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Siente la luz llegar a sus ojos y comienza a despertar. Se remueve y se encuentra con que está en la habitación de Jungkook. Busca en la cama al chico y se encuentra completamente solo.

Quiere moverse pero su cuerpo duele demasiado. Sus caderas arden como el infierno y sus partes también.

No recuerda qué pasó pero sabe que tuvo algo con Jungkook.

Se levanta y su cuerpo duele. Se siente mareado y su cabeza también arde del dolor. No está desnudo. Tiene un pantalón holgado café que no es suyo y una camiseta blanca traslúcida... las favoritas de Jungkook. Se sonroja y abraza la camiseta como consuelo. Le duele mucho su cuerpo y ese hijo de puta ni siquiera está ahí para hacerse responsable de lo que hizo. Aunque no es su responsabilidad completamente. Lo sabe.

Entra por la puerta que cree que es el baño y jadea de asombro. ¿Quién mierda era Jungkook?

Era un puto baño de lujo que ni en sus mejores sueños tendría.

Ignora ese presentimiento en su estómago y se mira al espejo. Está demacrado. Tiene ojeras enormes, sus ojos están rojos. Su cuello está lleno de marcas rojas y algunas moradas. Sus clavículas también están marcadas y alcanza a ver algunas mordidas. Tiene miedo de levantar su camiseta pero aún así lo hace.

Está lleno de marcas y de algunos rasguños. Sonríe en alivio. Son marcas que con el tiempo se irían.

Se moja el rostro y le toma algunos segundos despertar completamente. Vuelve a la habitación y no ve su ropa. Quiere meterse al closet de Jungkook y ver donde están sus pertenencias pero con un chico como él... pensarían que estaba robando. Chasqueó su lengua e intentó salir por la puerta pero estaba bloqueada. Ni siquiera le deja poner el código, en cambio, apareció un mensaje que decía: "no salgas aún, espera".

Suspira y termina por explorar nuevamente la habitación. Los vidrios están polarizados, por lo que quiere decir que nadie de afuera puede ver lo que pasa adentro. Se acerca y abre una ventana. Mide al menos dos metros.

Se apoya en el balcón. Es un día nublado, hace un poco de frío y las nubes dan para llover. Pero no le importa. Quiere saber cómo es que un streamer puede costearse un penthouse que seguramente le haya costado dos millones de dólares. No puede ser que un chico como él gane tanto dinero y muchísimo menos ser el favorito del banco.

Se está metiendo con alguien que no conoce del todo. Tiene algo de miedo. Ninguna persona posee un capital tan alto porque sí.

—Te ves terrible.— guarda su susto y mira hacia atrás.

Jungkook está apoyado en el ventanal con su antebrazo, está sin camiseta y puede ver que el estado del chico tampoco es el mejor. Sus marcas se ven tan dolorosas que inconscientemente hace un puchero y se regaña a sí mismo. Quiere decir algo pero su vista se vuelve a las nubes y se pierde nuevamente en sus pensamientos. No tiene la valentía suficiente para hablarle a ese hombre. No hay mucho que decir.

Jungkook se acerca a su lado y cuando se apoya en el borde, puede ver que sus músculos se flexionan y muerde sus labios. Quiere enfocarse en las nubes pero Jungkook se la pone tan difícil.

No sabe qué decir, guarda silencio y espera a que ese hombre, que inspira sexo, hable.

—Sé que tienes muchas dudas en mente sobre todo esto y sobre lo que te dije ayer.— le toma algunos segundos en continuar y suspira.—Vendí la casa en casi dos millones de dólares para costear este penthouse.

—No entiendo.

—Ni yo entiendo ya. Solo sé que a veces no sé qué hacer con el dinero que se me presenta y puedo cometer locuras. Quizás todo esto te parezca excesivo y distante... pero si te soy completamente sincero este soy yo realmente.

Streamer [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora