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—Abuela, haga silencio.

—A mi no me callas, malcriado.— le apunta con el dedo y no le importa si es una falta de respeto.—¿A dónde vas?

—Ya le dije que iba donde Jungkook.

—Pero si hace algunos días lo insultabas como si fuese lo peor del mundo, ¿cuál es el problema directamente, muchacho?

—No hay problema. Bueno, sí. Quizás no.— suspira y tira su brillo labial a su escritorio.—Sí. No lo sé, solo quiero hablar con él.

—Hablar, ajá.— asiente y le mira.—¿Cuándo volverás?— Taehyung le mira y no sabe qué decir. La abuela termina suspirando y deja un beso en el cabello de su nieto.—Cuídate, hijo, y si llegas en la madrugada cuidado con la puerta y no te atrevas a despertarme o nunca más cocino para ti.

—Está bien, no se preocupe, no la molestaré. Vaya a descansar.— da una reverencia y la ve salir de su habitación.

Aplica un poco de su perfume en puntos específicos.

Chasquea su lengua y se ve por última vez en el espejo de su baño. Está nervioso, no sabe si Jungkook tiene planes esa noche pero tampoco quiere avisarle. Se alienta y se promete que no sería una nena llorona, sacaría su lado más atrevido y rogaría por su polla y mimitos al amanecer.

Vaya manera de captar la atención.

Toma su teléfono y sale de la habitación. Camina hasta la puerta, saca sus llaves y vuelve a tomar una profunda respiración, no es momento para arrepentirse.

Corre su pelo hacia atrás, aún con su bandana y cambia completamente su expresión a una más seria y firme, confiando en sí mismo.

Abre la puerta y luego la cierra, ya fuera de su hogar. Camina hasta la puerta de Jungkook con toda la confianza del universo y esta se acaba completamente al escuchar música proveniente del penthouse sumado a algunas voces. Eso no estaba en sus planes, no esperó que Jungkook planease una fiesta o algo. Hace un puchero y se apoya en la puerta, preguntándose qué haría ahora. No está seguro de llamar a la puerta pero tampoco quiere irse.

Suspira molesto y se decide por escapar a la azotea para tomar algo de aire y pensar con claridad.

Está oscuro, no hay nadie, siente el ruido lejano de la ruidosa ciudad, incluso de noche. Se apoya en el borde y piensa mejor.

—¿Tiene sentido interrumpir?— se niega a sí mismo y ladea su rostro.—Es por una buena causa.

Aunque lo sabe bien, solo está intentando convencerse, aunque ya sabe que debe salir a otro lugar en vez de interrumpir a Jungkook.

No tiene planes claros pero salir a un club solo va de malas... aunque si lo analiza mejor, su primo frecuenta esos lugares así que prácticamente no estaría solo porque estaría seguro de que se toparía con él. Sí, sí. Él estaría por ahí.

Inclina su pecho y termina por apoyar sus codos. Definitivamente su noche se arruinó y ya no tiene ganas de ver al chico ese, prefiere ir a acostarse. Ya si hasta se le quitaron las ganas de ir a un club. Bipolar. Chasquea su lengua y termina por bajar su mirada mientras hace un pucherito. Quiere pasar con alguien la noche y no solo para tener sexo, si no para recibir mimos y atención, y esa era una clara indirecta para ese chico lindo al que casi le rompe la nariz.

—No sabía que era posible que una estrella bajase hasta la corteza terrestre.

Se sobresalta al escuchar la voz de Jungkook y lo mira, perplejo.

—No te la esperabas, ¿verdad?— le sonríe y se apoya a su lado, también admirando la bella noche en Los Ángeles.

—¿Qué haces aquí?

—Aprovechando las instalaciones.— le sonríe y bebé un poco de su cerveza, que recién puede notar en su mano.

—Ah...— hace una mueca y apoya su mejilla en su mano, abultándola.

—Por alguna extraña razón me produce nostalgia esta postal.— Jungkook quiere iniciar una conversación pero se siente como un chico de trece años declarándose a su primer amor, demasiado nervioso y buscando aprobación en todo momento.

—Creí que era el único... pero prefiero pensar en otras cosas porque si pienso en ello y en lo que conlleva me pone algo nervioso y triste.

—Hey, no somos tan diferentes.— le sonríe.—Me agrada.

Lo odia. Demasiado. Cree que es mucho que Jungkook le sonría de esa manera tan linda y en una noche estrellada como esa, algo que ataca su corazón y hace que olvide su molestia que no está en su derecho de sentir. Extraño, definitivamente.

—Y... ¿qué hace una estrella tan linda y arreglada en este techo solitario?

—¿Acaso no puedo arreglarme para verme bien y sentirme bien conmigo mismo?

—Yo no he dicho eso.— continúa con la broma y Taehyung sonríe al darse cuenta de que le sigue el juego.

—La verdad es que... quería sorprender a una persona y poder estar con ella esta noche pero me di cuenta de que no valía la pena. Y que ya tenía otros planes.

—No valía la pena...— murmura Jungkook.—Te vi por la puerta, chico, sé que estabas ahí por mí.

—¿Qué?

—Estaba esperando una compra por delivery y te vi por la puerta, esperé a que intervinieras pero no valía la pena, al parecer.— replica con ironía, luego acaba con su cerveza y finaliza con un pequeño gruñido de satisfacción.

Taehyung tiene que contar hasta tres para no tirarse del edificio porque joder, ¿le está provocando a propósito o eso es involuntario? Ridículo, caliente hasta en una situación seria y algo confusa.

—Claro que no valía la pena, quiero decir, solo interrumpiría.

—No era nada importante, solo un año más de vida.

Abre su boca y quiso apuñalarse en la tráquea por olvidar una fecha tan importante como aquella. Es el cumpleaños de Jungkook. Su bendito cumpleaños, aquel que había olvidado por completo. Mira al chico e intenta disculparse o replicar pero Jungkook es más rápido y lo calla alzando su dedo índice.

Joder, eso fue caliente.

Obedece y guarda silencio, mirando expectante a Jungkook, con un rico cosquilleo que recorre cada fibra de su fino ser.

—No hacen falta tus palabras, creo que está bien.

—Lo siento mucho, de verdad.

—No tienes que disculparte, no es la gran cosa, tampoco me emociona mucho.— alza sus hombros.

Taehyung está a nada de golpearlo para que dejase de adoptar esa postura que lo victimiza.

—No hace falta esa careta de nena ofendida, lo siento mucho, de verdad.— le mira sinceramente y duda algunos segundos de su existencia.

¿Qué hace una persona tan despeciable como él, al lado de una persona como Jungkook? que patético.

—Entonces... ¿Aún quieres pasar la noche con ese chico lindo?

Se acerca hacia su persona y Taehyung por primera vez en su vida, deja el nerviosismo de lado y lo mira provocativamente con un pucherito.

—No lo sé... quizás debas convencerme.


[...]


¿les está gustando la trayectoria?

pd: no puedo sacarme de la cabeza ready or not de momoland y life goes on de bts.

Streamer [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora