se atreve a admirar su cuerpo por respeto así que solo mantiene la mirada fija en sus expresiones tranquilas. Quizás en algunos segundos el chico lindo despertaría.

Y así fue, comienza a removerse, frunce su ceño y murmura algunas palabras sin sentido. Estira su cuerpo y abre sus ojos. Su vista enfocando el techo blanco. Su hombro duele como el jodido infierno, y el huesito en su cadera arde también. Todo su cuerpo se siente entumecido, luego de estirarse.

Mira hacia un lado y se vuelve a encontrar a Jungkook. Se sobresalta y retrocede lo que más puede en el sofá, mirando aterrado al pelinegro.

—¿Qué pasa, TaeTae?— llama su abuela, alejando a Jungkook de su nieto para acercarse y pasarle el vaso de agua y el chocolate.

—¿Qué hace él aquí?— susurra y señala al chico que rasca su nuca algo incómodo.

—Él es el vecino nuevo, el que te mencioné ayer. ¿Qué te pasa? Te ves como si hubieses visto a un fantasma. Jungkook es un buen chico, deberíais de ser amigos.— alza la voz al final. Taehyung se sonroja y se esconde en sus piernas.