Las 80 Rupias.
Érase una vez en alguna ciudad, o más precisamente en alguna casa, vivía una familia de lo más normal... o algo así.
Esa familia tenía un pequeño niño de diez años de edad: su nombre era Jimmy, el protagonista de nuestra historia. Quien se encontraba en medio de un proyecto bastante importante.
Jimmy.- ¡Por fin! ¡Gaste todos los ahorros de mi vida, pero por fin lo lograré!
Jimmy: él era un niño de lo más normal... o algo así. Desde pequeño había desarrollado un gran amor por los videojuegos y a la corta edad de diez años, ya era un jugador en todo el sentido de la palabra. Había coleccionado toda clase de videoconsolas, de todas las épocas o compañías.
Jimmy.- ¡Ya está todo listo! ¡Todo está conectado! ¡Los cartuchos ya están puestos! ¡El día de hoy batiré un record!
En el cuarto de Jimmy habían como mínimo unos diez televisores conectados con bastantes alargadores de corriente y con una o dos videoconsolas diferentes conectadas a cada uno. Y las consolas de juegos eran variadas, habían: X Box, NES, Playstation, Wii, Dreamcast, SNES, PS3, Neo Geo, Atari 2600, Switch, y muchas otras.
Jimmy.- Tuve que pedir prestados los televisores de mis amigos, pero valdrá la pena. Ahora solo falta encender el interruptor.
El niño encendió el interruptor, expectante para ver lo que ocurría. Entonces sucedió, todas las consolas se encendieron y una gran cantidad de videojuegos distintos aparecieron en las pantallas. Juegos de todo género, de cualquier época, desde los más antiguos hasta los más modernos, con distintos personajes famosos e historias interesantes.
Jimmy.- ¡Funciono!
El niño se fue a jugar con sus consolas bastante alegre. Fue entonces que un hombre obeso, vestido con uniforme de oficina, entro a su cuarto.
Hombre.- Hijo, tu mama me envió a levantarte para la escuela y... ¿Qué haces?
Aquel hombre es en realidad el padre de la casa, un adulto de lo más normal... o algo así. No era un sujeto responsable, estaba un poco pasado de peso y su inteligencia no era precisamente su mayor virtud. Pero era un buen padre y eso es lo que importa... ¿O no?
Jimmy.- Silencio, papá, voy a romper un record mundial.
Papá.- ¿Enserio? ¡Te ayudo!
Jimmy.- Adelante, papá.
El padre se fue a jugar con el niño olvidándose de su responsabilidad, de nuevo. Ambos se pusieron a jugar juntos un videojuego de peleas, pero fue entonces que una mujer entró a la habitación.
Mujer.- Oigan, bajen ya, se enfría el desayuno.
Jimmy y Papá.- Cinco minutitos más.
Aquella mujer se trataba de la madre de la casa, una mamá de lo más normal... o algo así. Siempre responsable, se podría decir que la mas cuerda de la casa, una buena madre, aunque una pésima cocinera.
Mamá.- ¡¿Pero qué están haciendo?!
Jimmy.- Romperé el record del mayor número de consolas conectadas al mismo tiempo.
Mamá.- ¡¿Sabes siquiera si existe ese record?!
Jimmy.- Este... pues...
Mamá.- ¡¿Sabes acaso cuanto pagaré de luz por tu pequeña bromita?!
Jimmy.- Este... ¿Mucho?
La mujer, furiosa, se volteó hacía su esposo.
Mamá.- Oye tú, dile algo a tu hijo.
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Las 80 Rupias
HumorJimmy es niño completamente normal al que le gustan los videojuegos, pero un accidente será capaz de enviarlo a un mundo que nunca hubiera imaginado, un mundo donde personajes de videojuegos conviven en ciudades y escuelas. ¿Podrá el pobre niño sobr...