Naruto: Reencarne Con Un... ¿Slime?

XXXVII

Inmundicia, hedor, ruido atronador y estruendo, una cacofonía de voces en todas direcciones No había sol en este mundo no había más luz que el vaivén tenue de diminutos soles en forma de bombillas anticuadas que rebotaban con las vibraciones de la tierra.

La sangre el líquido de la vida escurría sin descansó por su frente llegando hasta sus labios pudiendo sentir el sabor metálico tan característico y la impotencia de saber que esa sangre era suya.

Sus ojos ardían con el fuego del infierno en un frenesí de ira silencia mientras que sus puños se apretaban con fuerza desmedida haciendo que sus palmas comiencen a gotear.

Levantando la mirada logró ver a su captor era un anciano tenía gran parte de su cara vendada y una cicatriz en forma de cruz en su barbilla el solo verlo hacia que su cuerpo se tensaran listo para atacar.

-Esa mirada no me gusta Cachorro.

El hombre generalmente estoico tenía una sonrisa burlona al ver la mirada de muerte que el rubio le dirigía y esa diversión aumento cuando lo escucho gruñir mientras sometía sus dientes a una fuerte presión casi haciendo que se escucharan Chirriar.

-Aquí nadie va a encontrarte te recomiendo que aceptes tu destino y tengas en cuenta tu posición eres un arma y pronto serás MI arma.

Sus manos dejaron de ejercer fuerza y sus ojos dejaron de ver al anciano frente a el pues su vista ahora estaba en esas cadenas que lo tenían preso siendo que mantenían sus brazos estirados mientras que una horca mantenía su cuello presionado evitando movimientos bruscos.

-¿¡Que no dirás nada!?

Seguido de ese arranqué un fuerte golpe se estrelló contra su abdomen pero eso solo hizo que su ira aumentara aún más y las llamas que lo consumían ardieran con mayor beemencia en su ser.

-¡¡Contestame idiota!!

Cuando otro golpe conecto con su rostro un rugido atronador y Gutural salió de su garganta mientras que sus brazos ejercían fuerza Sobrehumana sobre las cadenas que lo apresaban y aunque el anciano veía eso como un refuerzo inútil su burla no pudo salir de su venenosa boca cuando las paredes comenzaron a agrietarse mientras que las cadenas temblaban con violencia.

-¿¡Que mierda haces!? ¡¡Detente!!

No escucho sus ojos veían todo rojo mientras que la obscuridad del lugar había que solo algo sea visible para el y ese era el anciano su presa actual y el único objetivo que deseaba destripar.

Con un último gruñido la fuerza que sometió a las cadenas Finalmente dió frutos pues la pared de concreto que mantenía las cadenas sostenidas se rompió y sin esperar ni un solo segundo uso el bloque de concreto para golpear al anciano quien solo pudo cerrar los ojos al ver cómo ese pedazos de piedra impactada contra su demacrado cuerpo debido a la edad.

Trato de levantarse trato de huir pero en cuanto levantó la mirada un puño envuelto en cadenas impacto contra su rostro haciendo que los pocos dientes que le quedaban salieran flojos de sus encías.

Su vista se puso borrosa después de eso y sus oídos escuchaban un zumbido debido al aturdimiento pero en cuanto levantó la mirada logró verlo... Era un mounstro.

Su cuerpo no era del todo visible más que su figura esbelta oculta entre las sombras mientras que sus ojos azules brillaban con una ira gélida que lo hacía temblar pero lo que más lo asustó fue la sensación de importancia que lo invadió.