𝓟𝓻𝓸𝓵𝓸𝓰𝓸.

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|Estilo de Diálogos|

—Dialogo
—Pensamiento—
[Gran Sabio]
[Nombre de Habilidad]
Cambio de escena: -X-
Fin de Flash-back: -Ω-

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Golpe tras Golpe, nunca se detuvo. su puño de movía tan rápido que parecía desaparecer, mientras que sus ojos brillaban en una ira gélida y furia lujuriosa. La sangre tiñe su rostro, y los nudillos de sus manos sangraban por las heridas en razón de la constante fricción a la que los sometía. Su enemigo, su contrincante, ya no se movía. cualquier atisbo de vida había sido despojado de su cuerpo hace ya mucho tiempo, pero, al menos vivió lo suficiente para no saber que su rostro, antes delicado y hermoso, se convirtió en una masa amorfa de carne.

—Naruto.

No escucho, sus golpes no se detenían. la fuerza era tal, que el suelo debajo había comenzado a temblar y agrietarse, casi parecía un terremoto causado por el choque violento de las placas tectónicas debajo de la tierra.

—¡¡Naruto!!

Finalmente se detuvo. su respiración era errática, el sudor caía por su frente, haciendo que la sangre comenzará a escurrir, pero no podía importarle menos. la epinefrina, la serotonina y demás hormonas, habían inundado su cuerpo haciendo estragos en su mente.

—Relájate y respira.

La voz en su cabeza sonaba con un eco a su alrededor, haciendo que comience a marearse, y un dolor agudo golpeé y sus sienes palpiten. Cuando se levantó, casi caía de espaldas. el peso de su cuerpo era algo que sus piernas casi no podían soportar, pero afortunadamente, logró mantener el equilibrio lo suficiente para mantenerse de pie.

—Perdóname, Naruto.

Nuevamente, no dijo nada, pero incluso si no sentía ningún tipo de dolor debido a la adrenalina, no estaba tan distraído como para no notar la estaca gris que estaba firmemente clavada en su abdomen. Mirando a su alrededor, logró divisar los cuerpos Inconscientes de algunas personas, y aunque su vista estaba borrosa, todavía estaba lo suficientemente lúcido como para divisar las hebras de cabello gris, rosa y negro; Pero había alguien más ahí.

No muy lejos de los demás, había un cuerpo mucho más pequeño, pero lo suficientemente grande como para saber que estaba a inicios de la adolescencia. No se molestó en saber su color de cabello o sus facciones, pues, instintivamente y con las últimas fuerzas que le quedaban, se movió de manera casi mecánica hacia ahí.

Sus pies se veían arrastrados, y sus botas siendo las únicas que se mantenían intactas de sus ropajes, ahora estaban manchadas por la tierra, pero Nuevamente, no le importó. Cuando finalmente llegó a su objetivo, dejo que el peso de su cuerpo le ganará, y cayó de rodillas, ignorando que la mitad de su cuerpo se esté volviendo gris.

Tomando el cuerpo más pequeño entre sus brazos, lo mantuvo a su lado. no hubo palabras de su parte, y el silencio sepulcral a su alrededor hacían que su respiración irregular sea lo único audible a kilómetros. Su mano se poso de manera lenta y delicada por la mejilla del más pequeño, y con los ojos cerrados, mecía su cuerpo de forma suave, sin prisa y sin tratar de despertarlo.

—Te toca cuidarlo, Zorro.

Su cuerpo finalmente se volvió gris, y como si fuera ceniza se desvaneció con el viento. una energía carmín envolvió el cuerpo del más joven, quien, sin ser conciente de lo que pasaba, se mantenía en el mundo de la inconsciencia.

Naruto: Reencarne Con Un... ¿Slime?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora